España evalúa la situación sobre la posible recepción de los rusos que huyan de la guerra

España todavía no ha fijado posición sobre una posible llegada de ciudadanos rusos desplazados, a consecuencia del llamado que hizo Vladimir Putin, de reclutar a civiles y a los reservistas de ese país para que se sumen al Ejército para combatir en la invasión a Ucrania.

El mandatario ruso dirigió un discurso a la nación el pasado miércoles en el que hacía un llamado a la población a sumarse a las filas militares, a través de un decreto, lo que ocasionó una ola de desplazados que están intentando abandonar el país para no ir a la guerra.

Una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación señaló que el tema está a la espera de que sea la Unión Europea la que fije una posición, pues es un tema que se debe decidir de manera conjunta entre los 27, pero que posiblemente el próximo lunes el ministro José Manuel Albares haga referencia a tema, en medio de un desayuno informativo que organiza la agencia de noticias Europa Press.

Desde el Ministerio señalan que se trata de una decisión absolutamente política que de momento se está evaluando y que dependerá de lo que se discuta en el seno de la Unión Europea, pues cada caso tendrá que ser evaluado. En Asuntos Exteriores destacan que en el caso de España, siempre ha sido un país solidario cuando de acoger a migrantes desplazados se trata, pues ya lo han hecho con otras nacionalidades y que una vez que la Unión Europea fije posición, se verá la manera en que se pueda abordar el tema de los rusos que posiblemente puedan llegar al país.

Hasta este momento solo Alemania ha decidido que a los rusos que lleguen a ese país y soliciten asilo, se les será concedido, pero en el resto de los países de la región el debate se ha centrado en el hecho de que han pasado siete meses desde que se inició la guerra, y la población rusa no había reparado en las consecuencias que esta invasión militar al país vecino podría tener para ellos, más allá de las afectaciones económicas ocasionadas por las sanciones internacionales impuestas desde Europa.

Las imágenes que ha dejado Rusia durante los últimos dos días es de sus ciudadanos tratando de huir del país, a través de las fronteras terrestre y a través de los principales aeropuertos del país, con destino a aquellos países que no exigen visa y mantienen relación con ese territorio.

Las autoridades finlandesas aseguraron que durante los últimos dos días el número de ciudadanos rusos que han llegado a ese país se incrementó en 57% y que esperan que el número siga creciendo, pues la población civil se resiste a alistarse en el Ejército para combatir una guerra que ha sido decisión de Vladimir Putin.

Tan solo el día del anuncio de que serían reclutados 300 mil reservistas, a Finlandia llegaron 4.400 rusos con la intención de quedarse en ese país o seguir hacia otros destinos que los alejen de la guerra contra Ucrania. Las autoridades de ese país han reportado colas de hasta 35 kilómetros de vehículos que intentan cruzar la línea fronteriza.

Por su parte, Polonia y los Países Bálticos han decidido cerrar sus fronteras con Rusia, para evitar la entrada de sus ciudadanos, mientras la Unión Europea debate y decide cuál será la posición común. Sin embargo, los rusos buscan salir del país por todos los medios posibles, pero se han encontrado con una escasa oferta de billetes aéreos y los que están disponibles tienen unos precios impagables, lo que les limita aún más la posibilidad de salir del territorio; esto sin contar con el gran número de países que exigen visa a los ciudadanos de Rusia para poder ingresar.

En Europa estiman que tras el anuncio de Vladimir Putin a la nación, más de un millón de rusos han decidido abandonar su país y que han decidido asentarse en los países europeos para evitar ser convocados a formar parte de la reserva militar.

La otra cara de la moneda

España ha recibido a más de 135 mil desplazados ucranianos desde que comenzó la invasión rusa, el pasado 25 de febrero, y han sido favorecidos con una residencia temporal que les permite vivir y trabajar en el país, mientras persista la situación de conflicto en su país.

Estas personas han sido trasladadas a varias comunidades del país y han sido ubicados en algunos refugios, donde han recibido ayuda por parte del Estado, mientras logran establecerse y conseguir un trabajo que les permita independizarse.

Las autoridades del Ministerio del Interior han destinado una gran cantidad de recursos económicos para que estos procesos de registro y de regularización de los ciudadanos ucranianos pudiesen llevarse a cabo de manera rápida y efectiva, para hacer más llevadero todo el proceso de integración a la sociedad española.