Macarena Olona sueña con ser ministra y llave en la mayoría de Feijóo en 2023

El nombramiento de Alberto Núñez Feijóo como presidente del Partido Popular a inicios de abril del presente año fue replicado unos días después por Vox, que temía que el aterrizaje del gallego en Madrid conllevase que los ‘populares’ de distanciasen de ellos a nivel demoscópico, tal y como está sucediendo. 

Santiago Abascal se desprendió entonces de uno de los considerados mejores activos de su grupo parlamentario: la secretaria general de Vox en la Cámara Baja, Macarena Olona, que se lanzó como paracaidista en Andalucía con el objetivo de convertirse en vicepresidenta autonómica. 

Pero la capacidad de Juanma Moreno para mostrarse como el destinatario idóneo del voto útil, y el miedo de sectores centristas al poder de Vox, otorgaron una mayoría absoluta al PP que dejó a los pies de los caballos a Olona, muy criticada por protagonizar una campaña errática en la que sus excesos verbales y sus trajes de flamenca se consideraron como equivocados.

Olona, muy dolida con el comportamiento de ciertos sectores de su partido, renunció a su escaño quince días después de asumirlo y aseguró que una enfermedad le alejaba de la política. Esta tesis fue puesta en duda dentro de Vox por su rápida recuperación. 

La exdiputada y exparlamentaria atrajo focos haciendo el Camino de Santiago y se ha dejado ver por dos veces en sendas conferencias pronunciadas en Sevilla con las que busca abonar un terreno del que podría nacer una escisión de Vox.

Para promoverlo, la alicantina se aferra a un reciente sondeo de Electomanía. Este portal señala que un partido liderado por Olona le arrebataría el 15% de los votantes a Vox, superaría el 11% a nivel estatal y sería llave de la gobernabilidad en un tripartido liderado por Feijóo y acompañado por Abascal, que vería como el espacio de Unidas Podemos estaría en condiciones de arrebatarle la tercera plaza. 

Los 11 escaños que lograría Olona, según Electomanía, se sumarían a los 129 del PP y 38 de Vox. El PSOE, por su parte, se quedaría lejos de poder retener La Moncloa al lograr 95 diputados. Unidas Podemos, por su parte, obtendría 38.

ENFADO CON VOX

Olona mostró en una reciente entrevista su enfado con la cúpula de Vox: «¿Quién vio mi enfermedad como una oportunidad para sacarme de juego? En la respuesta está el origen de la intoxicación que estamos viendo estos días. Unidad. España, lo primero». 

El palo que más dolió a Iván Espinosa de los Monteros fue el siguiente: «Un partido que sea excluyente no puede ser alternativa de nada. Mucho menos de Gobierno. En este caso no hablamos de un partido. En mi camino no va a haber exclusión. Estoy del lado de todo aquel al que le duela España».

La exdiputada también apuntaba a Vox como partido que controla cuentas neonazis y otras que la insultaban: «Lo vomitivo es que se use a uno de los niños del partido para hacer el trabajo sucio de los mayores. Los españoles a quienes tanto he defendido y seguiré defendiendo no van a tragar con esto. Qué poco les conocéis». 

«Cuando pedí la reunión con Abascal se activó mi linchamiento, la maquinaria de triturar carne», señaló la alicantina, que reconoce que «articular un nuevo partido político sería una irresponsabilidad ahora mismo», pero «si en algún momento Vox deja de ser alternativa», reconoce que daría «un paso al frente»

Espinosa de los Monteros dejó claro que la entrevista suponía el final de Olona en Vox: «Hasta aquí. Este es el final del camino». Y el partido enviaba una circular interna a sus cargos públicos para evitar confrontaciones que posibiliten un papel victimista de su exestrella.

«Después de las manifestaciones públicas de Macarena Olona en algunos medios de comunicación en contra de Vox, se ha desatado una ola de comentarios críticos contra ella en redes sociales. Os pedimos que desde ninguna cuenta del partido ni de ninguna cuenta de cargos públicos u orgánicos se contribuya a esa polémica», señalaba Vox.

VOX SIGUE CON SU AGENDA ANTIFEMINISTA

Vox intenta distanciarse del PP y de la propia Olona con una agenda antifeminista que le ha llevado a presentar una querella contra la ministra de Igualdad, Irene Montero, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.

El motivo son las declaraciones que realizó la ministra de Podemos en la Comisión de Igualdad del Congreso, donde según Vox «aseguró que los menores podían mantener relaciones sexuales con adultos». Las afirmaciones no fueron tal, pero Vox asegura que pueden «suponer un delito de corrupción de menores, amparado por el artículo 183 del Código Penal».

La vicesecretaria Nacional Jurídica, Marta Castro, quien ha presentado también un escrito ante el Defensor del Pueblo, asegura en su escrito al Supremo de que las declaraciones realizadas «no pueden ser amparadas por la libertad de expresión de un cargo público y de relevancia como es, ya que, además de diputada, es miembro del Gobierno como Ministra de Igualdad y sus declaraciones constituyen una acción típica, antijurídica y culpable».