Macarena Olona abrirá un «departamento» para «robar» dirigentes de Vox

Macarena Olona va a montar su propio partido, una de las peores pesadillas para Vox. Algunos en la formación creen que será un nuevo «Más País» que no conseguirá más que arañar un puñado de votos y algún que otro parlamentario. Otros entienden que literalmente puede partir el partido por la mitad y conseguir arrastrar una cantidad considerable de votantes a su causa. Pero lo que tienen claro en el partido es que la influencia de Macarena Olona ya ha llamado a la puerta de más de uno y más de dos pesos pesados del partido para ver si quieren cambiar de equipo a pocos meses de las elecciones. Y más de uno se lo está pensando, pese a que no quieren anunciar nada hasta que llegue el momento.

Por su lado, Vox ha iniciado una nueva lista negra (de las más de cien que tienen) en la que colocan a todo aquel que se cruce un mero Whatsapp con Macarena Olona. Pero saben que no podrán frenar su influencia, al menos de momento y mientras no haya encuestas que aclaren cuánto daño haría el partido de Olona a Vox. Las pocas que se han dejado ver de forma tímida sí que auguran un agujero importante en la formación verde si Olona decide presentar su marca personal.

La idea de Macarena Olona es la de presentar el partido antes de diciembre. Lo quiere hacer con vistas a hacerlo crecer a lo largo del año y sobretodo con la idea de que las elecciones autonómicas y municipales dejen una radiografía clara de cuál es la tendencia de Vox a nivel electoral. Macarena se presentará «sí o sí» a las elecciones generales, pero quiere dejar de margen los comicios de mayo para entender qué posibilidades reales tiene y sobretodo qué garantías puede ofrecer a los altos cargos de Vox a los que quiere atraer a su causa. Macarena Olona está decidida a llevarse a más de un peso pesado de Vox a su partido porque es consciente de que hay más de uno en la formación que no comparte su salida no ha convencido a la mayoría de los integrantes de la formación.

Hay personas en Vox que están a la expectativa. Los 50 de Santiago Abascal se mantendrán firmes, aunque eso es lo que deslizan desde Vox. El problema viene cuando se plantea qué pasará con el resto de la estructura del partido, que se ha abandonado bajo el yugo de Javier Ortega Smith durante años y que ahora ve cómo un cúmulo de malas decisiones aboca al partido a unos resultados inciertos. Al mismo tiempo, hay otro factor que podría ser decisivo a la hora de ver quiénes se quedan y quiénes se van de Vox: la lealtad que muchos mantienen por el perfil de Macarena Olona. En cualquier caso, incluso la propia candidata entiende que los apoyos que despierta en Vox son más de los que a día de hoy se dejan ver.

La formación de Olona empezará con un perfil más o menos bajo. Al menos no intentará seducir y robar a más de un integrante de Vox. La idea, por el momento, es ver cómo se desenvuelven las municipales y autonómicas, cómo afectan al partido los cambios y sobretodo esperar a que haya sondeos realistas y bien elaborados que trabajen con la idea de que el partido de Olona se presente a las elecciones. Ahora mismo, Macarena Olona no trabaja con una radiografía clara de cómo impactaría su partido en el Congreso. Pero en cuanto la tenga, tendrá algún que otro atractivo añadido (o no) para seducir a esos dirigentes que no están contentos en Vox y que buscan un cambio notable.

De momento, el proyecto de Olona ha despertado más curiosidad de la que Vox hubiera querido. La vuelta de Olona a la formación verde no se contempla desde ninguno de los bandos y hay algunos mecenas, muchos de los cuales son magnates latinoamericanos, que han visto con buenos ojos apostar económicamente por la formación de Macarena Olona. Con este escenario, es difícil para Vox contener el huracán Olona dado que el mero hecho de que se presente ya supone una importante pérdida de votos para Vox, incluso aunque Olona se quede en un puñado de diputados. Para Vox, lo mejor sería seducir a la exdiputada para que no se presente, pero el daño que ha hecho Ortega Smith sigue ahí y la parlamentaria está decidida a dar el salto.