La base militar de Rota, en Cádiz, es un punto clave dentro de la estrategia de Defensa de las Fuerzas Armadas españolas. También es un enclave estratégico en las relaciones de cooperación militar de España con Estados Unidos, siendo esta base un ejemplo de cooperación entre ambos ejércitos, con especial significado para la OTAN. Un enclave que, presumiblemente, contará con dos nuevos destructores de la OTAN de cara a 2023, cuando serán negociados entre ambos países. Un acuerdo para el que Margarita Robles parece que ya está preparándose, haciendo sonoras remodelaciones en la base militar gaditana.
El conflicto armado entre Ucrania y Rusia no sólo se ha convertido en un conflicto internacional, con la implicación de gran parte de Europa y Estados Unidos en el apoyo a Volodímir Zelenski, sino que también ha supuesto un punto de inflexión en la estrategia militar de los países aliados, especialmente en la OTAN, donde muchos de ellos ya han puesto de manifiesto su intención de fortalecer sus Fuerzas Armadas ante el desafío de Vladimir Putin.
Una situación que llevaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a comprometer ante los aliados de la OTAN que España aumentaría su presupuesto de gasto militar hasta alcanzar, en los próximos años, el 2% del PIB nacional, viéndose un primer aumento de este presupuesto en las Cuentas del Estado para 2023.
Sin embargo, no ha sido España el único país en movilizarse ante la amenaza rusa. Así pues, en este contexto de riesgo internacional, España y Estados Unidos hacían público que, a inicios de 2023, comenzarían las conversaciones para reformar el acuerdo bilateral de ambos países en la base naval de Rota, en Cádiz. Un acuerdo que no sólo supondría el refuerzo de las relaciones militares entre ambos países y de la estrategia de la OTAN, sino que posicionaría de nuevo a España como un lugar estratégico para la defensa europea.
DOS NUEVOS DESTRUCTORES PARA LA OTAN EN ESPAÑA
En concreto, las negociaciones entre el departamento de Margarita Robles y el Ejército norteamericano se centrarán en la posibilidad de que la base militar de Rota albergue dos nuevos destructores, que se unirían a los cuatro que ya se encuentran allí instalados desde 2015.
Una ampliación de los destructores norteamericanos en la base conjunta de Cádiz que correspondería a las conversaciones mantenidas entre la administración de Joe Biden y el Gobierno de Pedro Sánchez durante la cumbre de la OTAN en Madrid, en las que el presidente norteamericano mostró su interés en ampliar el convenio de colaboración en defensa de ambos países.
Ampliación militar ante la que, de momento, ambas administraciones parecen mantener el silencio «por motivos de seguridad», pero que podría hacerse realidad con la llegada de estos dos nuevos buques destructores, que compondrían la suma de seis destructores norteamericanos en la base gaditana.
Seis buques en su conjunto, de llevarse a cabo esta ampliación del convenio, que formarán parte del escudo antimisiles de la OTAN. Un elemento fundamental en la defensa de la Alianza Atlántica frente al desafío de Rusia de los últimos meses, a pesar de que el kremlin no parece estar dispuesto a entrar, en estos momentos, en un conflicto armado abierto con la OTAN, centrando actualmente sus esfuerzos en el territorio ucraniano, no sin abandonar sus amenazas internacionales, especialmente contra Estados Unidos.
MARGARITA ROBLES «PREPARA» LA BASE DE ROTA
Posible llegada de dos nuevos destructores estadounidenses a Rota ante la que el Ministerio de Defensa parece estar preparando a la base gaditana. Y es que, en estos meses y con previsiones para 2023, el departamento de Margarita Robles ha lanzado diversos contratos destinados a la renovación y preparación de las instalaciones de la base militar.
Así pues, tal y como ha podido saber este diario, el ministerio de Margarita Robles ha lanzado un contrato, para el próximo mes de enero, consistente en obtener servicios especializados «en mantenimiento y reparaciones de obra civil en la Base Naval de Rota». Un contrato que costará algo más de 66.000 euros a las arcas del Ministerio de Defensa para Rota, y que llevará a cabo pequeños arreglos dentro de la base militar.
Del mismo modo, y por cerca de 70.000 euros, Rota tendrá un «contrato de servicio de conservación y/o mantenimiento de sistemas de aire acondicionado, ventilación y calefacción en instalaciones y edificios de la Base Naval de Rota». Otros 50.000 euros también serán destinados por Defensa a «contratos de servicios de mantenimiento y reparación de los sistemas de carpintería metálica y madera en instalaciones y edificios de la Base Naval de Rota». Otros contratos, de menos calibre, también se han realizado para las instalaciones de la base militar, comko el «mantenimiento de equipos de presión» o la adquisición de un nuevo «centro de planchado» para la base de Rota.
Equipamiento y reformas que se unen a otros contratos de mantenimiento y conservación de las disposiciones de los buques de la Armada en la base militar, y que parecen destinados a mostrar una «nueva imagen» de la sede de las Fuerzas Armadas españolas, a apenas unos meses de que Estados Unidos y el Gobierno de España cierren la posible ampliación de la presencia militar norteamericana en el país, y en concreto, en la base gaditana.
Un nuevo convenio ampliado entre ambos países que podría suponer, no sólo el crecimiento de la relevancia española en el marco de la OTAN, sino también un refuerzo de las relaciones bilaterales entre ambos países, en un momento crucial a nivel internacional como es el actual, ante las amenazas y desafíos militares que se afrontan desde Rusia y Oriente Medio.