Es bueno volver a casa durante los días de frío y refugiarse de las bajas temperaturas en el hogar calentito. Lo mismo cuando el calor abrasa con el aire acondicionado. El gasto mensual en climatización, que afecta a cualquier bolsillo, aumenta drásticamente durante los húmedos y fríos meses de invierno y también en el rudo verano.
Calentar y enfriar una casa consume una cantidad importante de energía, no solo impacta el presupuesto de la familia, sino también es perjudicial para el medio ambiente. Sin embargo, existen alternativas rentables y ecológicamente responsables para calentar la casa.
Desde un aire acondicionado de bajo consumo hasta suelos radiantes que aprovechan las tuberías de agua caliente de la casa para irradiar calor a los ambientes, de todo hay que la tecnología pone a disposición de las familias para que se gaste menos y para no malgastar los recursos naturales.
Hasta el 8% de los gases liberados en las ciudades proceden de los edificios y del sector residencial.
De hecho, se calcula que las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) producidas por el consumo de calefacción, agua caliente y aires acondicionados en una vivienda promedio de entre 80 y 100 metros cuadrados donde reside una familia de cuatro miembros equivalen a dos toneladas de este nocivo gas al año.
Calderas de gas: las que ahorran más energía
Los sistemas de calefacción más eficaces son las calderas de gas o de condensación. Si se comparan con las calderas tradicionales, están en capacidad ahorrar hasta un 32% de la energía, a la vez que reduce las emisiones de CO₂ o dióxido de carbono de NOX y óxido de nitrógeno hasta en un 73%.
Igualmente, las calderas de gas o de condensación proporcionan un rendimiento que supera el 100% cuando trabajan a bajas temperaturas. Esto contrasta con el rendimiento del 85% de las calderas tradicionales.
La razón es que estos sistemas aprovechan la energía de la misma agua caliente que circula por las tuberías como circuito de regreso, lo que mantiene la caldera condensando la mayor parte del tiempo y aumenta el rendimiento.
Las calderas de condensación o de gas consumen un 30 o 32% menos de energía que las tradicionales. Esto debido a la tecnología que recupera el calor de la condensación que es superior al 16%.
Estas permiten que la maquinaria funcione según las necesidades del usuario. Como están construidas para funcionar en climas extremadamente fríos, pueden satisfacer las necesidades de climatización del hogar, incluso con la menor cantidad de electricidad, ya que siempre funcionan de forma modulante. Esto se traduce en un enorme ahorro de energía.
¿Cómo elegir un aire acondicionado barato y eficiente?
Para comprar aires acondicionados baratos hay que considerar el consumo que viene estipulado en la etiqueta que coloca el fabricante en cada producto. Los mejores son los que tienen la clasificación A + + +.
La diferencia más notable entre los aires acondicionados con tecnología inverter y los tradicionales es que los primeros hacen posible una gestión constante de la temperatura. Esta se trabaja con la velocidad del motor que está en el compresor.
Los aires acondicionados antiguos, por otra parte, se limitan a ciclos de arranque y parada con el motor dentro del compresor encendido o apagado.
Por ello, se considera que los climatizadores Inverter son más eficientes desde el punto de vista energético. Pueden ser entre un 32 y 53% más eficientes que los aparatos de aire acondicionado estándar.
Estos equipos también eliminan las oscilaciones de carga inesperadas. La vida útil de toda la máquina de aire acondicionado inverter puede prolongarse.
El coste inicial de los climatizadores inverter es superior. Pero, la buena noticia es que en solo dos años se puede recuperar el déficit (dependiendo de la frecuencia de uso). Además, la opción más ecológicamente responsable es un aire acondicionado inverter. Lo mejor para el medio ambiente es un menor consumo de energía.
El hecho de que los tipos inverter ofrezcan un control de la temperatura constante y fiable es otra ventaja clave. En otras palabras, el aparato mantendrá continuamente la temperatura sin dejar de ser energéticamente eficiente durante su funcionamiento.