El patrullero de altura “Atalaya” realiza una operación de vigilancia y seguridad en la que podría seguir a la fragata rusa “Admiral Gorshkov”

 Durante la jornada del pasado día 10 de enero la Armada española informó que el patrullero de altura “Atalaya”, que es de la clase Serviola, salió a la mar desde su base, en el Arsenal de Ferrol (La Coruña) para realizar una operación de vigilancia y seguridad marítima en zonas de interés.

Como es habitual en estas singladuras el navío de la Armada pasa a estar bajo las órdenes del Mando Operativo Marítimo (MOM) bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS), dentro de las operaciones permanentes de las Fuerzas Armadas y en coordinación con el Centro de Operaciones y Vigilancia Marítima (COVAM), situado en Cartagena (Murcia).

Una de las principales misiones que podría realizar es la del seguimiento de la fragata rusa Admiral Gorshkov”, que va armada con los nuevos misiles hipersónicos 3M-22 Zircon, que está realizando una larga navegación desde la base de la Flota del Norte de la Armada de Rusia o Voyenno-Morskoi Flot(VMF) de Severomorsk (mar de Barents) hasta el Indico, pasando por el Mediterráneo.

Este seguimiento, que se realizará durante todo su trayecto por parte de los diferentes países de la OTAN rivereños del mar del Norte y el resto del Atlántico, y cuando pase cerca de España camino del Estrecho y en el primer tramo de su entrada en el Mediterráneo, será seguida y monitorizada por los medios españoles, bajo las órdenes del MOPS, que está baja las órdenes directas del Estado Mayor de la Defensa (EMAD)

Normalmente, a diferencia de otros miembros de la OTAN como Noruega y Reino Unido, el Gobierno de España nunca facilita datos de estos seguimientos, en buena parte por no distanciarse del Gobierno de Rusia, que sigue siendo un proveedor de hidrocarburos.

Así será muy difícil ver imágenes del pequeño patrullero “Atalaya”, de 1.200 toneladas de desplazamiento y 68 metros de eslora (largo) siguiendo a la modernísima fragata “Admiral Gorshkov”, que desplaza de 5.400 toneladas y tiene 135 metros de eslora.

Aunque donde las diferencias entre ambos buques son abismales, teniendo en cuenta que hablamos de navíos de diferentes categorías, es en el armamento, dado que la fragata rusa cuenta con una amplia gama de misiles, incluidos los hipersónicos 3M-22 Zircon, el español cuenta sólo con un vetusto cañón de 76,2 mm Mk22 y dos ametralladoras de 12,70 mm.

Sí bien la Armada decidió en enero de 2021 destinar 4,6 millones de euros para adquirir cuatro torres remotas fabricadas por Escribano modelo Sentinel 30 dotadas con cañones automáticos Mk 44 Bushmaster II fabricados por Orbital ATK de 30 mm para sustituir los referidos cañones Mk22 de 76,2 mm, en los cuatro de los patrulleros de la clase Serviola.​

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La RWS «Sentinel» 30 de la firma española Escribano. (Foto Escribano)

Estas torres de uso remoto o Remote Weapon Station (RWS) están equipadas con un avanzado sistema de control de fuego, dotado con sensores optrónicos (cámara térmica refrigerada y cámara diurna de alta definición) que permiten tanto tareas de observación como de detección-seguimiento de objetivos. De momento ya se ha instalado el nuevo sistema en el patrullero “Vigia”, que también dispone de: telémetro láser, calculador balístico automático y simulador de entrenamiento; y es capaz de realizar detección y seguimiento automático o los posibles objetivos. ​

Además de este posible seguimiento, el “Atalaya” actuará en apoyo asociado a la operación de vigilancia “Sea Guardian” de la OTAN, para contribuir en el control y protección de las líneas marítimas de comunicación más importantes de la zona para evitar tráficos y actividades ilícitas, todo ello en coordinación con el COVAM. También el buque de la Armada, que luce en su casco el numeral P-74, recalará en el puerto de Melilla y realizará una jornada de puertas abiertas.

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El patrullero «Atalaya» (Foto Armada)

Entre los cometidos de los patrulleros Serviola, se encuentran la presencia naval y la vigilancia y control de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional, comprobando que se cumple la normativa internacional, en especial la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Asimismo, está llevando a cabo labores de protección del patrimonio arqueológico sumergido y de la comunidad pesquera en aguas españolas.                                                

El “Atalaya”, al mando del capitán de corbeta Ramón Leste León, es el cuarto buque de su referida clase, en sus treinta años de servicio, ha tomado parte en aguas cercanas Canadá  en el denominado “conflicto del fletan”, así como en operaciones como “Africa Partner Ship”, “Noble Centinela”, “Indalo” y múltiples operaciones de control del tráfico marítimo.

Las Operaciones Permanentes de vigilancia y disuasión son una herramienta eficaz para mantener una vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis.

Los Mandos Operativos Terrestre (MOT), Marítimo (MOM), Aeroespacial(MOA) y el recientemente creado Ciberespacial (MOC) conforman la estructura de Mandos Permanentes. Diariamente, hay unos 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas involucrados en las operaciones permanentes, bajo control operativo del MOPS.