Mar Espinar y Enma López preparan la amenaza de unas primarias «hostiles» para el PSOE

El PSOE tiene un problema con el Ayuntamiento de Madrid. El nombramiento de María Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, como candidata del partido para la capital ha levantado muchas reservas. Especialmente las de aquellas personas que aspiraban a ese puesto y que no han sido consideradas por Ferraz en ningún momento. La concejala Enma López, la portavoz del grupo municipal, Mar Espinar, y la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, están en pie de guerra. Algunas plantean simplemente una batalla fría a lo largo de la legislatura, pero otras, como Enma López o Mar Espinar, han puesto encima de la mesa unas primarias que incomodan al partido. Moncloa tiene el ojo puesto en las dos concejalas. A la primera la han ofrecido prebendas si no monta las primarias, pero a la segunda la quieren directamente fuera del grupo lo antes posible.

Desde Moncloa han empezado la operación Reyes Maroto. Pasa por darla a conocer ante los madrileños y también por dejar que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se hunda, tal y como indican las últimas encuestas. El problema es que no contaban con los pequeños problemas que podían surgir a manos de las concejalas rebeldes del PSOE. En Madrid, los socialistas funcionan de forma paralela a las órdenes de Ferraz. Es cierto que el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, está plegado a las órdenes de Moncloa, pero el resto del partido en la capital sigue una hoja de ruta completamente diferente. Están los «mercedistas», quienes apostaban porque la delegada del Gobierno sería la candidata del PSOE en Madrid; están los seguidores de Enma López y luego está Mar Espinar, quien tiene menos apoyos.

Enma López fue la primera en poner encima de la mesa su determinación para presentarse a unas elecciones primarias para ser la candidata socialista. Ante esta pretensión, Mar Espinar, consciente de la imagen que tienen de ella en Moncloa, también está decidida a presentarse a estas primarias. Y luego está Mercedes González, quien no tiene intención de «dar más guerra», pero quien ha conseguido que sus seguidores estén preparados para dar la batalla durante la legislatura.

En Ferraz temen considerablemente unas primarias porque el PSOE de Madrid siempre ha seguido una hoja de ruta distinta a la de Moncloa. La rebeldía del Partido Socialista de la capital ha hecho que en el entorno de Pedro Sánchez estén viviendo cierta tensión interna porque si se presentan unas primarias no sienten que esté garantizada la candidatura de María Reyes Maroto. La idea de que Reyes Maroto vaya a arrasar en esas primarias solo se sustenta en el hecho de que al ser la «elegida» por Ferraz la vayan a votar, el problema es que el sentir en el PSOE de Madrid no está precisamente en consonancia con la línea de Moncloa. De hecho, muchos se sienten agraviados por cómo se entrometen en los asuntos de la delegación territorial sin tener en cuenta las opiniones de ningún socialista madrileño. Y a esto hay que añadirle que no sería una candidatura alternativa, serían dos aderezadas por la hostilidad de los «mercedistas».

Para Moncloa, el mal menor es Mar Espinar porque entienden que no tiene apenas apoyos internos. Enma López sí les preocupa más, por no hablar de que tiene buena relación con algunos socialistas cercanos a la Moncloa. Que la concejala se presentara sería un problema. Tanto, que ya hay voces en el PSOE que consideran que el líder socialista le ha ofrecido a la dirigente madrileña hasta un ministerio por apartarse de las primarias, algo que no convence a otras fuentes socialistas pero que no niegan desde el PSOE de Madrid. Enma López vería con buenos ojos dejar Madrid, pero tiene que ser fina a la hora de utilizar este arma arrojadiza.

María Reyes Maroto, entretanto, ya trabaja como si fuera la candidata. Han preparado algún vídeo promocional además de algún que otro mensaje en los medios. También han hecho incluso una sesión de fotos algo criticada porque quisieron demostrar que estuvo en Madrid más de lo que en realidad estuvo (paseando por El Retiro con la misma ropa, pero distintas chaquetas para disimular). Mientras Reyes Maroto se prepara, en Moncloa buscan apagar un incendio que amenaza el futuro político, y la salida, de la ministra.