Los tentáculos de la izquierda del PSOE en Venezuela llevan rato estrechando lazos con la dictadura de Nicolás Maduro, y en especial el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, junto a su exministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quienes para los comicios de 2018 supuestamente habrían dado apoyo financiero y estratégico al candidato de la «oposición» venezolana que se enfrentó en las elecciones que se celebraron en 20 de mayo de 2018, Henry Falcón.
Fuentes ligadas a la organización política que respaldó a Falcón para le época, recordaron que el ex gobernador del estado Lara había sido el único candidato de la «oposición» que decidió participar en esas elecciones, en las que resultó electo Nicolás Maduro para el periodo 2019 – 2025, pese a todos los cuestionamientos que había contra el Consejo Nacional Electoral y los movimientos que impulsó el chavismo para sacar del camino a los candidatos de los partidos políticos opositores.
Para esas elecciones presidenciales en Venezuela solo hubo cuatro candidatos: Nicolás Maduro, Henry Falcón, Javier Bertucci y Reinaldo Quijada. La participación fue de más de 9 millones de votantes y el dictador venezolano obtuvo 6.2 millones de votos, de acuerdo con el organismo electoral venezolano. Para esa cita electoral el chavismo se blindó, inhabilitando política y judicialmente a los principales candidatos de los partidos de oposición venezolanos y además ilegalizó a los partidos.
Una fuente cercana al político venezolano recordó que el expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, junto al exministro Miguel Ángel Moratinos se habrían acercado a Falcón y su equipo de campaña, para ofrecerles a un estratega del equipo de la compañía International Consulting Partnership (ICP), de Moratinos, con la que vendían «consultorías» políticas a varios países de América Latina.
Los «estrategas» españoles trazaron parte de las líneas de campaña de Falcón y le impulsaron, de manera que no tuviese la intención de abandonar la carrera por la presidencia en Venezuela, a pesar de todos los cuestionamientos que se hacían a la dictadura de Nicolás Maduro, desde el punto de vista de las condiciones en las que se estaban desarrollando las elecciones.
Falcón era la figura «opositora» que más peso podía haber tenido en la contienda contra Maduro, pues Leopoldo López, que era el líder de Voluntad Popular y candidato fijo, estaba preso, mientras que el exgobernador de Miranda y también candidato presidencial Henrique Capriles Radonski había sido inhabilitado políticamente, por 15 años y la otra candidata que tenía intenciones, María Corina Machado, tampoco podía participar.
El candidato, que además tiene un pasado chavista muy público, obtuvo apenas 1.9 millones de votos, pese a que todo el país sabía que las condiciones para que se celebraran esas elecciones estaban completamente amañadas por el chavismo, que tenía y tiene el control absoluto de las instituciones de Venezuela.
Sin embargo, Falcón se prestó hasta el final para continuar con una candidatura que no tenía ninguna posibilidad de obtener un triunfo, debido a los «consejos» de los estrategas españoles que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero había puesto a su disposición, para que trazaran la ruta para enfrentarse a Nicolás Maduro, con la intención de que existiera un candidato «opositor» que le hiciera contrapeso y le diera legitimidad al proceso electoral como tal, con la intención de venderse ante el mundo como un gobierno democrático que celebra elecciones.
Y esto es lo que estarían intentando hacer nuevamente, en esta oportunidad con Antonio Ecarri, el candidato «opositor» que está recibiendo apoyo por parte del expresidente Zapatero, a quien le han insistido en que es una alternativa para lograr una transición hacia la democracia en Venezuela y a quien le permiten ciertos acercamientos con Nicolás Maduro, para que parezca que hay un entendimiento con un sector de la oposición venezolana, cunando la realidad es que los principales partidos de la oposición aún están tratando de definir cuál será el mecanismo apara escoger una candidatura única que les permita medirse contra el dictador venezolano en las elecciones que se deben celebrar en 2025.
El chavismo se vuelve a valer de las estrategias de Zapatero, que se presenta como una figura que busca la «conciliación» entre los diversos sectores políticos venezolanos, y eso es lo que está «promocionando» con la candidatura de Ecarri, de quien ha señalado que está haciendo un «muy buen trabajo» para lograr la reconciliación de los venezolanos, a pesar de que todo el mundo sabe la estrecha relación que hay entre el expresidente español y la dictadura de Nicolás Maduro.
De hecho, para muchos sectores de la oposición resultó muy sospechoso el hecho de que en octubre Zapatero regresara a Venezuela, pero no a reunirse con Maduro, sino a participar en un foro político, de la mano de Antonio Ecarri. Ya desde ese mismo momento se encendieron las alarmas y ahora ha quedado en evidencia, tras la filtración hecha, que confirmó que el expresidente español supuestamente lo estaría «apoyando», poniendo a su disposición a un estratega que le arme la campaña y le ayude a montar el discurso de que él es el candidato de la transición y el candidato de la reconciliación en un país tan polarizado como Venezuela.
Tras las elecciones de mayo de 2018 se desencadenó la crisis política en Venezuela que derivó en el nombramiento del exdiputado Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, en enero de 2019, y con la cual la oposición logró que más de 52 países desconocieran a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. Sin embargo, el escenario en este momento está a favor del chavismo y la figura de Ecarri está puesta para volver a dar legitimidad a la dictadura venezolana.