Fernando Grande-Marlaska «se la juega» con su viaje a Mauritania para controlar la inmigración

Fernando Grande-Marlaska lo da todo por su cargo. El ministro del Interior ha decidido viajar a Mauritania para reunirse con su homólogo y tratar el control de las fronteras, dado que es una cuestión que preocupa en gran medida a este Gobierno que ha visto cómo Ceuta y Melilla han sufrido asaltos migratorios con pocos precedentes. Sin embargo, a este viaje hay que añadirle otra cuestión que no necesariamente es baladí para el Gobierno y que puede poner a Fernando Grande-Marlaska en una posición complicada. No es la primera vez que fuentes del Ministerio del Interior deslizan que han tenido «complicaciones diplomáticas» para el trato con determinados países musulmanes que son extremadamente cerrados con las cuestiones de libertad sexual. Desde el ministerio no esperan grandes sorpresas, pero sí que es algo que tienen en cuenta. En cualquier caso, el viaje se centrará en hablar sobre el control de la inmigración y sobre nuevas partidas de subvenciones que todos los años riegan las instituciones mauritanas.

Mauritania cuenta con una leyes sumamente estrictas respecto a todo lo que tenga que ver con la libertad sexual o cualquier asunto relacionado con la tolerancia de determinadas condiciones. Tanto es así que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo están castigadas con la pena de muerte, así como otras cuestiones condenadas por muchos otros países. El problema es que las relaciones diplomáticas con países de estas características culturales se han convertido en un auténtico infierno para la delegación de Interior porque no siempre dejan a un lado la condición de cada uno. Al igual que los servicios secretos de algunos países musulmanes tuvieron problemas para relacionarse con el CNI dirigido por Paz Esteban López por el mero hecho de ser mujer, no es la primera vez que Marlaska tiene complicaciones por viajar a tratar temas de Estado a países que priorizan cuestiones absurdas.

Mauritania es uno de los países que más tiempo lleva recibiendo dinero procedente de las arcas de España. El control de fronteras es una cuestión que preocupa especialmente en el Ministerio del Interior, capitaneado por Fernando Grande-Marlaska. Y es que, este político sabe que el problema migratorio procede de distintos puntos de África y no solo desde Marruecos y por ello no duda en destinar elevadas cantidades de dinero a determinados países, de forma estratégica. Y todo para que sean ellos quienes asuman esta cuestión, es decir, para tratar de externalizar el control de las fronteras y los flujos migratorios, dado que muchos migrantes tratan de llegar a territorio español, en concreto a Ceuta y Melilla, porque es la puerta de entrada a Europa.

Sin embargo, el problema viene cuando Fernando Grande-Marlaska ha decidido viajar hasta Mauritania para reunirse con el ministro del Interior y de la Descentralización del Gobierno de la República Islámica de Mauritania, Mohamed Ahmed Ould Mohamed Lemine, en Nuakchot, según recoge la página de La Moncloa. Hay cierta tensión entre la delegación de Interior porque no quieren revivir incómodas situaciones como las que ya han vivido concretamente en Marruecos por el mero hecho de que se haya puesto encima de la mesa la condición sexual de cualquiera.

LAS LEYES DE MAURITANIA

Mauritania es un país que no necesariamente respeta los derechos humanos y que la tolerancia no forma parte de su lenguaje. Las relaciones entre personas del mismo sexo supone un delito castigado con la pena de muerte. Unos datos que aparecen recogidos en la ficha que el Ministerio de Exteriores tienen de todos los territorios del mundo, donde facilitan información a todos los ciudadanos sobre las zonas más peligrosas, las vacunas necesarias para viajar a determinados países y la documentación o visados. También aparecen las monedas de cada país.

Aunque, según destaca el departamento de José Manuel Albares, «existe una moratoria de facto desde los años noventa y, en general, estos casos no suelen someterse a los tribunales». Además, existe distinción entre hombres y mujeres, ya que en el caso de los primeros sí que está penado con la muerte, pero en el caso de las segundas el castigo es la cárcel. Lo que está claro es que el ministro del Interior lo da todo por su cargo y más por una cuestión en la que lleva tanto tiempo trabajando como es el problema migratorio. Y, a pesar de que llevuen años sin ejecutar ninguna pena de muerte, lo que está claro es que la homosexualidad es un tema sumamente delicado en este país. Un territorio al que no han dejado de concederle distintas ayudas de las filas del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.

FERNANDO GRANDE-MARLASKA LLEVA TIEMPO DESTINANDO ELEVADAS AYUDAS A MAURITANIA PARA EXTERNALIZAR EL CONTROL DE FRONTERAS

El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, sabe que el problema migratorio no solo viene desde Marruecos. El magistrado socialista se ha gastado una millonada del erario público en subvenciones a Mauritania. Cada vez que tiene ocasión, utiliza la Secretaría General de Gestión Económica y Patrimonial para regar con dinero este país que ha llenado las costas canarias de pateras con inmigrantes. El pasado martes 11 de mayo, Marlaska ha destinado en total 5,1 millones de euros para el gobierno mauritano. Este importe hay que sumarlo a los otros cerca de cinco millones que el Ministerio del Interior regaló a principios de 2021 a este país africano.

En este caso, el ministerio de Marlaska ha repartido los 5,1 millones en ayudas en cuatro paquetes. El primero son tan solo 25.000 euros justificados directamente como una «ayuda directa a Mauritania para gastos combustible y aceite patrullaje, en el ámbito de la Cooperación Policial Internacional». Vamos, para controlar la inmigración. No es la primera vez que se da ayudas a los policías mauritanos. De hecho, en otras ocasiones el ministerio se ha andado con menos rodeos y ha dejado claro en el papel que el dinero iba destinado para cortar el flujo migratorio a España. La segunda subvención directa es de algo más, en concreto hablamos de 53.000 euros que son una «ayuda directa a Mauritania para gastos Oficial de enlace, destacado en el Centro de Coordinación Regional de Canarias (año 2021), en el ámbito de la Cooperación Policial Internacional».