Los militares no verán «ni un euro» del nuevo Presupuesto de Margarita Robles

Un 2% del PIB nacional. Ese es el compromiso al que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegaba con el resto de países miembros de la OTAN de cara al gasto nacional de España, que deberá incrementar en los próximos años para cumplir con la promesa del presidente socialista. Un presupuesto que manejará el Ministerio de Defensa liderado por Margarita Robles. Un ministerio que, sin embargo, no se plantea utilizar este incremento presupuestario para dignificar la situación económica de sus profesionales que, durante años, han criticado la falta de retribuciones a los militares, y que una vez más se ven «ninguneados» por la cúpula del departamento ministerial de Defensa.

La guerra de Ucrania ha provocado que los principales países aliados de la OTAN hayan buscado hacer un esfuerzo para reforzar sus estructuras militares. Algo que también ha hecho el Gobierno de España, que prometía al resto de miembros de la Alianza Atlántica que, en los próximos años, los Presupuestos Generales del Estado contemplarían un aumento del gasto militar, hasta alcanzar el 2% del PIB nacional en 2029.

Una promesa que, a pesar de las reticencias de Unidas Podemos, parece haber quedado reflejada en los PGE para 2023, en los que el Ministerio de Defensa de Margarita Robles obtendrá cerca de 8.000 millones de euros, sin contar con los programas de renovación. Un presupuesto que permite a la titular de Defensa, entre otros, realizar nuevos contratos para la renovación y la obtención de nuevo material militar.

Sin embargo, este nuevo material, que sin duda será de gran ayuda para España de cara a sus aliados de la OTAN, parece no estar alineado con las necesidades de aquellos que las empuñan por defender la integridad del país, y la seguridad de todos los ciudadanos. Y es que, a pesar de este incremento presupuestario, el departamento de Margarita Robles no se ha planteado escuchar una de las principales peticiones de los militares en los últimos años: establecer un salario digno para los militares españoles.

PRECARIEDAD QUE PROVOCA UNA CAÍDA LIBRE EN LA CALIDAD EN EL PERSONAL

Así pues, tal y como han confirmado fuentes de la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas, ASFASPRO, lo cierto es que, a pesar de sus continuas peticiones, el Ministerio de Defensa de Margarita Robles no parece estar dispuesto a remunerar adecuadamente a sus profesionales, a pesar de ser la primera línea de defensa del país en casos de emergencia.

«Siempre estamos en primera línea cuando hay una crisis. Pero sólo recibimos una palmadita en la espalda» lamentan estos profesionales, que aseguran que, a pesar de haber intentado entrar en contacto con el departamento de Robles, «El Ministerio de Defensa mira hacia otro lado».

Tanto es así, que desde la presidencia de ASFASPRO han confirmado que Margarita Robles habría incluso evitado negociar esta situación, escogiendo acudir a un concierto navideño de la Armada, antes que reunirse con los militares. «El diálogo brilla por su ausencia» destaca en conversaciones con Moncloa.com Miquel Peñarroya, presidente de la asociación.

Una falta de diálogo que preocupa dentro de las Fuerzas Armadas, ya que la falta de una remuneración digna para los militares implica, a medio plazo, la falta de calidad y compromiso dentro de estos profesionales. Unos profesionales que, en muchos casos, evitan ascender en sus cargos de responsabilidad ya que apenas sale rentable el sacrificio personal y familiar que ello implica.

«Nos preocupa, en primer lugar, el bienestar de las familias de los militares. Pero, en segundo lugar, también está la calidad del personal que va a entrar en las Fuerzas Armadas. Con estos sueldos, va a entrar quien no tenga otra cosa. Perdemos la excelencia del personal; somos carne de cañón, mientras el material militar está cada vez más preparado y exige más conocimiento tecnológico. Una diferencia que compromete la Seguridad Nacional» aseguran desde ASFASPRO.

LOS SUELDOS MÁS BAJOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Una situación de precariedad laboral dentro de las Fuerzas Armadas que se alarga de forma prácticamente indefinida, tal y como han denunciado militares en conversaciones con este diario. Algo que confirman las cifras, ya que un sargento de las Fuerzas Armadas cobra cerca de 1.600 euros, mientras que un Policía Local supera, en ocasiones, los 2.000 euros.

Una diferencia en el salario que también se produce, tal y como destacan las asociaciones militares, con otros trabajadores como los funcionarios de la EMT de Valencia, cuyos sueldos son superiores a los de los profesionales de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, los militares son los únicos cuyo empleo incluye «el morir o matar en acto de servicio».

«Se ha intentado ‘tapar’ esta situación con un manido discurso de valores» lamentan los militares que, a pesar de sus intentos de negociación con el Ministerio de Defensa, observan cómo el departamento de Margarita Robles, cada vez con más presupuesto en sus arcas públicas, sigue evitando dignificar los salarios de los militares que arriesgan cada día su vida por la defensa nacional.