El Gobierno no quiere subir tanto el gasto militar. Al menos en las últimas semanas se ha dedicado a esquivar las presiones de la OTAN que piden disparar el gasto en Defensa más allá del 2% del PIB. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha vuelto a dar un toque al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha advertido que cuando piden subir el gasto en Defensa al 2% es solo un umbral mínimo que en un escenario ideal debería ser superado. El Ejecutivo, sin embargo, se ha dedicado a no dar respuesta porque en los Presupuestos no tienen claro que puedan aprobar ni siquiera el umbral mínimo que exige la OTAN. Unidas Podemos, ERC y el PNV no son propicios a perder dinero para enviarlo a las Fuerzas Armadas. La Organización del Tratado del Atlántico Norte, sin embargo, vuelve a vivir esos momentos de «poca comunicación«, con el Ejecutivo.
El gasto militar ascenderá el próximo año al 1,2% del PIB. Esto supone más o menos un gasto en torno a los 16.000 millones de euros anuales. La idea es llegar a los 24.000, lo que supondría el 2%, pero lo cierto es que para el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, no es suficiente y ha querido matizar al Gobierno que cuando se refiere a ese 2% en realidad habla de un umbral mínimo que todos deberían superar con creces. Se trata de aumentar la compra de material militar, pero el Ejecutivo tiene que lidiar con los otros partidos políticos que sacarán adelante los Presupuestos Generales. Esos PGE no contemplarán ese 2% dado que Unidas Podemos y ERC ya han avisado que no estarán dispuestos a llegar a tanto. Pero al menos subirá hasta el 1,2%, algo totalmente insuficiente para el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El problema no es tanto la presión de la OTAN, sino cómo el Gobierno esquiva la respuesta. Desde el Ejecutivo son perfectamente conscientes de que no pueden comprometerse a una subida del gasto en Defensa hasta el 2% del PIB. Los socios de Gobierno lo tienen claro, pero también la investidura deja en evidencia las complicaciones de los compromisos de Pedro Sánchez. En estos PGE no hay solución y ya han dejado claro que solo se llegará a los 16.000 millones de euros. Y para los próximos hay unas elecciones que estarán marcadas por el ascenso y el crecimiento de Alberto Núñez Feijoo y por cómo las formaciones condicionarán la nueva investidura de Pedro Sánchez.
El escenario que ha traído la guerra de Ucrania ha cambiado el panorama, pero los intereses políticos de la izquierda siguen condicionando los Presupuestos de una forma incómoda para los intereses del Gobierno. La buena noticia para el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, es que el Partido Popular sí que se ha comprometido con los socios de la Organización a aumentar el Presupuesto militar, lo que no supondrá tanto problema dados los hipotéticos socios de Gobierno del PP.
La presencia de Unidas Podemos incomoda a los socios de la OTAN, algo que no es nuevo para el Gobierno. La idea es la de depender menos de ellos. De hecho, toda esta complicada situación y la intención del PSOE de sí complacer a los socios de la OTAN ha llevado al Partido Socialista a plantearse, entre otras cosas, la gran coalición para salvar algunos pactos de Estado como puede ser desde la renovación del Consejo General del Poder Judicial o aumentar el presupuesto en Defensa. La idea de un pacto de Estado seduce en ambas partes porque el Partido Popular tampoco quiere entregarse a Vox o a Ciudadanos para tomar las decisiones. Con todo esto encima de la mesa, parece que sí que es posible cumplir con las exigencias del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.