Joaquín Sabina: «Ahora ya no soy tanto de izquierdas porque tengo ojos y oídos para ver lo que está pasando»

El músico Joaquín Sabina ha presentado en Madrid el documental ‘Sintiéndolo mucho’, que ha dirigido Fernando León de Aranoa sobre los últimos años del cantautor, lamentando «la deriva de la izquierda latinoamericana» que le ha llevado a replantearse su ideología.

«Esta deriva me rompe el corazón, justamente por haber sido tan de izquierdas. Pero ahora ya no lo soy tanto, porque tengo ojos, oídos y cabeza para ver las cosas que están pasando. Y es muy triste», ha explicado Sabina, acompañado del propio León de Aranoa y del músico Leiva, que ha creado la banda sonora de este trabajo.

Sabina ha reconocido que ha estado «mucho tiempo enfadado» con el siglo XXI. «Todo lo que pasaba –Trump, Putin…– eran cosas feas, incluso el lenguaje de gente a través de redes sociales que lo degrada mucho», ha apuntado, para luego añadir que se viene del «fracaso feroz» del comunismo en el siglo XX.

«Aunque el otro día pensando me di cuenta de que era demasiado pesimista: también hay cosas buenas, como la vacuna del covid que ha llegado pronto y bien. También le ha ganado Lula a Bolsonaro, que no está mal, y ha aparecido un héroe extraordinario, que es Zelenski. Poco más», ha añadido.

El músico jiennense ha confirmado que finalmente su nuevo disco junto a Leiva –como productor– no llegará para navidades, sino para 2023. «Podría ser para esas fechas, pero al final hemos decidido que no. Yo me voy de gira a finales de febrero y no me gusta hacerlo sin canciones nuevas, pero grabaremos 3 ó 4 y luego ya sacaremos el disco completo», ha apuntado.

En cualquier caso, no ha aclarado si esta gira prevista para el próximo año será la última. «Aunque tanta gente lo piensa, realmente no sé ni yo mismo si es la última o la penúltima, pero en el título está dicho todo –‘Contra todo pronóstico’–. Lo que sí sé es que salir de gira e ir a Latinoamérica me cura de todas las tonterías», ha defendido.

También se ha referido en varias ocasiones a su imagen pública. «A eso que se dice de imagen pública yo lo llamo caricatura y se refiere a alguien borrachín, putero y noctámbulo y algo de eso se pareció a la realidad en alguna parte de mi vida. Pero ahora, nada», ha afirmado.

LA CANCIÓN POPULAR EN ESPAÑA

El creador de ’19 días y 500 noches’ ha aclarado que no se siente «minusvalorado» en el campo de la escritura, pese a esa «caricatura» a la que ha aludido. «La poesía es lo que más me interesa del mundo y no me siento así: de hecho, mi único libro publicado en Visor ha sido el que más rápido se ha vendido de todo el catálogo de la editorial», ha destacado, para luego añadir que, de todas formas, «hay más poesía» en sus canciones que en esos poemas.

«En el terreno de la canción popular, recuerdo noches interminables con Javier Krahe y que, si teníamos alguna pretensión artística, era la de huir como de la peste de las letras de canciones de la radio. Queríamos ponerle un tinte de poesía a la canción en España», ha indicado.

Sabina ha reconocido que la puesta en marcha de este documental, que se estrena este viernes 18 de noviembre y que ha llevado más de diez años de rodaje, le ha servido para «volver a ponerse las pilas». «Estuve un poco sin ganas de nada durante la pandemia porque pensaba que no iba a ser posible ya volver a la tertulia con amigos, fumando y bebiendo. Pero ahora con esto he vuelto a un estado de euforia que creo que no merezco», ha explicado.

EL ‘CAOS’ SABINA

León de Aranoa ha señalado que este documental comenzó «sin un plan de trabajo ni una estrategia» y, finalmente, ha sido alguien metódico como él quien se ha adaptado «al caos» de Sabina. «Le daba indicaciones y jamás las llevó a cabo, pero es otra manera de disfrutarlo. Al final, quería que la película se pareciera a él», ha comentado con humor.

El resultado es un documental que recoge varios momentos significativos para la carrera de Sabina, especialmente la caída de 2020 en Madrid que ha marcado su devenir de los últimos años y le llevó a una parada obligada. Después de más de diez años de rodaje, León de Aranoa ha reconocido sentir que tenía «un baúl con muchos tesoros» y de ahí que decidiera poner punto y final al rodaje.