El Ministerio de Asuntos Exteriores guarda silencio sobre la llegada de la «reina del arroz con pollo» de Maduro

La llegada de Coromoto Godoy como supuesta embajadora de Venezuela en España tiene al Ministerio de Asuntos Exteriores haciendo malabares para justificar el por qué la amiga íntima del dictador Nicolás Maduro ahora anuncia a través de sus redes sociales que llegó al país para hacerse cargo de la misión de la embajada, «con Bolívar y Chávez».

Por los predios del Palacio Presidencial de Venezuela, a Godoy la conocen como «la Reina del Arroz con pollo» y no paran de comentar la cercanía de la funcionaria chavista con Nicolás Maduro y el malestar que ello ocasiona en la pareja presidencial, y tras su llegada a España, en Moncloa.com intentamos obtener una versión oficial sobre la condiciones de la llegada de Godoy al país, pues hasta este momento no se ha hecho ningún anuncio oficial por parte del despacho del ministro José Manuel albares, ni se ha oficializado su designación en el Boletín Oficial del Estado, donde usualmente se publican este tipo de nombramientos.

Tampoco se le ha ofrecido una explicación al embajador Antonio Ecarri, designado como el representante diplomático del gobierno interino de Juan Guaidó, que es el mandatario de Venezuela, reconocido por el Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez, que de hecho esta semana estuvo reunido con representantes del Parlamento Europeo para hablar sobre la situación de los refugiados venezolanos en América Latina y en España.

Mientras en España la situación se tensa por la opacidad del Ministerio de Asuntos Exteriores, en Venezuela la situación no mejora, pues Cilia Flores, la esposa de Nicolás Maduro, no está nada contenta con la designación de Godoy y menos con la responsabilidad que le han encargado, de intentar abrirle el camino al dictador venezolanos para que sea recibido en Europa, y espacialmente en España, por su afinidad ideológica con Pedro Sánchez.

Godoy anunció su llegada a través de la cuenta de Twitter, donde publicó imágenes de ella llevando una ofrenda floral hasta la estatua de Simón Bolívar que está en el Parque del Oeste, donde escribió «Llegué a Madrid y vine a verte, Padre Bolívar, como nos enseñó Chávez, para renovar las fuerzas, para jurarte lealtad. Vine a verte como una hija a un padre. Enséñame el camino, dame la mano y guía mis pasos en esta nueva etapa».

Desde el Ministerio de asuntos Exteriores ya llevan un rato haciéndose los locos en relación con el tema de las relaciones del Gobierno de Pedro Sánchez con Nicolás Maduro y ya han sido varios los aspectos que han hecho saltar las alarmas sobre la aceptación del dictador venezolano.

No en vano, el pasado mes de septiembre el ministro José Manuel Albares se reunió con el canciller venezolano, Carlos Faría, en el marco de la celebración de la 77 asamblea general de la Organización para las Naciones Unidas, en Nueva York, lo que ocasionó múltiples reacciones por parte de los venezolanos y de autoridades de otros países que criticaron el acercamiento, por lo que desde el despacho del ministro Albares tuvieron que salir a negar que estuviesen «lavándole la cara» a Nicolás Maduro.

No obstante, Albares también fue a parar el pasado fin de semana a Francia, donde se efectuó una reunión entre los representantes del régimen de Maduro y miembros de la oposición venezolana, que protagonizaron otra jornada de diálogo y negociación con miras a preparar el terreno para sacar a Venezuela de la crisis política y económica que ha ocasionado Nicolás Maduro durante los nueve años que lleva en el poder y los 14 años rpevios que estuvo el fallecido dictador Hugo Chávez.

Coromoto Godoy llegó a España para sustituir a Mauricio Rodríguez, cuyo cargo era encargado de negocios del consulado de Venezuela y con quien las autoridades del Ministerio de Asuntos Exteriores se entendían. Sin embargo, jamás tuvo credenciales como embajador, pero la funcionaria chavista ha llegado a la capital española con ínfulas de que ella es la embajadora y que trabajará de la mano con Glenna Cabello, hermana de Diosdado, el número dos del chavismo.

Entre ambas funcionarias se encargarán de las gestiones para que se le abran las puertas a Nicolás Maduro en Europa, pero será Cabello, que actualmente es la cónsul de Venezuela en Bilbao, la que se encargará de los actos más públicos, mientras que Godoy tendrá la responsabilidad de gestionar los encuentros más bajo perfil para hacerle propaganda al régimen chavista en España.

Días atrás, antes de hacer oficial su designación como representante diplomática de Venezuela en España, la embajadora Godoy se hizo eco del comunicado que emitió la Cancillería de Venezuela en contra de la decisión de la Unión Europea de ratificar las sanciones contra el régimen venezolano y 17 de sus funcionarios, a quienes se les señala de ser responsables de la cooperación para la violación de derechos humanos y la vulneración de la democracia en el país caribeño, en sus actuaciones como parte del régimen que dirige Nicolás Maduro.