Podemos adolece de falta de caras conocidas y vive una «crisis de liderazgo»

Solo Irene Montero, ministra de Igualdad, Pablo Echenique, portavoz de Podemos en el Congreso, e Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 son relativamente conocidos en la formación morada. Los demás no solo no tienen un perfil especialmente mediático, sino que tampoco gozan de oportunidades suficientes como para hacerse notar ni ante las cámaras, ni en el Parlamento ni en otros puntos políticos de referencia. Fuentes del partido dejan claro que Irene Montero e Ione Belarra han «acaparado» el protagonismo y han sumido a Podemos en una crisis de liderazgo sin precedentes que les aboca al desastre electoral. Hasta las interferencias de los cofundadores del partido Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias empiezan a pesar en un partido que ya recuerda más a Ciudadanos que a cualquier otro.

Irene Montero es quien ahora lleva el bastón de mando en Podemos. Todos reconocen que pese a que sea Ione Belarra la secretaria general, es ella quien toma las decisiones más relevantes e importantes a nivel de gestión interna en Podemos. Entre ellas, está la idea de no dar protagonismo a las nuevas caras. Incluso Pablo Echenique tiene problemas para que Montero le dé el micro. Esta situación ha generado una batería de críticas importantes en el seno de Podemos porque ven cómo su partido se hunde en las encuestas por minutos ante la potencia de Sumar, la alternativa que ha montado la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. No solo no hay posibilidad de que Montero ceda protagonismo y deje de convertir el feminismo en la piedra angular de Podemos, sino que nadie tiene la capacidad de hacerse hueco en otras áreas de trabajo, como puede ser la laboral, la ecologista o la de los derechos sociales.

Irene Montero ve con buenos ojos que Podemos se aferre como un clavo ardiendo al feminismo que ella promulga desde su ministerio de Igualdad. Es Ione Belarra la que, con dificultades, intenta hacerse con otras áreas políticas que Podemos ha perdido en beneficio del equipo de la ministra de Trabajo. El animalismo, el ecologismo, los derechos laborales o lo derechos sociales se han convertido en puntos que nadie en Podemos ha podido agarrar con fuerza. Desde la formación se quejan de que Ione Belarra ha fagocitado todas estas áreas con poco éxito e insisten en que ni Montero ni la secretaria general han dado oportunidades a otros diputados para que tomen protagonismo. La formación morada está secuestrada por Irene Montero y por Ione Belarra.

La formación morada está secuestrada por Irene Montero y por Ione Belarra

A esto hay que añadirle la crisis de liderazgo, también muy señalada por el partido morado. Pablo Iglesias se esforzó por purgar a todo aquel que levantara la voz más de lo necesario o a todo aquel que tuviera más protagonismo que el que el exvicepresidente permitiera. Desde que salió del partido, nadie ha sido capaz de tomar ese papel omnipresente y omnipotente que adquirió el líder morado en su momento. Ahora que Irene Montero ha cogido los mandos dando galones a Ione Belarra parece que el partido se hunde y nadie sabe dónde poner el freno.

EL ÚLTIMO EN SALIR, EL ECOLOGISMO

El partido morado pasa por un mal momento. Especialmente porque no hay ninguna figura política capaz de retener la «fuga de talentos». El partido está en manos de la secretaria general, Ione Belarra, pero fuentes de la formación insisten en que es Irene Montero, la ministra de Igualdad, es quien realmente toma decisiones «de calado». En cualquier caso, en Podemos lamentan que ahora el ala ecologista que había encontrado acomodo en la formación se haya ido del lado de Yolanda Díaz, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo. La «joya de la corona» llamada Alianza Verde ha estrechado lazos con Sumar y ha dejado «fría» la relación con los viejos mandos de Podemos. En la formación morada ven cómo el débil mando de Belarra y Montero está poco a poco desintegrando la formación. Y mientras tanto, las viejas glorias se pasean criticando y llamando «traidores» a quienes buscan que su proyecto político crezca.

Que el partido del diputado Juan López de Uralde se haya posicionado con Yolanda Díaz no ha gustado en Unidas Podemos. Pero esto era algo con lo que todos contaban. El problema es que el hecho de que un peso pesado en el ecologismo como López de Uralde haya dejado clara su tendencia política ha hecho un «efecto llamada» que ha llevado a los ecologistas de Podemos a buscar cobijo en otros lugares con más proyección. Las quejas vienen porque Ione Belarra e Irene Montero no han sido capaces de retener a nadie. La primera, porque es su obligación como secretaria general. Y la segunda porque no deja de comprar polémica tras polémica cuando sabe que en la formación morada están un poco irascibles con ser objeto de crítica siempre por lo mismo.