Dios los cría y ellos se juntan, reza el refranero popular, y la mejor muestra de ello es lo que ha sucedido con parte de la izquierda española al conocerse la sentencia de seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cualquier cargo público que un tribunal de Buenos Aires emitió contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pues las expresiones de solidaridad no se hicieron esperar.
La expresidenta fue sentenciada por la comisión del delito de administración fraudulenta, pero según todos los líderes de Unidas Podemos, la decisión del juzgado se debió a una componenda contra la funcionaria y no al trabajo que hicieron los fiscales argentinos, que lograron demostrar su culpabilidad.
El dúo de la historia (Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias), Ione Belarra, Irene Montero y hasta el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero salieron en defensa de la funcionaria argentina, en gesto de solidaridad automática, y en bloque, porque como es bien sabido, estas fichas de la izquierda no se han cortado en manifestar una y mil veces su simpatía por todos los gobiernos y regímenes de la izquierda latinoamericana, no solo por un tema ideológico, sino económico.
«La guerra judicial y mediática es la herramienta de los poderosos para frenar los avances democráticos. Buscan disciplinar a millones destruyendo a una. No les saldrá bien, somos más. Vicepresidenta, querida Cristina, todas contigo», escribió la ministra Irene Montero en su cuenta de Twitter minutos ante de retuitear el video que publicó en su cuenta la propia Fernández de Kirchner para defenderse.
El comentario de Montero no tardó en levantar polvo, pues mientras ella se solidarizaba con la vicepresidenta argentina, los comentarios hacia su tuit iban más enfocados en criticarla por estar defendiendo a una «delincuente» como la llamaron algunos de los que respondieron a la publicación, mientras que otros le insistían en que aprovechara para presentar su dimisión, recordándole toda la polémica que ha desatado la aplicación de la le ley del Solo sí es sí y las consecuencias que está teniendo.
«Las balas de los milicos argentinos de ayer se convierten hoy en sentencias judiciales. Al ritmo de los que intentan disparar a la cara. Sentencias disparadas como prevaricaciones obvias. Los enemigos de siempre. Solo el pueblo salva al pueblo. Todo mi apoyo a @CFKArgentina« escribió también Juan Carlos Monedero en su cuenta de Twitter, apenas se supo de la sentencia contra la vicepresidenta argentina, para más tarde señalar que los jueces que la habían condenado eran «corruptos, con familiares trabajando para Macri, sin pruebas. Un golpe de Estado «blando». Lawfare que debiera llevarles a ellos a prisión».
Para nadie es un secreto que tanto Monedero como Pablo Iglesias han estado rasgando en Argentina, al igual que lo hicieron en Venezuela, durante la era del fallecido dictador Hugo Chávez, para venderles humo con sus discursos ideológicos de izquierda, por lo que para ellos estas manifestaciones de solidaridad son también una oportunidad para mostrarse como alternativas ideológicas para movilizar a la izquierda suramericana y no solo como un simple apoyo a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Los miembros del Grupo de Puebla, que es un foro político de la izquierda latinoamericana, también se ha manifestado a favor de Cristina Fernández y en el comunicado que emitieron, nada más conocerse la sentencia, aparecen firmando el ex vicepresidente José Luis Rodríguez Zapatero y la ministra Ione Belarra, quienes hacen parte de este grupo político.
La ministra Belarra también saltó a través de su cuenta de Twitter. «La persecución judicial y mediática contra los y las líderes populares que no pueden doblegar en las urnas es una constante de nuestro tiempo. No hay nada más antidemocrático. Todo nuestro apoyo desde Podemos a @CFKArgentina. #Lawfare#Mediafare«, escribió la funcionaria del Gobierno de Pedro Sánchez, tras conocerse la sentencia que le impusieron a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández, quien deberá pagar con seis años de prisión por los delitos cometidos, pero que se mantiene a salvo mientras sea funcionaria del Gobierno del presidente Alberto Fernández.
Junto a Cristina Fernández fueron condenados otros ex funcionarios, que fueron señalados de formar parte de una red de corrupción que operaba cuando la funcionaria estaba al frente de la presidencia de Argentina, entre 2007 y 2015.
Tras conocer su sentencia, Cristina Fernández se dirigió a los medios de comunicación para asegurar que no se presentará a ningún cargo de elección popular en 2023 y le recordó a las autoridades que hasta diciembre del próximo año no le podrán hacer nada, mientras mantenga la inmunidad como vicepresidenta, pero la funcionaria se alteró y dijo que sería así, si antes no le pegan un tiro, haciendo alusión al incidente ocurrido el pasado 1 de septiembre, donde un hombre supuestamente intentó asesinarla cuando llegaba a su domicilio en el porteño bario de Recoleta, en la capital argentina.