José Manuel Franco «sorprende» a medio PSOE y deja caer a la sancionada Mónica Silvana

Ya no pinta mucho en el PSOE, pero sigue teniendo cierto peso y reconocimiento a nivel interno. José Manuel Franco, secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), tiene muchos hilos en el partido, pero no los ha utilizado para salvar a una dirigente socialista con la que ha mantenido una estrecha relación durante un tiempo. Mónica Silvana, eurodiputada, ha sido sancionada por estar involucrada en un presunto caso de acoso laboral contra tres de sus asistentes. Tendrá que pagar una multa de 10 mil euros y estará suspendida de su actividad durante 30 días. Pero el PSOE ha tomado nota y fuentes de Ferraz dejan claro que no tienen intención de dejarla que tenga más recorrido. Ya estaba señalada por precisamente centrarse más en su figura que en el partido, pero ahora ni José Manuel Franco la salvará de la quema.

La sanción del Parlamento Europeo ha sido la guinda del pastel. El problema es que Mónica Silvana siempre fue una socialista incómoda para Ferraz. Eran muchas las voces que sabían que la ambición de Silvana contrastaba con sus convicciones políticas. Fuentes directas de Ferraz y del entorno de la eurodiputada aseguran que «le daba igual dónde crecer o qué área política defender con tal sacar rentabilidad política» e insisten en que además estaba muy preocupada por mejorar su imagen en Latinoamérica dado que es natural de Argentina. Sea como sea, lo cierto es que ahora estas mismas fuentes insisten en que su relación José Manuel Franco no la salvará de la quema y no ven cómo reubicarla. Los socialistas saben que cualquier eurodiputado no suele llamar la atención, pero esta vez se ha hecho para mal. La sanción de Silvana ha recorrido todos los grupos de Whatsapp de los socialistas y no sale bien parada.

Su relación «política» con José Manuel Franco no parece que le vaya a traer demasiada rentabilidad ahora que necesita toda la ayuda posible. En el PSOE sí que reconocen que Franco tiene la suficiente influencia como para moverse bien, pero también insisten en que esa relación que llevó a Silvana a conseguir méritos políticos se ha quedado en saco roto. José Manuel Franco ahora tiene una vida dorada en el Consejo Superior de Deportes y nadie quiere alterarla. Él sí es un hombre de partido que tiene mucho por lo que seguir. Silvana, sin embargo, que ya estaba en el punto de mira, tiene un futuro poco alentador dado que en Ferraz no entienden que haya sido sancionada por algo tan «poco estético» como acosar presuntamente a sus asesores en Bruselas.

Silvana tiene una pequeña obsesión con su imagen, tal y como detallan las fuentes, pero se preocupa más por la que da en los medios latinoamericanos que de la que ofrece en los medios españoles. Su «ambición política» no es desconocida para Ferraz, pero no hay una sola voz en la sede socialista que no la relacione con José Manuel Franco tan pronto como sale su nombre. De algún modo, incluso algún que otro exministro con el que ha hablado MONCLOA.com ha reconocido que el «padrino político» de Silvana es quien ahora no quiere saber nada de la eurodiputada. La sanción no es precisamente decorosa y esto agrava la posibilidad de que reubiquen o dejen en las listas a Mónica Silvana para las elecciones de 2024. Y tampoco la encuentran plaza a nivel nacional. Todo se ha complicado.

Tras conocerse la decisión, que fue anunciada por la propia presidenta del organismo, Roberta Metsola, Silvana ha anunciado que hará uso de su derecho a recurrir la decisión ante el Parlamento Europeo y ante el Tribunal General de la Unión Europea, porque a su juicio, no ha tenido las garantías durante el proceso que se desarrolló durante los últimos dos años. Pero pase lo que pase no parece que en el PSOE le vayan a dar mucho más recorrido a la dirigente argentina.