Mientras que en Alemania el Gobierno ha decidido ayudar a la población a superar la crisis por el aumento en los precios de costo de la energía, costeando las facturas, en España, a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, solo se le ha ocurrido una campaña publicitaria en la que responsabiliza a los consumidores por el derroche de la energía, como si se tratara de los alcohólicos anónimos, diciendo que del derroche también se sale.
En eso se ha enfocado la más reciente campaña que se armó Ribera, junto al Instituto de Diversificación y Ahorro Energético, a través de la cual tratan de «educar» a la población sobre algunas de las medidas que pueden tomar para ahorrar energía y evitar así tener que pagar facturas muy elevadas.
Sin embargo, lo chocante de la campaña es que pone a los consumidores como derrochadores, y pretende de esta manera atribuir la responsabilidad al cliente, cuando la realidad es que los precios de la energía se han incrementado durante el último año, y este incremento se ha disparado a consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania, lo que ha ocasionado una crisis energética en toda Europa, por la dependencia del gas ruso.
La campaña emprendida por el Ministerio de Transición Ecológica ha generado malestar entre los usuarios debido a que toma como «ejemplo» las terapias a las que son sometidos los alcohólicos anónimos y señalan que «del derroche» también se sale, como si se tratara de una enfermedad, que ejemplifican con varios casos en los que personas hacer, según ellos, un uso indiscriminado de la energía y siguieren algunos cambios de hábitos, como el uso de la bicicleta o vestir ropa abrigada en casa, en lugar de utilizar la calefacción, solo por mencionar dos de los ejemplos que mencionan dentro de la campaña publicitaria que presentó la ministra Teresa Ribera recientemente.
«Todos, de algún modo, malgastamos energía sin darnos cuenta. Es el momento de reconocerlo y de cambiar. Esto no significa renunciar al confort ni realizar grandes inversiones económicas; las medidas de ahorro energéticas más eficaces pasan por modificar nuestros hábitos. Solo con interiorizar algunas sencillas pautas de conducta, podemos reducir mucho nuestros consumos en casa, el trabajo o el transporte. Además, hay muchas ayudas y subvenciones que puedes aprovechar», es el texto principal que utilizan para la campaña.
En la página web donde alojaron la campaña también se les ha ocurrido instalar un apartado para que las personas puedan hacer un test que supuestamente determinar lo «derrochadores» que pueden llegar a ser, según algunas costumbres o prácticas que tienen en su vida cotidiana.
Esta campaña además tiene un decálogo donde señala que se debe utilizar la calefacción a 19 grados, que se deben utilizar luces LED, que ofrecen la misma iluminación, pero con un consumo más bajo de energía, recomienda utilizar el lava vajillas, la lavadora y la secadora solo cuando estén a máxima capacidad y en programas más económicos, al comprar electrodomésticos, sugieren que se debe revisar la etiqueta energética.
Uno de los puntos más curiosos dentro del decálogo que se le ha ocurrido al ministerio de Teresa Ribera es el hecho de que las personas compartan sus vehículos particulares y que utilicen el transporte público para ahorrar costos, con la sugerencia de «evita viajar en coche». Otra de las recomendaciones es que en los trayectos cortos, es preferible ir a pie o la utilización de vehículos sostenibles, como la bicicleta.
Lo interesante de esta campaña sería ver cuántos de los ministros del Gobierno de Pedro Sánchez estarían dispuestos a a tomar en cuenta algunas de estas recomendaciones de Teresa Ribera, sobre todo las referentes a renunciar a ciertos privilegios como renunciar al uso del coche, o mejor aún, compartirlo con los vecinos.
Entre las recomendaciones que contempla el decálogo de Teresa Ribera, están unas que conllevan además a unos gastos considerables, pues incluyen la remodelación de estructuras de las casas, de manera que se puedan hacer instalaciones de paneles solares que fomenten el autoconsumo para la comunidad en la que viven o en el hogar.
Para el Ministerio de Transición Ecológica, parece poca cosas el hecho de tener que invertir en la rehabilitación de una vivienda, pues sugiere a los usuarios que al momento de hacerlo no se debe escatimar en el gasto de los cerramientos exteriores, como balcones o ventanas y lo plantean como una opción para ahorrar dinero y ganar confort en el hogar.
Lo cierto es que el mal enfoque de la campaña no ha tenido la aceptación esperada, pues más allá de incentivar a los usuarios a implementar medidas de ahorro, los hace lucir como si la manera de utilizarla los convierte, de manera automática en unos derrochadores, sin pasar por el reconocimiento del problema real que son los costos de la energía que durante el último año se han incrementado más del doble.