Unidas Podemos se inventa un problema que no existe para conquistar votos «sexistas»

Una de las principales «obsesiones» de Unidas Podemos, especialmente desde su llegada al Gobierno de España junto al PSOE, es la «lucha» feminista de Irene Montero, que se ha extendido a buena parte de los ministerios liderados por los morados. También en el Ministerio de Consumo que, a pesar de sus continuas polémicas, no ha dudado en defender la necesidad de que la publicidad sobre los juguetes infantiles respondan a un cierto «código ético» establecido desde su departamento. Un código, similar al estipulado por Irene Montero en el Ministerio de Igualdad que, sin embargo, parece incluir en la sociedad española un problema sin precedentes en el sector de la publicidad y el márketing.

La Igualdad se ha convertido en el principal «proyecto» de Unidas Podemos desde su llegada al Gobierno de coalición con el PSOE. Algo que no ha pasado desapercibido, especialmente con las acciones de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que no ha dudado en intentar sacar adelante proyectos como la Ley Trans o la conocida como «Ley del sólo sí es sí», a pesar de la evidente oposición, no sólo de los partidos de la oposición, sino también de algunas de las principales asociaciones feministas del país, que no llegan a aceptar la normativa diseñada por la ministra podemita.

Sin embargo, Irene Montero no ha sido la única dentro del Ejecutivo nacional que no ha dudado en aprovechar el «tirón» feminista para su discurso ministerial. Así pues, el siempre polémico ministro de Consumo, Alberto Garzón, parece haber «interiorizado» esta cuestión dentro de la estrategia de su departamento. En concreto, a través de los mensajes de consumo responsable que se han diseñado en su Ministerio de cara a las Navidades de 2022.

ALBERTO GARZÓN PROHIBE LA PUBLICIDAD «MACHISTA»

Las Navidades en España van a ser muy distintas. Al menos, para los más pequeños del hogar, a la hora de buscar sus objetivos para la carta de los Reyes Magos. Y es que, a partir de este 1 de diciembre, quedan terminantemente prohibidos los anuncios «machistas», en los que se vincule la imagen de las niñas con productos de juguetería como las cocinitas o las muñecas.

Una prohibición que llega de la mano del ministerio de Alberto Garzón, después del acuerdo al que llegaba el líder de Izquierda Unida el pasado mes de abril con la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes y Autocontrol. Acuerdo que se centraba en los límites de la publicidad de juguetes, como método para «evitar sesgos y roles de género» entre los más pequeños.

Así pues, el ministro de Izquierda Unida, a través de un código deontológico de 64 normas, busca «promover y fomentar una imagen plural, igualitaria y libre de estereotipos de los menores» en el caso de la publicidad de los juguetes infantiles. Una imagen «plural» que, tal y como asegura el ministro, acabará con las «connotaciones sexuales» de juguetes como las cocinitas o las casas de muñecas, que para Garzón, suponen «discriminatorios y vejatorios».

En definitiva, una normativa impuesta por el ministro, a pocos días de la celebración de Papá Noel o los Reyes Magos, que impedirá a marcas y comerciantes dar indicaciones expresas o tácitas sobre para qué sexo deben ser estos juguetes; tampoco utilizar colores «diferenciadores» (como el rosa o el azul), buscando siempre la utilización del famoso «lenguaje inclusivo» defendido a capa y espada desde Unidas Podemos.

UN PROBLEMA INEXISTENTE EN LOS AÑOS 90

Problemática que parece «obsesionar» a Unidas Podemos, hasta el punto de haber convertido esta cuestión en uno de sus principales discursos dentro del Gobierno nacional. Problema sobre la sexualidad de los juguetes, y la inclinación «machista» de los mismos que, sin embargo, parece no tener excesivo fundamento. Al menos, para los más pequeños de la casa, y para aquellas empresas que, de forma histórica, se han encargado de producir estos divertimentos para niños.

Así pues, tal y como ha comprobado Moncloa.com, lo cierto es que muchos anuncios y publicidades de estos productos, fechados en las décadas de los 80 y los 90, no hacen diferenciación alguna entre juguetes para niños o para niñas. Tanto es así, que se puede comprobar cómo aparecen menores de ambos sexos en anuncios «prohibidos» por Alberto Garzón como son las casitas de muñecas, playmobil, elementos de cocina, o incluso las conocidas muñecas «Famosa». Del mismo modo, en estos anuncios aparecen niñas en juguetes «para chicos», con profesiones como médicos o mecánicos.

Muestras de la publicidad de estos juguetes infantiles de los últimos 30 y 40 años que parecen desmentir el discurso de Unidas Podemos con respecto al sexismo de los juguetes. Y que, especialmente, vuelven a poner en el punto de mira al ministro de Consumo que, una vez más, parece haber sido «traicionado» por sus propias campañas publicitarias. Unas campañas que, sin embargo, marcarán las esperadas Navidades de 2022, esta vez, por fin, sin restricciones tras la pandemia del coronavirus, aunque sí manteniendo la «pandemia de Igualdad» promovida por el sector podemita del Gobierno nacional.