Cada año se gasta en el mundo más de 8 millones de dólares en barras de labios. Sin embargo, el hábito de embellecerse pintándose los labios no es algo moderno. Se han encontrado pruebas que ya hace 5.000 años, en la antigua Mesopotamia, tanto hombres como mujeres tenían costumbre maquillarse. Sin embargo, ha sido más recientemente, al crearse el práctico lápiz labial, que su uso se ha disparado de forma abismal. Los labios son una parte del rostro que se puede destacar fácilmente con un poco de color, par convertirlos en el centro de atención. Sin embargo, si queremos que el resultado sea favorecedor y quede perfecto, no bastan con clicar simplemente el color: hay que saber cómo hacerlo.
5NO USAR DELINEADOR
El delineador de labios es un paso que nunca se saltan los maquilladores profesionales, ya que cumple una función muy importante. Ayuda a fijar los pigmentos al labio para que el producto dure más, y además actúa como barrera e impide que el color se salga de la comisura de los labios. Esto es algo que hay que tener en cuenta si hay arrugas en el contorno, porque suelen provocar que el labial se salga más fácilmente.
