La Audiencia Nacional (AN) juzga desde este martes a seis hombres como presuntos integrantes de una célula yihadista desarrollada con «el ideario» del Estado Islámico y que tenía entre sus planes «la perpetración de un atentado» en Barcelona, donde estaban asentados.
El juicio debía haber arrancado el pasado lunes, pero el tribunal acordó suspender la primera sesión debido a la ausencia de dos abogados.
En su escrito de acusación, la Fiscalía pide entre 14 y 8 años de prisión por delitos de promoción y dirección de un grupo terrorista, de integración en grupo terrorista y de colaboración activa con grupo terrorista.
Rabah H., alias ‘Rabeh’ o ‘Berkan Azizi’, es para el Ministerio Fiscal el líder de la célula terrorista afincada en Barcelona y en la que se habrían integrado Omar N., encargado de formación y contacto con DAESH; Hatab S., alias ‘Miami’, al mando del aparato informático, y Lyes A., alias ‘Soufian’, identificador de objetivos.
Sostiene el fiscal que la célula se encontraba en disposición de actuar en la capital catalana. «No solo se habían formado teóricamente en los postulados del salafismo yihadista radical, sino que además se habían adiestrado en la elaboración de explosivos y en el manejo de otro tipo de armas y habían iniciado el proceso para proveerse del armamento necesario a tal fin», explica en el escrito.
Para elaborar sus planes de atentado, dice el Ministerio Público que habrían contado con la ayuda de Younas E. para intentar obtener armamento y de Hichem H. para conseguir datos sobre objetivos.
Y, según explica el Ministerio Público, la célula «estaba en contacto» con Estado Islámico a partir de Omar N. y «a través de un complejo sistema consistente en el uso encadenado de diversas aplicaciones, ajenas entre sí» y «cuyo uso secuenciado permitía establecer una interlocución directa con el ISIS».
Para contactar con miembros del DAESH, Omar N. accedió a un blog administrado por alguien que decía ser un contacto autorizado de la organización en la zona de conflicto en Oriente Medio. Después, fue remitido a aplicaciones de mensajería instantánea en las que habría conversado «directamente», a partir de junio de 2018, con responsables de ISIS, que le mantenían «puntualmente» informado.
Además, en paralelo a esos contactos con ISIS, Omar N. consultó páginas web que recogían manuales sobre fabricación artesanal de explosivos para «lobos solitarios», expone el Ministerio Público.
También a través de internet, el presunto líder de la célula, Rabah H., con el fin de mantener en comunicación con DAESH a la célula que dirigía, accedía a listas con contactos de yihadistas y consultaba los vídeos publicados por productoras de la organización.
En su rol de liderazgo, Rabah H. convocaba reuniones para formarse en la ideología salafista radical, suministraba material propagandístico de corte yihadista para sus compañeros, imponía normas de conducta y seguridad, repartía tareas y fijaba objetivos.
Como objetivos se fijaron «especialmente» en «intereses rusos» y, por ejemplo, Lyes A. fotografió tres yates de empresarios rusos que se encontraban anclados habitualmente en el puerto de Barcelona.
Las reuniones tenían una «doble finalidad», según la Fiscalía: por un lado, unir al grupo en su voluntad terrorista y, por otro, al estar abiertas a la participación de terceras personas, incluso menores de edad, facilitaban la captación para futuros yihadistas.
«Gracias a esta conexión directa, los miembros de la célula podían consultar cuanto material novedoso fuera publicado por alguno de los canales oficiales del ISIS, en ocasiones incluso a los pocos minutos de su publicación en internet por parte del grupo terrorista, así como estar informados casi en tiempo real de los atentados que se produjeran», detalla el fiscal en el escrito.
La célula, que según el relato de la Fiscalía «mantuvo contactos con otras personas que han sido objeto de diversas investigaciones por terrorismo yihadista» en la propia Audiencia Nacional, navegaba por la ‘deep web’, donde encontraba «todo tipo de material de corte salafista violento y radical», como atentados o ejecuciones.
Otros de los presuntos integrantes de la célula, apunta la Fiscalía, buscaron por internet diversos tutoriales «sobre el manejo de cuchillos de combate» además de «indicaciones sobre cómo desarrollar con éxito ataques mediante atropellamientos masivos».
«Una vez obtenida la necesaria formación y cohesión ideológica de la célula, formada la misma en la utilización de explosivos y cuchillos y en cómo realizar con éxito atropellamientos masivos y con la expectativa de obtención de material de guerra, se procedió a marcar los objetivos posibles», añade el escrito de la Fiscalía.