Las Fuerzas de Operaciones Especiales españolas testan sus capacidades

Entre los pasados días 29 de septiembre y 7 de octubre ha tenido lugar en Madrid y La Rioja el ejercicio anual SOFEX-22 cuyo objetivo es el adiestramiento en el planeamiento, la conducción y la ejecución de un complejo supuesto de operaciones especiales.

La importancia de las fuerzas de operaciones especiales, siempre fundamentales, ha ido creciendo  tras la llegada de la guerra contra el terrorismo islámico, y la proliferación de los denominados conflictos en zonas grises. A esta situación se ha añadido la brillante actuación de las fuerzas especiales ucranianas contra los invasores rusos, lo que pone de relevancia también su utilidad en conflictos convencionales.

Durante décadas las fuerzas especiales de cada una de las fuerzas terrestres, navales y aéreas actuaban de manera autónoma, como era el caso en España de las del Ejército de Tierra (ET), la Armada y el Ejercito del Aire, aunque a principios de este siglo, siguiendo la doctrina de los Estados Unidos, se decidió crear un órgano superior de mando y coordinación.

Así en 2004, dependiendo del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), se creaba  la Sección J3B del Mando de Operaciones (MOPS),  que en 2012 daría paso al denominado Núcleo Coordinador de Operaciones Especiales (NCOE).                               La importancia de este tipo de capacidades llevaría en enero de 2013 al Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) a crear el actual Mando Conjunto de Operaciones Especiales (MCOE), que empezó su andadura en su sede de la base de Retamares, sita en Pozuelo de Alarcón (Madrid), en octubre de 2014. En nuevo Mando asumía y ampliaba las competencias de sus antecesores, equiparándose así España a las más modernas Fuerzas Armadas de la OTAN y otras naciones, como la citada Ucrania, que ahora está comprobando el éxito de la decisión a costa de las tropas de Putin.

El MCOE, al frente del cual está un general de Brigada, cargo que asume actualmente el infante de Marina Ángel R. Herrezuelo Pérez, un experimentado profesional en las operaciones especiales, cuenta con la ventaja de que dicha base madrileña también es sede de su mando superior, el MOPS, y de otras dos estructuras conjuntas de las FAS fundamentales como son el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) y el Mando Conjunto de Ciberdefensa.

Los principales elementos de acción del MCOE son el Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra (ET), ubicado en Rabasa (Alicante),la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) de la Armada, con sede en La Algameca (Cartagena-Murcia), y el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC) del Ejército del Aire, con base en Alcantarilla (Murcia), que tienen en común que portan la boina verde, que atestigua la superación de las difíciles pruebas de acceso.

Los pasados días el MCOE ha tenido una actividad inusitada con motivo del ejercicio SOFEX-22,  para lo que se ha estructurado como Mando Componente de Operaciones Especiales nacional o  Special Operations Component Command (SOCC-n), por sus siglas en inglés, que se usan en la OTAN.

De este SOCC-n han dependido los medios de combate o Grupos de Operaciones Especiales o Special Operations Task Group (SOTG), que han contado con sus correspondientes apoyos de combate.  Además, se constituyó un equipo (enemigo) que se encargó de dar realismo al ejercicio, inyectando las incidencias necesarias para la consecución de los objetivos de adiestramiento, tanto de las unidades  que se adiestran en el ejercicio como del propio MCOE.

Así en el SOFEX-22 han participado unidades tácticas aportadas por los citados MOE, FGNE y el EZAPAC, a los que han dado la imprescindible movilidad aérea helicópteros Airbus Helicopters NH90 de las Fuerzas Aeromóviles del ET (FAMET) y Sikorsky  SH60B Seahawk de la Décima Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves (FLOAN)  de la Armada. Respecto a la obtención de inteligencia, vigilancia o Intelligence, Surveillance and Reconnaissance (ISR) se utilizaron medios como las aeronaves remotamente tripuladas Boeing/Insitu Scan Eagle de la Undécima Escuadrilla de la FLOAN, entre otros, además de contar con el concurso de otras unidades de apoyo y equipos de simulación.

El escenario está ambientado en una zona internacional inestable ficticia, donde surgen conflictos territoriales por la escasez de materias primas, para lo que se  constituyó una Base Operativa Avanzada, que de facto era la base de las FAMET de “Héroes de Revellín”, Agoncillo (La Rioja), desde donde realizaron sus operaciones durante el desarrollo del ejercicio.

El SOFEX 2022 culminó con una minuciosamente preparada operación de rescate o Hostage Rescue Operation (HRO) de dos rehenes, que habían sido capturados en dicho  país ficticio por un grupo terrorista. Antes de lanzar el rescate se comprobó con dichos medios ISR la localización y se identificó la identidad de los  secuestrados, tras lo cual las fuerzas de dichas unidades tácticas infiltradas y exfiltradas por los helicópteros cumplieron con pleno éxito el HRO.

El SOFEX es el único ejercicio nacional conjunto de operaciones especiales con participación real de fuerzas que se realiza con periodicidad anual y que permite poner en práctica los escalones de mando, así como impulsar y potenciar la interoperabilidad de las diferentes unidades de operaciones especiales, medios aéreos y de apoyo de combate implicados en el supuesto táctico.