Ayuso sopesa indultar a algunos de sus consejeros, pero Carlos Izquierdo no se libra

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, parece haber rebajado la tensión dentro de su partido, tal y como detallan fuentes de Sol. Esos aires de verano de crisis de Gobierno ya no soplan con tanta fuerza. De hecho, los indultos, al menos hasta después de las elecciones, están encima de la mesa de Miguel Ángel Rodríguez. No ha sido un comentario del jefe de gabinete de Ayuso el que ha lanzado estos rumores, sino las acciones de la propia presidenta de la Comunidad de Madrid las que han llevado a muchos altos cargos de Sol a hablar de que Isabel Díaz Ayuso sopesa perdonar a algunos de los populares que se mantuvieron fieles a Pablo Casado en la guerra interna. Pero Carlos Izquierdo, consejero de Administración Local y Digitalización, no se libra.

David Pérez y Enrique López, curiosamente, han pasado a un segundo plano en las quinielas de esta crisis de Gobierno. El primero, porque ha mantenido un perfil bajo desde que Pablo Casado dimitiera. Y el segundo, porque es conocedor de demasiadas intimidades del Partido Popular como para tomar una decisión así a la ligera. En otro punto están Enrique Ruiz-Escudero y Carlos Izquierdo. El primero por el desgaste de la pandemia, por ser un «monchito» de Casado y sobretodo por mantener una relación de «amor-odio» que se ha tornado más oscura con el paso del tiempo con la propia presidenta; y el segundo, porque ha conseguido la enemistad de todos los populares por su oportunismo político y su capacidad de cambiar de patrón cuando los vientos soplan de otro modo.

Carlos Izquierdo ha conseguido enemistarse con todo el Partido Popular por su afán por sobrevivir en la política y por sus cambios de lealtades de 180 grados en cuestión de meses. En Sol nadie confía en este consejero. Pero tampoco es que tengan una buena opinión de él los casadistas que dieron el visto bueno para que se colocara ahí como consejero de Ayuso. Los propios casadistas cuentan que vieron con sorpresa cómo Carlos Izquierdo se lanzó a los brazos de Ayuso en cuanto vio que el bando de Pablo Casado perdía terreno ante la estrategia de Miguel Ángel Rodríguez.

La otra cara de la moneda es David Pérez. Este consejero ha sido capaz de conseguir que su nombre aparezca cada vez menos en las quinielas. El nombramiento de Antonio González Terol como candidato del PP en Alcorcón cerró su vía de escape, pero aún así ha conseguido que este mismo anuncio pase a un segundo plano centrándose en su trabajo en la consejería. Incluso ha conseguido que la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se dejara hacer unas cuantas fotos a su lado para evidenciar que el consejero sigue gozando de cierta confianza. «No las tiene todas consigo», aseguran fuentes del PP, pero lo cierto es que es de los consejeros que se mantuvieron leales a Casado que menos trufan los rumores entre bambalinas.

Junto a él está Enrique López. En el caso de este consejero no faltan ganas de cesarle, pero sí que quieren tener más cuidado por el peso que ha tenido López en el partido y por los «secretos» que custodia de la formación. Son muchos años, muchos viajes y muchas aventuras como para cesarle a las bravas. Lo que sí dejan claro en la Comunidad de Madrid es que la presidenta no tiene intención de que repita como candidato. Enrique López seguirá, posiblemente, hasta que pasen las elecciones municipales, pero después las quinielas le ubican incluso fuera del partido. No es que tenga demasiados aliados dentro del Partido Popular de Alberto Núñez Feijoo. En Génova tampoco sienten que le deban ningún tipo de lealtad.

La crisis de gobierno que prepara la Comunidad de Madrid se prevé para antes de las elecciones, pero ya entrado el año que viene. De enero a principios de marzo hay tiempo, pero lo cierto es que Ayuso no quiere presentarse a las elecciones con algunos consejeros a los que consideró desleales entre sus filas. Los más señalados con Izquierdo y Ruiz-Escudero. Y de este segundo ya se ha empezado a desmantelar paso a paso su consejería, la salida de Zapatero es prueba de ello. La esperanza que ronda entre los que apuestan por David Pérez o Enrique López es que la salida de la Comunidad de Madrid sea más honrosa de lo esperado, es decir, que aguanten hasta las elecciones y no renueven.