María Luisa Balaguer gana apoyo y pone en riesgo las aspiraciones de Conde-Pumpido en el Constitucional

Cándido Conde-Pumpido no es de esos magistrados discretos que trabajan en la sombra para conseguir lo que quieren. Él quiere que todos los que le rodean sepan sus intenciones. El problema es que por primera vez en muchos años, este juez tiene miedo a que los planes no le salgan bien. Que quiere ser presidente del Tribunal Constitucional es un secreto a voces. Y que en su entorno más íntimo lo da por hecho también. El problema es que ahora le ha salido una rival que trabaja en la sombra (y que cuenta con el apoyo del sector conservador) que podría arrebatarle su «último ascenso». María Luisa Balaguer lleva meses trabajando de forma discreta pero continua para ser ella la presidenta del Constitucional. Y ya hay quien entiende que la candidatura de Conde-Pumpido está en serio riesgo por lo bien que se está moviendo Balaguer.

El magistrado Cándido Conde-Pumpido tiene clara su hoja de ruta desde hacía meses. Ahora le toca la presidencia del Constitucional a un magistrado progresista y él entiende que es la mejor opción. El juez tiene mucha influencia en el PSOE. Tanto en el partido como en otras áreas de influencia. Además, no parece que haya nadie en su entorno que tenga mejor currículum o que pretenda asaltar el trono. Con este balance, Conde-Pumpido se ha permitido el lujo de dar por hecho que sería el próximo presidente del Constitucional. Sin embargo, ha surgido una nueva candidata que lleva tiempo ganando apoyos en la sombra que ha hecho temblar al mismo magistrado. María Luisa Balaguer es la nueva preferida de los conservadores y podría desbloquear, como dato añadido, el Consejo General del Poder Judicial. Que no es poco en un momento como el que atraviesan las instituciones.

La magistrada María Luisa Balaguer no rechazará la Presidencia del Tribunal  Constitucional si es propuesta por el Pleno

María Luisa Balaguer lleva tiempo ganándose el apoyo del sector conservador. Pese a ser progresista, lo cierto es que la magistrada ha hecho sudar frío a Cándido Conde-Pumpido. La magistrada no solo ha jugado con las enemistades que despierta el magistrado progresista en su entorno, sino que también ha sabido manejar bien las cartas de la renovación del CGPJ. Ahora mismo, uno de los últimos escollos por superar en la negociación que mantienen el Partido Popular y el Partido Socialista es elegir la composición del Tribunal Constitucional. Para el PP, la idea de nombrar a Balaguer es mucho más atractiva que la idea de dejar a Cándido Conde-Pumpido como presidente del órgano. Y la propia magistrada es perfectamente consciente de ello.

María Luisa Balaguer lleva tiempo ganándose el apoyo del sector conservador

La forma de jugar sus cartas ha sido inteligente. Balaguer ha conseguido anular la influencia de Conde-Pumpido y poner en riesgo la candidatura del progresista utilizando la propia fama del magistrado. No solo porque ha aprovechado los odios que despierta en los sectores conservadores (y en algunos progresistas), sino porque también ha manejado los tiempos de la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Ahora mismo, para el PSOE no es nada descartable la idea de colocar como presidenta del Tribunal Constitucional a Balaguer porque esto podría suponer desbloquear la renovación del CGPJ. La jueza ha sido capaz de unir las dos cosas en una estrategia que ha llevado a cabo de forma extremadamente discreta.

La tensión en el entorno de Conde-Pumpido se ha dejado notar desde hace semanas, pero se ha disparado cuando ha visto que el PP y el PSOE han avanzado en las negociaciones. Ahora mismo, la situación y el futuro de Cándido Conde-Pumpido está en el aire y ni los tentáculos del magistrado son capaces de reencauzar la situación como le gustaría. Pese a que el juez también se ha esforzado en tener ojos y oídos en el Consejo, lo cierto es que no está siendo capaz de reencauzar la situación. Balaguer le está comiendo la tostada y Conde-Pumpido no está reaccionando bien.

LA RENOVACIÓN DEL CGPJ, AVANZADA

La renovación del Consejo General del Poder Judicial está muy avanzada. La dimisión del expresidente del Tribunal Supremo ha empujado al PP y al PSOE a ponerse de acuerdo y ya tienen muy avanzadas las negociaciones. Y la idea es que sea la magistrada del Supremo Pilar Teso la que lleve las riendas de una renovación que supondrá diez vocales para el PP y diez para los socialistas.

Cuando el PSOE se planteó que renovar el Consejo General del Poder Judicial sería una tarea sencilla, Pilar Teso daba por hecho que tendría el control del Supremo y del CGPJ. El problema llegó con el bloqueo del Partido Popular que se ha prolongado durante cuatro años. Desde entonces, el PSOE no ha cambiado de parecer. Pero el PP empieza a tener nuevas ideas para alterar esa pretensión de Pedro Sánchez de que esta sea la magistrada elegida para sustituir a Carlos Lesmes. Fuentes de Génova dejan claro que a Alberto Núñez Feijoo no le gusta la la idea de que el PSOE haya impuesto a la nueva presidenta del Supremo desde hace años y no se quieren cerrar a vías nuevas. El PP quiere un magistrado de renombre y de prestigio que no genere dudas, pero sobretodo quiere alguien que comparta su máxima: hay que sacar las manos del Congreso de la elección de vocales del CGPJ.