El vínculo que todas tenemos con los tacones de amor odio. Por un lado, los amamos porque nos hacen ver altas y esbeltas y, por otro, pueden hacernos mucho daño. Convengamos que no es el calzado más cómodo del mundo ni el que utilizaríamos si tenemos que caminar durante mucho tiempo. Por mucho que nos guste caminar con zapato plano, hay ocasiones en las que nos resulta imposible decir no a unos centímetros extra. ¿Cómo lograr tenerlos durante muchas horas sin desvanecernos en el intento? ¡Te contamos todos los trucos!
2Trucos para que esto no te ocurra

Hay muchísimos trucos para que el calzado de las más coquetas no te duela cuando lo lleves puesto. Por ejemplo, colocar almohadillas en la suela, poner crema hidratante para que el material se ablande o poner los zapatos en el congelador. Otra forma es utilizar tiritas o productos con cannabis que hacen la función de antiinflamatorios y relajantes. Con el paso del tiempo, los fabricantes también han ideado formas de que no te duela tanto llevar sus productos. Así es como llegaron al mercado las plataformas o los zapatos de cuña, opciones igual de bonitas y mucho más cómodas que los convencionales.