El PSOE espera convencer a Feijoo de los peajes obligatorios tras su giro ecologista

Alberto Núñez Feijoo ha abierto la veda con los vehículos. Los coches son una pequeña obsesión inesperada para el presidente del PP. Para el líder popular, todos los coches con más de diez años de antigüedad deberían tener prohibida la circulación. Este mensaje, que ha desatado la rabia en Génova, ha abierto una vía inesperada para el PSOE para un acuerdo sobre los peajes. El Partido Popular no quiere que se conviertan en una obligación para todos los españoles, pero sí que entiende (o al menos trabaja en ello) que dar ventajas como eximir del pago de los mismos a los vehículos menos contaminantes podría ser una forma de «presionar» a los españoles para renovar el parque móvil. La nueva obsesión de Feijoo, que no del PP, es la de meter mano en los vehículos más «antiguos», pero tras este mensaje también se ha abierto a hablar de los peajes obligatorios, algo a lo que el PSOE se ha comprometido con Bruselas.

El Partido Popular no quiere los peajes obligatorios como algo en forma de nuevo impuesto encubierto. Esto lo dicen también desde el entorno de Alberto Núñez Feijoo. La diputada popular Elena Castillo aseguró que su partido quería «evitar un sablazo y nuevo impuesto que repercutirá en todos los ciudadanos de este país». Sin embargo, el nuevo cambio de criterio de Feijoo ha cogido por sorpresa a un partido que ahora se espera cambios respecto a la política popular con la circulación. La sorpresa fue generalizada este pasado martes cuando Alberto Núñez Feijoo aseguró que la mejor forma de reducir la contaminación pasa por prohibir circular a los coches más antiguos. Pero esto también ha abierto una vía que el PSOE pretende aprovechar: aprobar un sistema generalizado de peajes con el apoyo del PP es posible ahora que Feijoo ha comprado el discurso eco de Unidas Podemos.

El dar ventajas a los que renueven su parque móvil es algo que seduce a Alberto Núñez Feijoo

Alberto Núñez Feijoo está sensibilizado con la contaminación de los coches de más de diez años. Por todo esto, el PSOE espera que una de sus soluciones con los peajes salga adelante: la que consiste en eximir del pago de las tasas a los coches que no contaminen, es decir, a los eléctricos. El dar ventajas a los que renueven su parque móvil es algo que seduce a Alberto Núñez Feijoo sobremanera, aunque no al resto del Partido Popular. Independientemente de los problemas internos que pueda tener el presidente del PP, lo cierto es que los socialistas han encontrado lo que creen que es un punto de encuentro con los populares. Si Feijoo quiere prohibir circular a los coches con más de diez años, querrá dar ventajas a los que tengan coches modernos y menos contaminantes.

Feijoo tiene que lidiar con muchos problemas internos antes, pero está decidido a abrazar una política ecologista con respecto a los automóviles. Ya no es, de momento, una cuestión de que sean o no de combustión. Feijoo no se ha mostrado partidario de forzar la venta de coches eléctricos. Es una cuestión de antigüedad de los vehículos. En el PP no entienden el discurso nuevo del líder, pero acatarán con lo que toque. El PSOE, sin embargo, sí aplaude que el presidente popular sea sensible a la contaminación que generan los coches del 2012 hacia atrás.

EL PLAN DEL GOBIERNO… Y DE ¿FEIJOO?

El Gobierno impondrá los peajes en todas las autopistas y autovías en 2024. Es un compromiso con Europa que probablemente supondrá una losa para este PSOE que irá a las elecciones generales con las encuestas en contra. Sin embargo, lo curioso es que el equipo de Raquel Sánchez, ministra de Transportes y Agenda Urbana, está explorando nuevas vías para imponer los peajes. La idea inicial de poner una pegatina en el parabrisas que para que la lean las cámaras para determinar cuántos kilómetros ha recorrido al año el conductor para luego mandarle la nota con los impuestos pierde fuelle por la complejidad técnica que conlleva. Raquel Sánchez, en un alarde de originalidad, ha propuesto a nivel interno la posibilidad de, directamente, cobrar una tasa para que los coches puedan circular por las autopistas y autovías. Simple, fácil de ejecutar y, sobretodo, clara a la hora de determinar cuánto recaudará el Estado gracias la medida.

Se ha reactivado el debate de los peajes no porque el Gobierno esté interesado en hacerlo, sino porque los 70.000 euros en forma de subvenciones de los fondos covid dependen de ello. Uno de los compromisos era precisamente ese: el de imponer peajes en 2024 para hacer más sostenible la red de carreteras. El problema era que todas las ideas que se dejaban escuchar por el Ministerio de Transportes no convencían ni a Moncloa ni a los propios funcionarios. Con todo esto, y ante la complejidad técnica que suponía imponer peajes en todas las autopistas y autovías, el ministerio ha entrado en una deriva de simplificación que acabará convirtiendo los peajes en una tasa nueva para poder circular.