Santiago Abascal y todo su equipo de «aristogatos», o los que quedan, decidieron concederle más galones a Ignacio Garriga y nombrarle nuevo secretario general de la formación, con el fin de que ocupara el cargo que hasta ahora ostentaba Javier Ortega Smith. Sin embargo, parece que ya se están arrepintiendo de haber tomado esta decisión, hasta el punto de que están escondiendo al diputado por Cataluña en ciertos actos. Y es que, el pasado 23 de diciembre los pesos pesados de Vox acudieron en grupo a registrar una querella contra Pedro Sánchez ante el Tribunal Supremo. Una cita a la que no faltó ningún miembro de la cúpula de Vox, excepto uno. Ignacio Garriga fue la gran ausencia y todo parece indicar a que desde la formación de Santiago Abascal ya se están arrepintiendo del nombramiento. Se «avergüenzan» de él y no tratar de esconderle en todos los actos importantes.
El paseo hasta el órgano de la Justicia era toda una declaración de intenciones contra el Gobierno que dirige Pedro Sánchez «por el delito de conspiración para la rebelión y alternativamente para la sedición». Santiago Abascal destacó que en la querella se detalla «de una manera detallada, aportando numerosas pruebas, cómo este golpe consiste en ir desmontando paso a paso, tornillo a tornillo, todas las herramientas que el Estado tiene para su defensa». Se trata de un paso importante, una cita a la que ninguno de los miembros de las altas esferas de Vox quiso faltar.
Así, al presidente de la formación le acompañó Iván Espinosa de los Monteros, portavoz en el Congreso y vicesecretario de Exteriores; Jorge Buxadé, vicepresidente Primero Acción Política y jefe de la Delegación de Vox en el Parlamento Europeo; Rocío Monasterio, líder de Vox en Madrid; José María Figaredo, vicesecretaría de Relaciones con las Cortes; Marta Castro, vicesecretaría Jurídica, y hasta Javier Ortega Smith, a quien restaron responsabilidades como castigo por quemar a Macarena Olona, y ha pasado de ser el número dos de Vox a vicepresidente y candidato al Ayuntamiento de Madrid.
Sin embargo, hubo una gran ausencia en esta reunión de «arisgatos». Ignacio Garriga no se encontraba en el elenco que protagonizó el video, difundido en redes sociales, de camino al Tribunal Supremo. El nuevo secretario general no estuvo junto a los pesos pesado de la formación y todo parece indicar a que ya se están arrepintiendo de este nombramiento, y no quieren que su perfil aparezca más de los necesario junto al de Santiago Abascal o Iván Espinosa de los Montero, los políticos que mueven los hilos dentro de la formación.
Y es que, el vicepresidente primero de acción política, Jorge Buxadé, tenía claro que necesitaba alguien a quién manejar para poder conseguir sus objetivos. Necesitaba una especie de «pelele» a través del cual mandar y eligió a Ignacio Garriga. El nombramiento de este y la salida de Ortega Smith no es más que una maniobra, según destacaron fuentes del partido, que ha aprovechado Buxadé para tomar las riendas. Así, con la llegada del eurodiputado a este nivel de mando, queda claro que Vox está en manos del ala más radical del partido. Pero lo que las fuentes se esfuerzan en matizar es que Garriga no es más que el hombre de paja de Buxadé.
Una situación de la que Garriga parecía haberse zafado, ya que desde Vox dejan claro que el candidato de Vox en Cataluña trabaja directamente para un Jorge Buxadé que tiene más peso en el partido que lo que muchos esperarían. Sin embargo, la buena noticia para Ignacio Garriga es que ha conseguido convencer a parte de las bases de Vox de que tiene más mando del que realmente tiene. Y pese a que ha habido pocos cambios desde la salida de Ortega Smith, lo cierto es que Garriga empieza a descontrolarse. Un cuestión que algunos no están dispuestos a permitir y están cortándole las alas a Ignacio Garriga. Por este motivo, han decidido vetarle en todos los actos a los que acuden las altas esferas de Vox.
IGNACIO GARRIGA ASCENDIÓ EN VOX PARA CASTIGAR A JAVIER ORTEGA SMITH
Y es que, el nombramiento de Garriga no fue propiciado por su valía, sino para restarle galones a Javier Ortega Smith. Desde las filas de Vox, tanto Santiago Abascal como Iván Espinosa de los Monteros decidieron castigar a Javier Ortega Smith. Le relegaron dentro de la formación de extrema derecha y desde entonces dejó de ser el secretario General para pasar a ocupar la vicepresidencia de Vox. Es decir, ya ni es ni será el número dos de la formación y todo ello por su papel en el ‘caso Macarena Olona’. Los pesos pesados de la formación señalaron a Ortega Smith como principal responsable de que Macarena Olona no quisiera volver a Vox tras abandonar la vida política por problemas de salud. La mala relación entre Ortega Smith y Macarena Olona propició que la enviaran a Andalucía como candidata para las elecciones. Y, a pesar de que la decisión final la tomó Iván Espinosa de los Montero, se trata de un movimiento sobre el que presionó el político madrileño y que posteriormente le ha pasado factura.