La entrega por parte de la empresa pública española Navantia el pasado día 4 de diciembre a la Real Marina Saudí de la tercera de las cinco corbetas construidas en sus astilleros de la Bahía de Cádiz, supone un cambio mediático en la postura del Gobierno de España en el proyecto, dada la presencia en el hito de la ministra Reyes Maroto.
Se deberá de recordar que, los actos de entrega de las dos anteriores fueron mucho más discretos, ya que además de ser encabezadas por parte del Gobierno, por las secretarias de Estado de Comercio Margarida Méndez Bértolo y la de Defensa María Amparo Valcarce, respectivamente, tuvieron un perfil mediático casi nulo, fuera de la prensa especializada y la local de la Bahía de Cádiz.
Bien es cierto que la citada ministra se va presentar al Ayuntamiento de Madrid, y dado que es lo que en el argot político se define como una “paracaidista” (nació en Medina del Campo (Valladolid)) necesita de una gran visibilidad. Además, el anunciado encargo por parte de los sauditas de una segunda serie de navíos de combate a Navantia ha revitalizado la importancia de la relación comercial, a todas luces muy interesante para España, en términos económicos, industriales, laborales, etc. Paralelamente las críticas al acuerdo por parte de los socios de ultra izquierda del Gobierno, Podemos llevan años sin apenas producirse, más allá de algunas alusiones en sus terminales mediáticos.
La entrega del tercer navío saudita, que se llama “Hail”, que es el navío número de construcción 548 según la empresa, aunque en su casco figura el numeral táctico saudita 832, se ha celebrado en las instalaciones del astillero de San Fernando (Cádiz), donde fue construido. Será, el último que se realice en España, ya que la entrega oficial de las dos próximas y últimas unidades, con las que se cierra este primer pedido, se efectuarán en Arabia Saudí, posiblemente en la referida base naval de Yeda.
Dicha ceremonia fue encabezada por el comandante de la Real Marina Saudí, vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily; la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez y el Chief Technology Officer (CTO) de SAMI, Mohammad Alkhatani.
Navantia ha entregado la corbeta “Hail” a la Real Marina saudí sólo tres años después del corte de su primera chapa (septiembre de 2019), cumpliendo así tanto los exigentes requisitos de calidad como los plazos. Se trata de uno de los buques más capaces y armados de su segmento, tal como se ha demostrado en las pruebas de mar realizadas en aguas de la Bahía de Cádiz, por parte de una dotación formada por técnicos de la empresa, marinos sauditas, y de la Armada española, que según el contrato están colaborando en la formación de sus “colegas” sauditas.
Durante su entrega, desarrollado conforme al protocolo militar, una comisión mixta de inspección (formada por miembros de la Real Marina Saudí y de Navantia) ha subido a bordo de la corbeta para realizar la preceptiva revisión, aunque obviamente hablamos de un acto impostado, ya que previamente los técnicos han comprobado y testado hasta el último detalle del navío. A su término se ha procedido al izado de la bandera del buque, por parte del vicealmirante Bin Abdullah, tras lo que la Real Marina Saudí ha transferido el mando de la corbeta al comandante de “Hail”.
Estas corbetas, que se denominan de la clase “Al Jubail”, tienen una eslora (largo) de 104 metros, una manga (ancho) de 14 y es una magnifica habitabilidad para un total de 102 personas entre la dotación y pasaje. El contrato para la construcción de cinco corbetas entró en vigor en noviembre de 2018, tras la decisiva implicación de la Casa Real española. Las corbetas están basadas en el diseño Avante 2200 de Navantia, adaptadas a los requisitos de Arabia Saudí, ofreciendo prestaciones avanzadas, un excelente comportamiento en el mar, alta capacidad de supervivencia y capacidad para operar en temperaturas extremas, como las que se dan en las aguas del Reino árabe.
De forma paralela, alrededor de 500 tripulantes de estas corbetas están completando el proceso de formación y capacitación en el Navantia Training Centre (NTC) en San Fernando. Además del contrato de corbetas, Navantia acordó con SAMI (Saudi Arabian Military Industries) la creación de una joint venture en Arabia Saudí, una alianza que permite a Navantia posicionar sus sistemas integrados y soluciones tecnológicamente avanzadas en el mercado árabe y área de influencia, y está alineada con la estrategia de internacionalización de la compañía.
El contrato supone una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas, lo que se traduce en el mantenimiento de 6.000 empleos directos e indirectos durante cinco años. El programa, cuyo último buque deberá ser entregado en el año 2024, incluye, además de la construcción, el Apoyo al Ciclo de Vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales.
También incluye el suministro de varios servicios, tales como apoyo logístico integrado, adiestramiento operacional y de mantenimiento, suministro de Centros de Formación y Adiestramiento para el Sistema de Combate y Sistema de Control de Plataforma de los buques, el Apoyo al Ciclo de Vida y los sistemas para el mantenimiento de los buques en Yeda.