sábado, 4 mayo 2024

Conseguir rentabilizar nuestros ahorros puede resultar una tarea más sencilla si echamos mano de productos de ahorro e inversión. Pero es cierto que no siempre estamos muy al tanto de lo que ofrecen estos productos financieros y cuáles son las condiciones a las que debemos atenernos.

Por este motivo, vamos a ver en primer lugar en qué consisten y, de este modo, podremos saber si lo que nos ofrecen se ajusta a lo que buscamos. En concreto, los depósitos bancarios consisten en la realización de un depósito en una entidad financiera y que deberemos mantener durante un plazo de tiempo establecido de antemano. A su término, podemos decidir si lo mantenemos y, por lo tanto, lo prorrogamos o bien recuperamos el capital invertido más la rentabilidad obtenida.

Pero es cierto que una de las cuestiones que más nos cuestan no es precisamente elegir un producto de ahorro, sino el mismo hecho de ahorrar. Por eso, es importante reservar una cantidad mensual a este fin. Estos consejos que detallamos a continuación pueden ayudarte a lograr este objetivo que en muchas ocasiones se nos escapa de las manos:

  • No inviertas nunca el dinero que necesites para tus gastos personales.
  • Destina solo un 10 o un 20 % de tus ingresos mensuales al ahorro.
  • Planifica tus gastos y busca ofertas que te permitan gastar un poco menos. Piensa que cualquier cantidad, por nimia que te parezca, contribuye a la tarea.
  • Frena las compras compulsivas. Antes de gastar, piensa en si necesitas realmente el producto. No olvides que el dinero cuesta ganarlo, ya que ganar dinero exige tiempo y esfuerzo, pero lo gastamos con excesiva facilidad.
  • Establece metas de ahorro, ya que pueden servir de acicate a la hora de gastar cada vez un poco menos, sobre todo en cosas innecesarias.

También algo tan sencillo como aprender a cocinar puede ayudarte a gastar menos. Además, no solo ganarás en salud, pues comerás de manera casera y te ahorrarás platos precocinados que no solo son más caros, sino también una comida más insana. A esto se suma que podrás prepararte tus propias fiambreras con comida para ir al trabajo y no tendrás que salir a comer de restaurante.

En la tarea de ahorrar, todo suma y, por supuesto, una vez que consigas tener un capital, por pequeño que sea, puedes invertirlo en un fondo de inversión. Eso sí, ten presentes estas últimas recomendaciones:

  • Diversifica tus inversiones y prueba con diferentes alternativas financieras.
  • Establece metas y objetivos de inversión.
  • Ten en cuenta que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.

Dicho todo esto, solo nos resta desearte un feliz y próspero ahorro.