La Armada española, como otras de la OTAN, está siguiendo muy de cerca la guerra naval que se desarrolla entre Ucrania y los invasores rusos, obteniendo lecciones que se han tenido en cuenta al poner en marcha el macro ejercicio de estándares OTAN denominado NEMO TRIALS-22
Así, la pasada semana la Armada ha liderado en aguas del Golfo de Cádiz, el citado NEMO TRIALS 22, que responde a las siglas en inglés de Naval Electro Magnetic Operations, o lo que es lo mismo ensayos de operaciones navales electro magnéticas, propias de la moderna guerra naval convencional, como la que se desarrolla al norte del mar Negro entre ucranianos y rusos.
La fase de ejecución del ejercicio llevada a cabo entre los días 31 de octubre y 4 de noviembre significó la culminación de un largo periodo de planeamiento que comenzó hace dos años, que fue liderado por la 31ª Escuadrilla de Superficie, perteneciente a la Fuerza de Combate de la Flota, la cual está basada en el Arsenal de Ferrol (La Coruña).
Según la Armada el objetivo de los ejercicios NEMO TRIALS 2022, es el de avanzar en la interoperabilidad de las Fuerzas de la Alianza Atlántica para actuar en ambientes electromagnéticos complejos. Así mismo, son una herramienta indispensable para poner en práctica líneas de investigación que permitan avanzar en el desarrollo de nuevas capacidades, y para el perfeccionamiento de los procedimientos y la doctrina en el área de las operaciones electro-magnéticas.
La edición de este año ha contado con un notable número de medios participantes, en un amplio abanico de áreas, entre las que se incluyeron novedosos sistemas de detección y defensa contra aeronaves y vehículos navales no tripulados como los usados por los ucranianos en su reciente ataque a la macro base naval rusa de Sebastopol (península de Crimea). Además no se han olvidado las más tradicionales de contar con una eficaz defensa antimisil, que igualmente se está viendo como imprescindible, como pudieron comprobar los rusos al perder el buque insignia de su Flota del Mar Negro, el crucero “Moskva” por impactos de misiles antibuque ucranianos Neptune.
Dado el notable carácter científico y técnico de las pruebas a realizar, muchos de los medios participantes pertenecen a importantes empresas civiles e instituciones, tanto españolas como de otros países entre los que destacan alemanes, noruegos, franceses, italianos y norteamericanos. Para realizar las pruebas, los medios se desplegaron en varios puntos de la costa gaditana.
Los buques de la Armada que han tomado parte en los ejercicios, han sido las fragatas “Blas de Lezo”, “Méndez Núñez”, ambas del más moderno tipo F-100, y el Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) “Cantabria”, unidades todas ellas de la 31 Escuadrilla de Superficie. Además ha participado la fragata “Canarias”, de la 41 Escuadrilla de Escoltas que tiene sede en la base naval de Rota (Cádiz), que es donde se concentraron los navíos previamente a la puesta en marcha del ejercicio.
Además en este supuesto naval de alta intensidad, que se ha desarrollado por Tierra, Mar y Aíre, destaca también la presencia del veterano buque de transporte auxiliar “Contramaestre Casado”, que llevaba trincado en su popa un contenedor de equipos de guerra electrónica o Electronic Warfare (EW). Junto a dichos buques también ha operado un destructor de la Marina Militare italiana, el “Andrea Doria”, un gran navío de escolta que desplaza 7.770 toneladas y tiene 152,9 metros de eslora (largo) de la clase Orizzonte , dotado de un moderno sistema de contramedidas electrónicas o Electronic Countermeasure (ECM) Nettuno-4100, de la firma italiana Elettronica Group.
La Agrupación Naval ha estado al mando del Comandante de la 31ª Escuadrilla de Superficie, el capitán de navío Gonzalo Leira Neira, aunque dada la relevancia también estuvo presente, al menos una jornada, a bordo de una de las fragatas F-100, del actual Comandante de la Flota, el almirante Eugenio Díaz del Rio Jaudenes. También se contó con la participación de unidades colaboradoras del Ejército de Tierra y del Ejército del Aire y el Espacio. En una de las imágenes distribuidas por la Armada se puede ver dos EF-18M del Ejército del Aire y del Espacio y lo que es más interesante una aeronave Aviation Dassault Falcon 20 de la empresa Cobham Aerospace. Esta última compañía británica está especializada en proporcionar EW virtual, con los sistemas que portan sus aviones, como el citado Falcon, sitos en barquillas y pods, que simulan el lanzamiento de misiles hostiles en una amplia variedad de ejercicios de entrenamiento. Sus servicios, que han sido contratados por la OTAN mediante un acuerdo marco, se utilizan además de para testar la defensa antimisiles antibuque o Anti-Ship Missile Defence Evaluation Facility (NASMDEF), para distorsionan los radares y las comunicaciones, simulan amenazas cibernéticas, entre otras funciones NEMO.
Una vez finalizados los ejercicios, comienza la etapa más importante, verdadero objetivo de las NEMO Trials de la OTAN, consistente en el análisis de todos los datos que tanto los buques como los diferentes medios participantes han recopilado a lo largo de la semana de ejecución.