Los transportistas votarán este fin de semana si se van a huelga por las promesas incumplidas del Gobierno

Los transportistas de todo el país se preparan para lo que podría ser una nueva huelga contra el Gobierno y las promesas incumplidas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana, y su titular Raquel Sánchez, pues señalan que tras la aprobación del decreto de agosto que contemplaba los acuerdos a los que habían llegado tras la huelga que tuvieron en marzo.

Así lo confirmó a Moncloa.com Rafael Alamillo, miembro de la junta directiva de la Plataforma de Defensa del Sector Transporte, quien advirtió que los miembros de las diferentes regiones votarán el fin de semana, para decidir si se van a la huelga, debido a que se han reducido las tarifas de carga hasta en 20%, razón por la cual se han visto afectados.

«Sabemos que el Ministerio está dispuesto a aprobar que en los actuales camiones se carguen 4 toneladas más para contentar a los cargadores, con el grado de inseguridad que para los conductores y resto de usuarios de las carreteras supone ese sobrepeso en los vehículos (pero para los cargadores sería un ahorro de un camión cada seis camiones», expresa el documento que hicieron público los transportistas para anunciar que el próximo fin de semana decidirán si e van a huelga o no.

Todo parece indicar que las empresas privadas, los cargadores y los operadores pagan montos que se están quedando muy por debajo de los costes reales que demandan los transportistas, por lo que la situación los ha llevado a esta nueva situación de conflicto que los podría empujar a iniciar una nueva huelga indefinida, hasta que la ministra Sánchez destranque el juego y cumpla con lo que señalan los afectados que se había prometido, que no es más que la adecuación de las tarifas hasta lo que ellos consideran justo.

«Lo único que se está pidiendo es que se cumpla con lo que se pautó en agosto, tanto por parte del Ministerio, como por parte de los operadores. Solo pedimos que se pague el precio que tienen que pagar pero hasta que no logremos eso, entonces seguirá en la mesa de comenzar una nueva huelga y así se lo hemos hecho saber a las autoridades», expresó Alamillo a Moncloa.com.

De acuerdo con el documento que hicieron público los miembros de la junta directiva de la Plataforma de Defensa del Sector Transporte, el gremio sabe que «la situación económica actual afecta por igual a otros sectores y que la asfixia a las pequeñas empresas es continua, igual que a los hogares, porque después de transportistas, también somos ciudadanos y padecemos doblemente las circunstancias del país, por lo tanto, todos los ofrecimientos de apoyo que estamos recibiendo, serán aceptados, ya que por nuestra parte, tenderemos la mano a todo aquel que esté dispuesto a defender su dignidad», señalan en el escrito.

Hay que recordar que en marzo el sector se mantuvo en huelga por más de 20 días, lo cual originó problemas en las cadenas de suministros debido a que la paralización del servicio de transporte ocasionó que la mercancía no llegara a sus destinos en el tiempo indicado. De acuerdo con las denuncias de los afectados, señalan que hay más de una docena de compañías que no cumplen con las tarifas, lo que mantiene al sector en pérdidas constantes.

Cuando se dio la huelga de marzo, el Gobierno se sentó a negociar directamente con el Comité Nacional del Transporte por Carretera, que es el gremio que tiene mayor representación, pues reúne a cinco de las organizaciones de transportistas del país, y fueron quienes lograron destrancar el conflicto, tras varias reuniones con la representación del despacho de la ministra Raquel Sánchez.

La convocatoria a paro, que se votará los días 5 y 6 de noviembre, fue definido por los delegados de la organización y de acuerdo con lo que advierten, podría estar casi cerrada, pero quieren consultar a otras organizaciones de transportistas para ver si se plegarían a un nuevo conflicto que obligue al Gobierno a volver a sentarse y negociar unas mejores condiciones que se traduzcan en beneficios para el sector transporte y que evite que haya una nueva crisis en la distribución de suministros, que además afecte a la población.

El gremio es uno de los que se ha visto más afectado por el incremento en los precios de los combustibles, pues no es solo que las empresas no pagan las tarifas adecuadas y que han sido acordadas, sino que la realización de los viajes también les supone un desembolso importante, porque no pueden evadir el aumento de los precios de los combustibles, que pese a que durante los últimos dos meses han bajado los costos, con la llegada del invierno la tendencia es que se vuelvan a aumentar.

Habrá que esperar al fin de semana para que los transportistas votes y decidan si se irán a huelga o si el Gobierno reacciona primero y obliga a las compañías a cumplir con lo que se ha pactado en el verano.