El sector del juego celebra que las medidas de Alberto Garzón no han servido de nada

El sector del juego ha celebrado que este año les ha ido muy bien a nivel económico. Esto choca frontalmente con la gestión de un Alberto Garzón, ministro de Consumo, que le ha declarado una guerra abierta a este sector pese a que no haya conseguido sus objetivos. El ministro entendió que poniéndoles coto conseguiría reducir sus beneficios. Esto parecía una guerra entre la izquierda y la derecha dado que pesos pesados del PP estaban dentro de los consejos de administración de empresas importantes del sector del juego, sin embargo, parece que Consumo no ha conseguido sus objetivos. Para el Consejo Empresarial del Juego, el año 2022 ha sido bueno en términos económicos.

Lo cierto es que Garzón ha intentado cortar los ingresos de estas empresas que en muchas ocasiones ponen sus sedes fiscales fuera de España. Lo hizo controlando la publicidad en sitios clave como en los eventos deportivo de gran calado. Pero parece que no ha conseguido tocar ni medio euro de los ingresos de este sector. Garzón ha sido uno de los ministros con menos repercusión del Ejecutivo, pero además ahora tiene un futuro muy complicado dada su situación entre Unidas Podemos y Sumar. Ninguno le quiere. Pero tampoco parece que vaya a encontrar cobijo en el sector del juego.

El Consejo Empresarial del Juego (Cejuego) considera que 2022 ha sido «un buen año» si se compara con los dos anteriores, en el que el sector se vio «gravemente» afectado por las restricciones sanitarias a causa de la pandemia, pero añade que todavía no se han recuperado los niveles previos al año 2019.

Así lo señala el director general de la patronal del juego privado, Alejandro Landaluce, en una entrevista concedida a Europa Press, en la que sostiene que la cantidad de jugadores en el juego presencial privado ha descendido en un 15%, según los datos de los estudios del Anuario del Juego en España 2022, y de Juego y Sociedad 2022.

Asimismo, Alejandro Landaluce añade que el GGR (cantidades jugadas menos premios) ha descendido un 20%. «En definitiva, ha sido un año de recuperación parcial», afirma el director general, que subraya que, pese a ello, las empresas del sector han logrado mantener los más de 47.000 empleos directos generados, cosa que les «enorgullece».

En positivo, Alejandro Landaluce celebra que en 2022 se aprobara «sin ningún voto en contra» la modificación de la Ley del Juego nacional, que amplía el control sobre la manipulación de competiciones deportivas y el fraude fiscal en las apuestas. Desde el sector del juego, se celebra que hubiera consenso. «Con este ejemplo, se demuestra que cuando hay diálogo y disposición a obtener la mejor regulación posible, se logran este tipo de consensos, que ayudan a tener una mayor seguridad jurídica y una regulación duradera y eficaz. Ese es el objetivo al que aspiramos en las sucesivas modificaciones legislativas a nivel nacional y autonómico», explica Alejandro Landaluce.

Sin embargo, en negativo, el director general de Cejuego lamenta «las cada vez más dificultades» que, a su juicio, se les ponen para seguir operando en algunas comunidades autónomas».

«Confiamos en que los reguladores entenderán que lo más lógico es tener las mismas reglas del juego tanto de titularidad pública o privada en aras de conseguir la mejor regulación posible y sostenible en el tiempo», subraya. En 2022 se ha cumplido un año de la entrada en vigor de la nueva regulación de la publicidad de apuestas. «Es un régimen normativo en el cual ya nos opusimos en la forma y en el fondo. Es desproporcionado y otra vez asimétrico entre juego público y privado, y además no ayudará en el objetivo de proteger a los colectivos más vulnerables, menores de edad y autoprohibidos», afirma.

También recuerda que en 2022 se ha admitido a trámite el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por JDigital relativo a dos artículos que afectan directamente a las restricciones publicitarias. «Quedamos a la espera de su evolución. Podemos hablar de cómo y con qué restricciones, pero anular prácticamente toda posibilidad de publicitar tu actividad no tiene cabida en una democracia con libertad de empresa», insiste.

Por otra parte, Alejandro Landaluce explica que, como toda actividad económica, han estado afectados por la «incertidumbre» derivada de la guerra de Ucrania, la crisis energética y la inflación, entre otras. «Además, existe en el juego un elemento diferencial porque los ciudadanos, ante una situación de crisis, uno de sus primeros gastos en reducirse e incluso eliminarse es el del juego, como una actividad más de ocio», apostilla.

En este escenario, el director general de Cejuego apunta que en el año 2019 todavía no fueron capaces de recuperar los niveles previos al año 2008. «Y cuando ya estábamos cerca, 2020 y los siguientes nos han llevado a los inicios tras años de esfuerzo», comenta.

De cara a 2023, Cejuego espera que «la situación económica mejore por el bien de todos los españoles» y destaca que el próximo ejercicio es año electoral, en el que puede haber cambios de gobierno.

«Ante ello, nosotros queremos dialogar y compartir impresiones acerca de nuestra actividad con objeto de encontrar consenso y lograr las mejores regulaciones posibles y que garanticen un juego responsable y seguro», apunta.

Finalmente, la patronal del juego privado desea que «haya conciencia en la necesidad de tener un trato igualitario entre juego público y privado». «Es lo más justo y será lo mejor para la sociedad española», concluye.