El Gobierno convierte sus ayudas sociales en un «lío burocrático» estilo Declaración de la Renta

El Gobierno de España parece querer centrar todos sus esfuerzos en las elecciones generales de 2023, donde Pedro Sánchez espera salir reelegido como el más votado de las urnas. Un «plan» para el que el Gobierno nacional cuenta con las múltiples ayudas sociales en las que se encuentra trabajando desde hace meses, sacando a la luz subvenciones nacionales para los más necesitados del país. Unas ayudas que, sin embargo, parecen haberse quedado más en un esfuerzo propagandístico del Gobierno, más que en ayudas reales y cercanas para la población, que experimenta grandes dificultades para acceder a estas «medidas estrella» del Ejecutivo nacional.

Sin duda, una de las mayores preocupaciones del actual Gobierno nacional, así como de los partidos políticos que la componen, es comenzar cuanto antes con la campaña electoral, en busca de conseguir igualar los apoyos que llevaron en 2019 a Pedro Sánchez a la Moncloa. Un reto que cada vez parece más lejos de conseguirse para el PSOE y Podemos, ya que las encuestas, a excepción de la realizada por el CIS de Félix Tezanos, posicionan a Alberto Núñez-Feijóo como el claro favorito para convertirse en el nuevo presidente nacional tras los comicios de 2023.

Encuestas que favorecen al candidato del Partido Popular, y que vuelven a mostrar que las claras divisiones entre PSOE y su socio de coalición a la hora de gestionar el Gobierno nacional, y las cuentas públicas de las que disponen, no parecen convencer al grueso de la ciudadanía española. Menos aún, en un clima de incertidumbre económica y social provocada, entre otros, por la crisis energética, y la de materias primas, que azota al país.

Una situación ante la que los partidos que ostentan el Gobierno nacional parecen haber llegado a la conclusión de hacer una «pausa» en sus enfrentamientos políticos públicos, para intentar recuperar la confianza de los votantes. Una confianza que esperan conquistar gracias a las arcas públicas españolas y, en concreto, a través de diversas ayudas sociales estatales.

UNAS AYUDAS SOCIALES QUE NO LLEGAN A LOS CIUDADANOS ESPAÑOLES

Así pues, una de las medidas «estrella» del Gobierno nacional en los últimos tiempos ha sido la aprobación de la Ley del Ingreso Mínimo Vital. Un texto aprobado por el Gobierno en diciembre del pasado año, y enfocado en una ayuda nacional a aquellos ciudadanos que, por diferentes razones, carezcan de recursos económicos básicos.

«El Ingreso Mínimo Vital es una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas» destacan desde el Portal de Seguridad Social. «Se configura como derecho subjetivo a una prestación económica […] que garantiza un nivel mínimo de renta a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad económica».

Una ayuda social que era anunciada a «bombo y platillo» por el Ejecutivo nacional, que ha vuelto a lanzar una nueva campaña de promoción, titulada «Es lo mínimo», en la que PSOE y Podemos parecen «sacar pecho» de esta medida estrella. Una ayuda que, sin embargo, sigue sin cumplir con su principal objetivo: la de ayudar a los ciudadanos más afectados de la sociedad española. Y es que, tal y como apuntaba un informe realizado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), apenas un 40% de los potenciales beneficiarios habría tenido acceso a esta ayuda. Cifra que, sin duda, se queda muy lejos de lo planeado por el Gobierno nacional.

Algo que también parece suceder en el caso de otra de las grandes ayudas y «medidas estrella» del Gobierno nacional como es el Bono Cultural Joven. Una subvención de 400 euros que aprobaba el Ejecutivo nacional para beneficiar a los jóvenes españoles que cumplieran 18 años, destacándose desde el Ejecutivo que esta ayuda serviría para acercar a los adolescentes a la cultura nacional. Una subvención que pronto recibía las críticas de los partidos de la oposición, pero que, sin embargo, no parece haber tenido especial éxito entre los jóvenes.

LA «DECLARACIÓN DE LA RENTA» DE ESTAS AYUDAS, INDESCIFRABLE

Falta de recepción ciudadana a estas ayudas del Gobierno que, tal y como ha podido saber este diario, parece deberse a las serias dificultades que los usuarios españoles están encontrando a la hora de realizar los trámites necesarios para acceder a estas ayudas sociales anunciadas a bombo y platillo por el Gobierno de España.

Algo que se podía comprobar con la llegada del autobús del ministro José Luis Escrivá, con el que se pretende fomentar el acceso a esta ayuda estatal. Y es que muchos han sido los que se han acercado a este punto de información sobre el Ingreso Mínimo Vital para criticar la «complicada burocracia» que existe alrededor de esta ayuda, y que hace casi imposible que muchos puedan acceder a ella.

«Es imposible que te cojan el teléfono, y es muy difícil conseguir una cita para la Seguridad Social» han criticado ciudadanos anónimos a eldiario.es, durante una de las jornadas de este autobús. Críticas que también se han repetido en las redes sociales: «Sospecho que después de conseguir los requisitos que te garanticen el Ingreso Mínimo Vital, hasta Indiana Jones te va a parecer aburrido» critica un usuario anónimo. «El IMV es como el monstruo del Lago Ness: todo el mundo habla de él, y nadie lo ha visto».

Críticas que se repiten en el caso del Bono Cultural Joven, donde las dificultades, tanto con el acceso Cl@ve como en los requisitos, han hecho que muchos sean los que no busquen conseguir esta ayuda. Algo que sorprende aún más, dado que los jóvenes que se benefician de esta subvención son «nativos digitales». Situación que ha llevado al Gobierno, en busca de salvar a su «medida estrella» que le asegure los votos de los jóvenes españoles, a ampliar el plazo de estas ayudas hasta finales del mes de octubre.

«Lío burocrático» al que tienen que someterse los ciudadanos que necesiten estas ayudas sociales, que está haciendo que muchos queden fuera del proceso para la obtención de estas subvenciones nacionales. Todo ello, mientras el Gobierno nacional busca aprobar los Presupuestos Generales del Estado «más sociales» que se recuerdan a poco más de un año de las elecciones generales. Unos PGE que, sin embargo, podrían volver a caer en la misma «trampa burocrática» que el resto de ayudas sociales del actual Ejecutivo.