Parecía que Javier Maroto había superado todos sus problemas y que había conseguido sobrevivir en el Partido Popular pese al aluvión de filtraciones que hablaban de que el senador dejaría la política. El que Alberto Núñez Feijoo cayera en el Senado fue una buena noticia para Maroto, quien consiguió hacerse con el puesto de mayordomo del flamante presidente del PP. Sin embargo, el nombre de Maroto ha vuelto a ser el más comentado en Génova a raíz de un encontronazo con una periodista. En el PP no han dejado de lado una realidad que ya incomoda en el partido: Javier Maroto no sabe relacionarse con los medios y hace enemigos innecesarios a cada paso que da. En Génova no se quieren permitir estos lujos a las puertas de las elecciones y fuentes del partido insisten en que «tomarán medidas» reduciendo la exposición del portavoz del Senado a las cámaras.
Javier Maroto solo trae malas noticias a la directiva popular. Al menos en cuanto a asuntos de prensa. Esta realidad, que en un principio era simplemente una habladuría interna, se ha convertido en un asunto importante en Génova porque Maroto ha pasado de ser uno de los futuros defenestrados al anfitrión de Feijoo en el Senado. El peso de Maroto en calidad de portavoz de un Senado que es y será durante el próximo año el foro de exposición de Feijoo ha crecido exponencialmente hasta el punto de que en Génova no quieren sorpresas entre aquellos que están cerca del presidente. Las encuestas, que no el CIS, son claras y dan a Feijoo como ganador, pero hay que mantener la situación así durante el próximo año y Maroto no parece ayudar con sus pequeños exabruptos.
Hasta ahora, el senador de Sotosalbos había sido un cero a la izquierda a nivel interno por el que nadie apostaba. Era raro encontrar a alguien en el PP que no apostara por el hecho de que Javier Maroto abandonaría el partido en semanas cuando aún Alberto Núñez Feijoo estaba en trámites de llegar al poder. Ahora el papel del portavoz del Senado ha cambiado hasta el punto de que se ha convertido en el anfitrión de un Feijoo. Pero no parece estar cumpliendo bien el papel que le han encomendado. No al menos en materia de imagen, pues Maroto no deja de protagonizar pequeños exabruptos con periodistas que acaban en una mala imagen para el PP.
El último ha sido anecdótico, pero ha dado pie a hablar sobre un tema que preocupa en Génova. La idea es pasar desapercibido. No se pide mucho más a nivel interno. En el PP quieren evitar cualquier tipo de sobreexposición a los medios y sobretodo cualquier tipo de polémica que pueda llevar a mal puerto las encuestas que tan bien pintan para el PP. Maroto es famoso a nivel interno en el Partido Popular por precisamente mantener una actitud peculiar con quienes considera de menor rango, ya sean periodistas o militantes populares. No es la primera vez, según fuentes de Génova, que cargos intermedios del PP se quejan abiertamente del trato del portavoz del Senado. Y aún así, ha sobrevivido.
Maroto al final ha sobrevivido y el PP tiene intención de mantenerle a flote al menos durante el próximo año. Sobre lo que pasará tras las elecciones, nadie quiere hablar y más de uno directamente alude a esa frase manida de que «un año en política es muy largo», pero pocos apuestan por Javier Maroto dado que nadie se plantea que le vayan a elevar más allá de portavoz del Senado. Si sigue ejerciendo bien de anfitrión, probablemente le mantengan donde está, pero no más, tal y como detallan en el PP.
Los populares tan solo quieren mantener el resultado. No quieren sobreexponer a Feijoo, pero tampoco quieren que ningún dirigente del PP salga en los medios de comunicación poniendo en riesgo un resultado que ya tienen ganado. Al menos es lo que deslizan fuentes de Génova sobre la estrategia que quieren llevar desde dentro con las encuestas en mano. No es de extrañar que estos pequeños conflictos que Javier Maroto protagoniza con más frecuencia de la deseada se hayan elevado a problema interno. Feijoo no quiere sorpresas ni choques con la prensa. Y Maroto sigue a los suyo.