sábado, 4 mayo 2024

El malestar de Jesús Celada lleva al entorno de Lobato a ubicarle de candidato en algún pueblo

Jesús Celada creía ser la mano derecha de Juan Lobato, secretario general del PSOE de Madrid. Pero los acontecimientos apuntan a la idea de que Lobato confía antes en otros espadas que en el propio Celada, a quien pidió que le acompañara en una maratón en la que no parece tener encaje. El hecho de que no vaya a ascender de portavoz adjunto, ni que haya visos de que vaya a tener absolutamente ningún cargo que repartir después de las elecciones, ha dejado claro que el futuro de Celada solo está en el plano autonómico. Sin embargo, fuentes del equipo de Lobato dejan claro que la intención de Jesús Celada es la de crecer dentro del partido a nivel autonómico. Eso como mínimo, pues no se cierra puertas. Ahora mismo, Celada no está en una buena posición interna, especialmente porque se empieza a dejar ver su malestar por la falta de confianza de Lobato.

Jesús Celada esperaba que la salida de Pilar Sánchez Acera le diera más alas y más galones de los que tenía en la Asamblea. Saben en todo el PSOE de Madrid que Juan Lobato no tiene ninguna intención de perder el tiempo en la Asamblea más de lo necesario porque quiere centrar su trabajo en la campaña y en «patear» la calle. Jesús Celada sabía que existía este «vacío legal» en la Asamblea y esperaba salir premiado, pero al final ha sido Marta Bernardo la que se ha llevado el premio gordo dejando a Celada en una posición delicada. No será portavoz ni tiene demasiado margen para crecer en la Asamblea dados los pocos huecos que tiene el PSOE. Solo le queda la vía municipal y ya hay quien le ubica en estos lares. Pero Lobato está centrado en lo suyo, no en los problemas de Jesús Celada, quien lleva una maratón algo menos productiva de lo que esperaba.

Jesús Celada teme que va a seguir el destino de David Rodríguez Cabrera, quien fue jefe de prensa de Juan Lobato y quien ha obtenido el premio por su lealtad de ser nada menos que el candidato del PSOE en Majadahonda. O al menos está en ello. Lobato ha encontrado un encaje en forma de premio para este asesor que fue capaz de realizar dos trabajos a la vez: asesorar al secretario general en todas las cuestiones de comunicación y además ser concejal de Majadahonda, uno de los municipios con más problemas políticos del noroeste de Madrid. Celada podría seguir el mismo destino, o al menos es lo que se esperan desde el PSOE dada la situación peculiar que vive el portavoz adjunto de la Asamblea.

Lobato ha empezado por primera vez en meses a recibir críticas internas no procedentes del ala «ayalista» que salió perdedora de las elecciones internas para secretario general del PSOE de Madrid. Lo hace porque todos consideran que mantiene una actitud «egoísta» centrada en su campaña y no está teniendo en cuenta las demandas de los socialistas que han seguido y apoyado al secretario general del PSOE-M. Es cierto que mantiene un núcleo duro que trabaja y funciona de forma eficiente, tal y como lo definen fuentes del partido, pero también lo es que las críticas empiezan a venir desde sectores que le apoyaron desde el principio. De Celada no hay noticias sobre esas críticas abiertas, pero sí que se empieza a dejar notar el malestar de quien se creía la mano derecha de Lobato. Especialmente tras la salida de Pilar Sánchez Acera.

Todo esto ha colocado a Jesús Celada en el centro de los comentarios a nivel interno. Lo cierto es que las fuentes del PSOE de Madrid aseguran que Celada está muy bien visto a nivel interno. E incluso detallan que entienden el malestar de quien se creía la mano derecha de Lobato por el hecho de que no le hayan dado un espaldarazo político. Todo esto ha llevado a las quinielas internas a ubicarle en el plano municipal, el único punto donde Lobato puede prometer un cargo sin llevarle a ningún puesto de gestión de responsabilidad.