La portavoz de Almeida mantiene el apoyo al jefe de su policía tras el escándalo de las oposiciones

Inmaculada Sanz, Delegada de Seguridad y Emergencias, además de Portavoz del Ayuntamiento de Madrid, mantiene su apoyo al director general de la Policía Municipal, en pleno vendaval por la querella interpuesta contra los mandos de este cuerpo por presuntas irregularidades. Pablo Enrique Rodríguez, máximo responsable y hombre de la estricta confianza de Sanz, quien de facto es la número dos del alcalde Almeida, se mantiene en el cargo por el respaldo de la experimentada política popular. El director general de la Policía madrileña, con este escándalo, redondea un mandato en el que ha habido ruido de fondo, hasta el punto que varios agentes, movilizados por los sindicatos policiales, llegaron a montar una pitada a Almeida e el contexto de un Pleno municipal.

Las oposiciones de la Policía Municipal de Madrid se han convertido en una bomba de relojería contra la delegada del Área de Gobierno de Portavoz, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada Sanz. Tanto sindicatos policiales como opositores y partidos de la oposición han cargado contra el proceso selectivo, en el que se han visto envueltos algunos de los altos cargos de la Policía madrileña, sin que esto haya conseguido que la concejala popular haya tomado cartas en el asunto, ni que el Gobierno del Ayuntamiento de Madrid haya tomado la decisión, al menos de momento, de paralizar el polémico proceso hasta que se lleve a cabo una extensa investigación.

Hace aproximadamente un año, el Ayuntamiento de Madrid activaba la convocatoria de nuevas oposiciones, destinadas a cubrir puestos de intendente e inspector dentro de la Policía Municipal de Madrid. Unos cargos que, tal y como ha podido saber este diario, están remunerados con un salario base anual de cerca de 70.000 euros brutos, siendo un cargo de lo más jugoso para muchos aspirantes.

Oposiciones que se iniciaban con una gran dosis de polémica. Y es que la convocatoria contenía un perfil de «turno libre» para los puestos ofertados. Sin embargo, sobre el papel, estas oposiciones no cumplían con el margen del 50% de plazas reservadas para promoción interna dentro del Cuerpo, provocando las críticas de los agentes y los sindicatos desde un primer momento. Una polémica que, sin embargo, no ha sido la única que se ha producido con respecto a esta oposición, llegando a salpicar directamente a la actual encargada municipal, Inmaculada Sanz.

INMACULADA SANZ MANTIENE EL SILENCIO ANTE EL ESCÁNDALO

Así pues, con el paso de los meses, cada vez han sido más las voces críticas que se han levantado contra este proceso de oposiciones. Especialmente, con los resultados de las primeras fases del la oposición, que no han pasado desapercibidas para nadie, y que pronto han levantado ampollas. Especialmente, debido a los aparentes «beneficios» que han obtenido algunos aspirantes.

Unos opositores que presuntamente están personalmente relacionados con algunos altos cargos encargados de los tribunales que determinan el proceso de selección para el ingreso de la Policía Municipal, beneficiándose de esta relación para llegar a los procesos selectivos. Algo que ha llevado a las asociaciones policiales a exigir responsabilidades, tanto a estos altos cargos, como al Ayuntamiento de Madrid. En el caso de la asociación AMPU, estas exigencias han llegado a convertirse en una querella por organización criminal, cohecho y tráfico de influencias contra estos líderes policiales. En concreto, contra el Director General de la Policía Municipal, Pablo Enrique Rodríguez, y el comisario principal del cuerpo, Oskar de Santos.

Acusaciones contra el Director General de la Policía Municipal, Pablo Enrique Rodríguez, que han puesto en el punto de mira a la delegada del Área de Gobierno de Portavoz, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada Sanz. Los conocedores de estos casos están sorprendidos por la pasividad de la popular; sobre todo, después de un año de críticas con respecto a este proceso de oposiciones, sin que haya habido reacción alguna de la delegada, ni en defensa ni en detrimento del director general. Un silencio que continúa a día de hoy tras la querella a Rodríguez y que fuentes de Cibeles interpretan como un apoyo expreso a Pablo Enrique Rodríguez.

Ante la perplejidad de la oposición, Inmaculada Sanz ha intentado evadirse asegurando que «nosotros no tenemos nada que ver, ni nada que decir». Argumentario que ha comprado el propio alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que tampoco ha querido hacer declaraciones a este respecto.

Un portavoz del Área de Seguridad y emergencias no ha querido confirmar a este diario si Sanz apoya o no a su director general de Policía: «No vamos a hacer declaraciones», ha asegurado. Mientras tanto, en plena maniobra de control de daños, Pablo Enrique Rodríguez no ha acudido a la Comisión de Seguridad de Cibeles, algo absolutamente inusual, y que no ha ayudado a calmar los ánimos ante la situación provocada por este proceso de oposiciones para escoger a los nuevos agentes municipales.

«El Gobierno ha perdido el control de la Policía Municipal. Esperar a la decisión judicial sobre el asunto es una completa irresponsabilidad» destacan desde Más Madrid, que no han dudado en pedir al Ayuntamiento que actúe ante esta situación, especialmente delicada para Inmaculada Sanz y su director general de la Policía Municipal que, de momento, han optado por el silencio como mejor defensa.