Podemos da la orden interna de «huir hacia adelante» con la ley del sí es sí y no reconocerán su chapuza

El Consejo General del Poder Judicial lo advirtió tal cual, pero Podemos se resiste a reconocer que quien redactó la ley del solo sí es sí aún debería repetir alguna asignatura de la carrera de Derecho. Aún así, en Podemos han dado la orden interna de huir hacia adelante y de no hacer caso a las críticas internas ni a las peticiones de revisión de penas de los delincuentes sexuales. En el Consejo General del Poder Judicial no dan crédito. Pero Podemos tiene claro que no piensan ceder. La oleada de revisiones es culpa de un error técnico de la ley y los vocales ya han advertido que habrá más problemas. Pero Podemos tiene otros planes. Hasta un miembro de La Manada condenado por un delito sexual ha pedido una reducción de condena.

Se llama lawfare. Es una idea por la cual Podemos recuerda a los suyos que las instituciones judiciales les persiguen de forma agresiva con todo lo que tienen para evitar que cambien las cosas para mejor. Esto es la teoría. En la práctica, el problema es técnico. Fuentes del Consejo General del Poder Judicial aseguran que no hay ninguna carga ideológica a la hora de juzgar el escrito que ha salido de la maquinaria del Ministerio de Igualdad. Simplemente es un análisis completamente técnico de la misma. Aún así, el orgullo infantil de Podemos les ha llevado a dar la orden interna de llamar machista a todo aquel que se atreva a cuestionar la ley de solo sí es sí.

El Gobierno se quiere meter, pero con discreción porque no quieren enfadar a sus socios. Pero desde el PSOE entienden que es necesario revisar la ley porque saben que traerá problemas, tal y como advirtió con una carta al departamento de Montero. En Podemos están buscando responsabilidades internas, pero de puertas para afuera tienen claro que no reconocerán en ningún momento que se equivocaron. Y menos cuando se trata del departamento de Irene Montero. Esa orden interna la ha ejecutado Pablo Echenique y la seguirán todos los miembros de Podemos, incluida la desaparecida secretaria general de Podemos, Ione Belarra.

LA RESPUESTA DE LA VOCAL

La abogada y vocal del CGPJ Pilar Sepúlveda ha alertado este jueves sobre los efectos a futuro de la nueva Ley de Garantías de la Libertad Sexual, conocida como la Ley del ‘solo sí es sí’, más allá de la revisión a la baja de sentencias ya producidas, y que ha señalado es «más preocupante» porque supone que los delitos de violencia sexual grave que se juzguen de ahora en adelante tengan «menos penas» al haberse bajado los máximos penales.

«En el texto de la ley se expresa claramente que las penas máximas se bajan. No solamente se revisan las sentencias anteriores; es que de futuro, que es una cosa que también es preocupante, los hechos más graves en temas de violencia sexual serán castigados con menos pena», ha resaltado Sepúlveda en declaraciones a Canal Sur recogidas por Europa Press.

La vocal ha invitado a «acercarse y ver realmente el texto de la ley» y ha recordado que el CPGJ ya advirtió sobre esta situación en varias páginas de un informe elaborado durante la preparación de la ley. Además, ha sostenido que en las conclusiones de ese documento también «se advertía claramente que ello llevaba aparejada la revisión de las sentencias anteriores».

«Es un principio general del derecho penal que la pena más favorable es la que se le va a imponer a reo», ha subrayado Sepúlveda, que ha insistido en su intervención en la necesidad de tener en cuenta no solo estas modificaciones, sino el efecto en futuras sentencias, donde las penas por «hechos de violencia sexual muy grave» las penas «van a bajar mucho».

La abogada ha admitido que «no se puede dar marcha atrás» para revertir las reducciones de condena al amparo de esta ley, pero sí ha invitado a corregir lo antes posible el texto precisamente para evitar estas situaciones a futuro, algo que le «preocupa más». «Creo que una pequeña modificación llevaría consigo a que una ley que es buena sea mejor», ha considerado Sepúlveda, que además ha rechazado que los magistrados no tengan suficiente formación. «Habrá personas que no den la calidad, pero será muy puntual porque la mayoría de los jueces están muy preparados», ha zanjado.