María Reyes Maroto adelanta a Pilar Llop en las quinielas para liderar el PSOE en Madrid

La ministra de Industria, María Reyes Maroto, lleva meses descolgándose en actos madrileños. Las sospechas siempre han estado presentes, pero nadie se atrevía a afirmar en el partido que la ministra sería la elegida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para fajarse en el Ayuntamiento de Madrid contra José Luis Martínez Almeida. Tiene algo que le gusta al presidente pese a que la mayoría de los socialistas entienden que es un perfil con poco recorrido y algo «gris». Ahora, la decisión está cada vez más clara. Fuentes del PSOE aseguran que tras el bulo de Jorge Javier Vázquez y la amenaza de que Pilar Llop podría ser la candidata, las sensibilidades socialistas se agrupan en torno a María Reyes Maroto. Llegará antes o después, pero ya todos en el Ayuntamiento de Madrid tienen claro que hay que rendir pleitesía a la ministra de Industria. Al menos hasta que cambie de nuevo la tendencia.

Cuando se veía a María Reyes Maroto acompañando a Juan Lobato, secretario general del PSOE de Madrid, en actos municipales se dispararon las sospechas. Había algunos que llevaban tiempo apostando porque el futuro de la ministra de Industria no estaba precisamente en su ministerio. Otros no se planteaban que tuviera ningún tipo de «ventaja» el nombrar a María Reyes Maroto como candidata del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. Pero ahora no se habla de otra cosa en los pasillos del Consistorio, especialmente en el grupo municipal socialista al que todavía no sabe a quién deben seguir en Twitter. Las quinielas han dejado atrás a todos los demás nombres y han puesto en el candelero a María Reyes Maroto, quien será anunciada, según las fuentes, «en breve».

La ministra de Industria, Comercio y Turismo lleva tiempo trabajando con la idea de que sería candidata municipal. Pero no es la única. Hay otra ministra que incluso decidió refugiarse en su despacho con el amparo de su jefe de gabinete, Rafael Pérez, para que no se desgastara su imagen. Pilar Llop estuvo meses esperando que la llamaran desde Moncloa para anunciarle que tendría que bajar a los infiernos municipales en las elecciones de Madrid.

La idea de Moncloa era que María Reyes Maroto se mantuviera en un perfil completamente discreto para ver si así conseguían no levantar la liebre antes de tiempo. María Reyes Maroto lo ha cumplido a rajatabla y no se ha salido del guion ni un poco. También le anunciaron a la ministra de Industria, Comercio y Turismo que debía dejarse ver en algunos actos municipales e incluso autonómicos del partido. Que se la viera junto a Juan Lobato para dejar clara la foto de quiénes son los elegidos para levantar la imagen del PSOE en la capital. Lo hizo una vez más y también de forma muy discreta. Lo suficiente como para hacerse con el control de la candidatura que ahora parece solo suya. Mientras María Reyes Maroto cumplía las órdenes de Ferraz sin rechistar, las demás candidatas (y otro candidato) se quedaban fuera de las quinielas sin saberlo.

La idea que tienen en Ferraz es la de anunciar la candidatura de María Reyes Maroto este mes (lo antes posible) para que pueda empezar a trabajar cuanto antes. La única razón por la que no ha acompañado a otros anuncios de otros candidatos es porque tiene que desempeñar su función como ministra y no quieren que comience a trabajar como candidata utilizando el altavoz que supone dirigir un ministerio. Juan Lobato ya es consciente del nombramiento y del elegido, pero tiene órdenes de Ferraz de no darlo porque no quieren que se anuncie la salida de una ministra a seis meses de las elecciones.

LA GUERRA DESCONOCIDA

Los ánimos están caldeados. El PSOE de Madrid vive una auténtica revolución interna dado que siguen viendo cómo Moncloa utiliza su candidatura a su antojo. Todos daban por hecho que Mercedes González, la delegada del Gobierno en Madrid, sería la candidata al Ayuntamiento de la capital. Sin embargo, una llamada cambió todo y dejó a la socialista a los pies de los caballos. Ahora todos saben que no será Mercedes la elegida pese a que el presidente del Ejecutivo así se lo había dicho. El problema es que tanto Mercedes González como aquellos que pretendían crecer políticamente con ella están visiblemente molestos tanto con Ferraz como con el propio Juan Lobato, a quien consideran que se ha plegado a la voluntad del partido. Estos mismos críticos prevén una guerra interna después de las elecciones porque «no se ha tenido en cuenta a los socialistas de Madrid» para elaborar las listas.

Se habla de Luis García Montero, el marido de Almudena Grandes, y de otras ministras como posibles candidatas. Pero ha sentado visiblemente mal que desde Moncloa no hayan dado un voto de confianza a los socialistas madrileños. Pedro Sánchez está buscando a alguien de fuera para liderar unas listas locales. Pero estos mismos socialistas también ven que algunos de los suyos, como es el caso del secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, siguen la doctrina impuesta por Ferraz. Es todo esto y la destitución de Mercedes González a última hora la que lleva a los seguidores de la delegada del Gobierno a prever una guerra interna feroz después de las elecciones.