Rafael Simancas se convierte en el capo de sindicatos como UGT y CC OO

No es un control directo, pero la influencia de Rafael Simancas en UGT es conocida por todos en el PSOE. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales se ha convertido en el interlocutor más fiable entre el Gobierno y el sindicato. La buena sintonía del Ejecutivo con los representantes de los trabajadores tiene una cifra muy concreta. Se han disparado las subvenciones hasta los 17 millones y ahora la UGT se ha convertido junto a Comisiones Obreras en uno de los principales defensores del Gobierno. Sin embargo, lo que no cuentan, según fuentes oficiales, es que Simancas es el «capo» de este sindicato por la mano y la capacidad de dirigirlo en la sombra que ha demostrado en los últimos años.

Rafael Simancas se ha convertido en un peso pesado del Gobierno que nadie entiende. No solo porque esté cobrando casi el doble que el presidente del Ejecutivo, sino porque tiene una mano dentro del partido y dentro de los sindicatos que no se ha dejado ver hasta ahora. Muchos sabían que Simancas tenía fuerza dentro del PSOE de Madrid. Incluso hay quien dice que nunca dejó de ser el verdadero secretario general de la formación en la capital. Sin embargo, ahora empieza a comentarse por los pasillos de Ferraz y de Moncloa que es Simancas quien realmente controla un UGT que se ha levantado como el mejor portavoz para defender la gestión del Gobierno. Su mano llega hasta tal punto, según ha podido comprobar MONCLOA.com en base a los testimonios de fuentes directas de la formación, que sería capaz de teledirigir UGT en base a la firma de algunos contratos.

UGT es un refugio de muchos socialistas y lo será para otros. La realidad que turba a muchos en el PSOE es que cuando quieres algo del sindicato es importante tener buena relación con Simancas. Conocer a Pepe Álvarez es un buen primer paso para intentar sacar algo del sindicato, pero tener buena relación con el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales te abre muchas más puertas en la Unión General de los Trabajadores. Lo que no se puede hacer en el sindicato es directamente criticar al Ejecutivo. Gracias al Gobierno las subvenciones directas a todos los sindicatos han pasado de los nueve millones de euros anuales a los 17. Y con las elecciones a la vuelta de la esquina lo mejor es tener contento a Pepe Álvarez y compañía.

Una de las razones, además de su mano en el PSOE de Madrid, por las que Rafael Simancas secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales tiene que ver con la mano que tiene en UGT, tal y como detallan fuentes del PSOE. Su control del sindicato es mucho mayor que el que pretenden aparentar. El Partido Socialista le tiene reservado un hueco en el Gobierno entre otras cosas porque quien gestiona el sindicato es él. La cola de socialistas que le han pedido favores relacionados con su mano tanto en el PSOE de Madrid como en algunos sindicatos (también es conocida su mano en CC OO), es larga.

SIMANCAS PIERDE FUERZA

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, Rafael Simancas, tiene el puesto precisamente por el control interno que tiene del PSOE de Madrid. Aunque no parece que ese dominio de la delegación de Madrid sea tan intenso como hace unos meses. Desde que Juan Lobato se hizo con la secretaría general del PSOE-M, Simancas ha perdido paulatinamente el poder que tenía sobre el Partido Socialista de la capital. Simancas ha sido hasta ahora el «padrino» en Madrid. Tanto es así, que todos acudían a él cuando querían un puesto en el grupo socialista del Ayuntamiento o en la Comunidad. Sin embargo, Lobato ha conseguido hacerse hueco y sacar las manos de Simancas del partido. Ahora, por muchos favores que se le pidan al secretario, no parece tener el mismo tirón que antes.

Rafael Simancas es el padrino del PSOE de Madrid. La razón por la que le colocaron como secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales porque no sabían qué hacer con él. Pedro Sánchez, presidente del Ejecutivo, necesita su mano en el PSOE de Madrid porque siempre ha sido una delegación tormentosa. El problema es que Rafael Simancas pierde fuelle porque Juan Lobato ha conseguido fagocitar parte del control de la delegación al tiempo que los contrarios a candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid se han rebelado por precisamente haber perdido toda capacidad de mando en el partido. Con este cuadro, Simancas ya no es el padrino por mucho que más de uno le haya ido a pedir ayuda ante el avance de Lobato.