La regla matemática para saber si te queda mejor el pelo largo o corto

A veces, con cada cambio de etapa cronológica, viene un cambio de look. Por ejemplo, en septiembre, después de las vacaciones, o al comenzar el año, cuando nos llenamos de buenos propósitos para iniciar un nuevo ciclo vital. Un cambio de imagen o un corte de pelo puede ser un arrebato impulsivo o una decisión muy meditada, pero en los dos casos es un acto de valentía que suele tener un significado más profundo. Es habitual que momentos clave de nuestra vida, como mudanzas, ruptura o cambios laborales, vayan acompañados de algún cambio, más o menos radical en nuestro aspecto físico, ya que al vernos diferentes reforzamos la idea de realmente estamos empezando una nueva etapa.

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CORTE DE PELO PARA UN CAMBIO RADICAL

El pelo es el elemento más susceptible a los cambios, porque con un tijeretazo o un poco de tinte, podemos conseguir lucir totalmente diferentes. Todo depende de lo drástico que queramos que sea ese cambio. A lo largo de nuestra vida estamos siempre a vueltas con el pelo: nos aburrimos de un estilo y probamos con otro, nos arrepentimos, volvemos a lo anterior, nos aburrimos y de nuevo queremos arriesgar, en ciclo de eterna insatisfacción. Todo ello con la constante tentación de decenas de propuestas capilares que sientan de maravilla a artistas y celebrities. Ahora, gracias a probadores virtuales podemos hacernos a la idea de como nos va a quedar un corte o un color a partir de una foto nuestra. Por una cosa está clara, por mucho que nos guste un estilo, no siempre nos va a favorecer y a veces ni siquiera una imagen virtual puede darnos una pista verídica de cuál va a ser el resultado.

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