El diputado de Vox Javier Ortega Smith está resentido. No soporta la idea de que sus constantes e intensas críticas a Macarena Olona le costaran su puesto de trabajo, por no hablar de el haber alentado la salida de una de las parlamentarias con más proyección de la formación. Quizá por eso ha perdido el «norte», según detallan fuentes de Vox. Pero esto no le ha impedido seguir lanzando críticas a la ya excandidata al parlamento de Andalucía. Ortega Smith ha querido defender la formación a la que aún pertenece, pero lo ha hecho cometiendo los mismos errores que le han llevado a un ostracismo adornado. La forma que ha tenido el concejal de defender a la formación del programa sacado en La Sexta no ha sido del todo del agrado de Vox.
El diputado de Vox ha vuelto a utilizar los micros para atacar a Macarena Olona aunque fue la razón por la que ha tenido que dejar el partido. No hay quien no le culpe de la salida de Macarena Olona. En Vox lo tienen claro. Pero lo cierto es que ya no solo le culpan de haber echado a una compañera, sino de haber conseguido por primera vez en pocos años una escisión interna en la formación que no ha sido del agrado de nadie.
El diputado de Vox Javier Ortega Smith ha calificado este miércoles de «insignificantes» a los críticos de Vox que deciden darse de baja del partido y los ha invitado a irse «al Partido Popular, a hacer el Camino de Santiago o a hacer meditación». La referencia al Camino de Santiago ha sonado en el partido, según detallan fuentes de Vox, como una crítica en referencia a Macarena Olona, quien después de decir que abandonaba el partido dejó claro que haría el Camino de Santiago.
En declaraciones a los medios tras presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional, Ortega Smith ha reivindicado que cada día se afilian a Vox «cientos» de personas y ha lamentado que algunos estén pendientes de que «uno o dos hayan decidido marcharse».
La última baja fue este martes la de su candidato a la Xunta en 2020, Ricardo Morado, que anunció su renuncia criticando la organización interna y métodos de la dirección. «Para nosotros son insignificantes, y además que lo respetamos, estaban en su derecho cuando vinieron y están en su derecho cuando deciden darse de baja», ha resumido Ortega Smith, secretario de organización del partido hasta la pasada semana, cuando fue relevado por Ignacio Garriga.
«Que uno, dos, diez, cien o 2.000 decidan marcharse están en su derecho, nos encanta. Se pueden ir al PP, a hacer el Camino Santiago o a hacer meditación», ha insistido el candidato de Vox al Ayuntamiento de Madrid en clara alusión a su excompañera Macarena Olona, que decidió hacer el camino compostelano poco después de dejar la política alegando motivos de salud.
PARTIDO UNIDO Y SIN BARONÍAS
Ortega Smith ha calificado así de «invención» que Vox atraviese momentos de «división» o «crisis» y ha reivindicado que se trata de un partido «unido, sin baronías, con un discurso político sólido y consolidado y una dirección nacional bajo la presidencia de Abascal indiscutible»; algo que cree que «revienta» y produce «una envidia terrible» al resto de formaciones.
Además, ha subrayado que Vox aprueba sus cuentas anuales y sus estatutos en asambleas generales «democráticas» con un apoyo del 90 por ciento y tanto sus afiliados como cargos están «cohesionados»; algo que ha asegurado que pudo verse en el Viva22 celebrado el pasado fin de semana en Madrid.
Por ello, ha pedido «no elevar a categoría general» lo que ha insistido que son «excepciones». «La inmensa mayoría de dirigentes, afiliados y cargos están felices y encantados con el proyecto y piensan seguir luchando muchos años más. Las puertas están abiertas para muchos otros españoles que vendrán», ha zanjado.