El Gobierno quiere acabar con los «mensajes Mr. Wonderful» de Isabel Rodríguez y sacarla de portavoz

El Gobierno tiene claro que hay que hacer cambios profundos en el Ejecutivo. Hay muchos marcados, pero nadie se esperaba que la portavoz Isabel Rodríguez fuera a estar entre ellos. Fue nombrada ministra de Política Territorial con la anterior crisis de Gobierno y desde entonces cogió algún que otro galón más ganándose el puesto de portavoz. El problema es que la sensación en el PSOE es que la defensa de Isabel Rodríguez es más propia de «Mister Wonderful» que de lo que busca el partido. Este último año de legislatura que se viene encima, el Gobierno quiere más agresividad contra el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo. E Isabel Rodríguez no parece la protagonista ideal para esta empresa. Se busca nueva portavoz del Gobierno, y no saben por dónde empezar a mirar.

La portavoz del Gobierno no ha cumplido el papel. La idea inicial del Ejecutivo cuando nombraron a Isabel Rodríguez como la cara visible del PSOE era, primero, sacar a una María Jesús Montero que no acompañaba los mensajes que quería lanzar el Gobierno al gusto del presidente y sobretodo dar una imagen más amable en un momento en el que Pedro Sánchez lo necesitaba. El problema es que ahora Alberto Núñez Feijoo le ha adelantado en los sondeos y la maquinaria de Moncloa quiere cambiar el discurso. Hasta ahora, la idea es la de sacar a Isabel Rodríguez no del Consejo de Ministros, sino de la portavocía del Gobierno lo antes posible para lanzar un mensaje más agresivo contra un PP que gana puntos por cada minuto que pasa gracias al desgaste del PSOE.

La idea del Gobierno es hacer cambios profundos, no solo cambiar a la portavoz del Ejecutivo. Quieren sacar a muchos más ministros de los deseados porque no quieren afrontar las elecciones con caras como las de la vicepresidenta del Gobierno Teresa Ribera, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la ministra de Defensa, Margarita Robles, o la de Justicia, Pilar Llop, en el elenco. También se habla de la salida de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto, por su llegada a la candidatura del PSOE al Ayuntamiento de Madrid. Todos estos cambios se verán como una crisis de Gobierno que también traerá el cambio de portavoz, el problema es que Sánchez no quiere reconocer en forma de ceses que ha hecho las cosas mal. De ahí que se plantee un plan B a montar una crisis de Gobierno como la que vimos en junio de 2021.

Isabel Rodríguez ha mantenido un discurso inspirado en Mister Wonderful

Isabel Rodríguez ha mantenido un discurso positivo más inspirado en los mensajes de Mister Wonderful que en la realidad que atraviesa el país. Tanto es así, que incluso ha habido quejas de cómo se ha tratado la subida de la inflación en este país a través de mensajes positivos con una sonrisa que no han calado nada entre los españoles, a ojos del PSOE. Fuentes del partido insisten en que Moncloa quiere sacar a Isabel Rodríguez porque el PP ha planteado un escenario mucho más hostil que lo que se esperaban. Ahora mismo, para la maquinaria del partido es mucho más eficiente bajar al barro a pelear cara a cara contra Alberto Núñez Feijoo que mantener ese discurso positivista que tan poco rédito político le ha dado al PSOE, tal y como se puede comprobar en las encuestas.

Elevar el tono es fundamental porque además el PSOE entiende que el PP tiene muchos puntos débiles a los que atacar en este año que resta de legislatura. Fuentes del partido aseguran que la sensación constante de que han desaprovechado ocasiones doradas para desacreditar al Partido Popular impera en el PSOE. Saben que el PP aprovechará todo lo que pueda, pero entienden que tienen que pasar al ataque en vez de mantenerse en esa dinámica positivista que nada bueno les ha traído. Isabel Rodríguez no es la cara amable que quieren ahora. No es que hayan apostado por un José Luis Ábalos, pero sí que quieren un tono más agresivo que defienda las medidas llevadas a cabo por el Gobierno con uñas y dientes.

Esto no quiere decir que el Gobierno tenga en el punto de mira a Isabel Rodríguez. De hecho, no quieren alterar su ministerio ni su trayectoria. No es que estén especialmente desilusionados con su trabajo, pero sí que quieren otra cara distinta para asuntos tan importantes como vender las medidas aprobadas por el Gobierno. Isabel Rodríguez está tranquila, pero su paso como portavoz llega a su fin. Como mucho, podrá alargarse hasta 2023. No más.