La concejala de Más Madrid Rita Maestre ha lanzado un cambio de discurso de 180 grados. No quiere se sepa en el grupo que las encuestas internas no le son especialmente favorables o que se conozca que la única vía que tendrá para tener voz y voto en el Ayuntamiento de Madrid pasa por ponerse de acuerdo con la todavía ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto, pese a que no vaya a ser la segunda fuerza. Es aquí, precisamente (en reconocer que serán previsiblemente la líder de la oposición), donde Rita Maestre cree que puede atrincherarse para que nadie la cuestione a nivel interno. Fuentes de Más Madrid dejan claro que son un grupo de «lacras» los que han decidido seguir atrincherados en el Ayuntamiento a cambio de no cuestionar el status quo vigente. Estas mismas voces detallan que Rita Maestre no se ha negado a coronar a María Reyes Maroto como candidata con tal de mantenerse en el puesto. Pero lo cierto es que nadie en la izquierda parlamentaria ve con buenos ojos la evolución de Más Madrid en la capital.
«No es Manuela Carmena». Esta es la frase que más se repite cuando se tiene una conversación con algunos dirigentes que todavía están en las listas de Más Madrid. Aún así, y pese a que las encuestas internas más optimistas les dan una pérdida de en torno a cuatro concejales, Rita Maestre ha cerrado con total contundencia la puerta a cualquiera que cuestione ya no su liderazgo, sino su puesto como cabeza de lista en las próximas elecciones municipales. «La cobra», como la llaman algunas fuentes del partido por su «veneno», tiene muy claro lo que quiere: mantenerse con cierto fuelle en el Consistorio por un mínimo de cuatro años más sin que nadie la cuestione más de la cuenta. Pero el sentir en el partido no es precisamente unánime ante la posibilidad de que Rita Maestre se mantenga como la directora de orquesta (y mucho menos si se pregunta en el entorno de Mónica García).
Rita Maestre es una de las candidatas con menos respaldo dentro de su partido, tanto por arriba como por abajo. Pero lo cierto es que poco le ha importado con tal de atrincherarse en la cabeza de lista con el beneplácito de otros dirigentes (también cuestionados) que quieren mantenerse a flote en la próxima legislatura, como es el caso del eterno concejal de Madrid Jorge García Castaño, quien no tiene muy claro cómo funciona eso de cotizar desde el sector privado. Cuando se pregunta en el entorno de Mónica García, diputada y portavoz de Más Madrid en la Asamblea, sobre Maestre, o en el de Íñigo Errejón, diputado y líder de Más País, las consideraciones sobre la concejala no son precisamente positivas. Pero ella sigue ahí, sin oposción y subiendo fotos a las redes sociales que dejan claro que seguirá presente.
Luego está la pretensión de María Reyes Maroto de utilizar el apoyo de Rita Maestre para ser alcaldesa de la capital. Hay muchos malabares, pero en más de una ocasión se ha planteado la posibilidad de que vaya a ser la tercera fuerza y no la primera (que será el PP de Almeida) la que gobierne con el apoyo de más grupos. La izquierda está en una posición delicada, pero Rita Maestre, según detallan fuentes de Más Madrid, está perfectamente dispuesta a presentarse como la muleta de la ministra con tal de seguir en la misma posición en la que está ahora mismo. El propio entorno socialista no descarta la idea de que la ministra María Reyes Maroto vaya a ser la próxima alcaldesa de la capital. Al menos tiene la cintura necesaria para llegar a acuerdos puntuales con todos los partidos que se salgan de la norma Partido Popular o Vox.
Pese a todo, Rita Maestre no tiene ninguna intención de ceder el testigo. Incluso a sabiendas de que ha sido capaz de desinflar mucho más el partido después de la salida inminente de Manuela Carmena y después de que no ha conseguido seducir el voto de la izquierda madrileña. Las encuestas auguran, al menos las que tienen, que Más Madrid caería una media de cuatro concejales como mínimo; un drama que no quieren afrontar los eternos vividores de lo público como García Castaño, quien se ha asegurado un puesto muy alto en las listas de su partido.