Albares se inspira en la LOGSE de Qatar para el proyecto educativo español

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, parece estar centrado en recuperar las relaciones internacionales de España. Especialmente, con los países árabes que tradicionalmente han mantenido una posición cercana a España. Tanto, que el ministro socialista no ha dudado en llegar a un «acuerdo de cooperación en materia educativa» con el Gobierno de Qatar, en el que se verán involucrados los ministerios de Educación y Formación Profesional, así como Universidades.

Qatar se convertía en el centro de todas las miradas con la celebración, en su territorio, de Mundial de Fútbol durante el pasado 2022. Un encuentro deportivo internacional que, sin embargo, quedaba pronto en un segundo plano. Y es que muchos eran los agentes y entidades internacionales que pronto cargaban contra el país debido a su evidente y demostrado desdén por los Derechos Humanos, no sólo de los trabajadores y ciudadanos qataríes fallecidos durante los preparativos del Mundial, sino también por la falta de derechos de las mujeres en el país.

Sucesos que, además, venían enmarcados en las revueltas feministas de Irán. Un movimiento revolucionario de la sociedad iraní a favor de los derechos de las mujeres que marcaba rápidamente la esfera de las relaciones internacionales. No tanto en España, donde el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, parece estar más que dispuesto a mantener relaciones cordiales con países como Qatar en sectores tan relevantes como la educación de los jóvenes españoles.

COOPERACIÓN EDUCATIVA «MADE IN QATAR»

Así pues, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha aprobado definitivamente, y publicado en el Boletín Oficial del Estado, el «acuerdo de cooperación en materia educativa entre el Gobierno del Reino de España y el Gobierno del Estado de Qatar». Un acuerdo centrado, tal y como destacan los documentos oficiales, en «consolidar y extender los lazos de amistad, y promover y mejorar la cooperación en materia educativa entre ambos países, y conseguir logros y objetivos de interés común».

Unos intereses que ahora parecen unir al departamento de Albares con el Gobierno de Qatar en el terreno educativo. Una cooperación que se centrará en el «intercambio de experiencias e información» en áreas específicamente educativas, como es el «aprendizaje preescolar, formación técnica y profesional, atención a estudiantes con necesidades especiales, evaluación docente o educación superior».

Cooperación educativa en la que el Ministerio de Exteriores no sólo se compromete a ofrecer este intercambio de experiencias con el Gobierno de Qatar, sino que también se compromete a recibir dicha información desde el país árabe. Eso sí, respetando en todo momento la ideología del Gobierno qatarí que esté presente en el contenido educativo que sea compartido a través de este nuevo convenio.

Algo que se deja intuir en los papeles oficiales, donde «las partes», en las que está incluido el departamento de Albares, se comprometen a respetar «la igualdad y el respeto de los intereses mutuos», así como «la legislación nacional de ambos países». Una legislación que, en el caso de Qatar, dista mucho de respetar los derechos fundamentales de los individuos, así como los derechos de la mujer, protegidos y legislados en España.

ALIANZAS DE ALBARES, TAMBIÉN EN MARRUECOS

Sin embargo, las relaciones internacionales del Gobierno de España con Qatar no son el único punto en el que se encuentra inmerso el ministro de Asuntos Exteriores. Y es que José Manuel Albares también se encuentra trabajando fervientemente en el próximo encuentro del Ejecutivo nacional con el Gobierno de Marruecos.

Un encuentro que será especialmente significativo después de los últimos enfrentamientos entre ambas administraciones, debido especialmente a la atención sanitaria ofrecida por España dentro de sus fronteras al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que provocaba una fuerte crispación diplomática con Marruecos, y que era solucionada poco después por el propio presidente del Gobierno español que, bajo el consejo de Albares, no dudaba en reconocer los intereses del Gobierno de Rabat sobre el Sáhara Occidental.

Unas relaciones que, en el caso de Marruecos, no se ven únicamente tensadas por la presión migratoria sobre las fronteras Españolas, con especial atención a Ceuta y Melilla, sino que también se ven afectadas por la posición de Unidas Podemos dentro del Gobierno. Y es que, a pesar de la aparente capacidad de negociación de Pedro Sánchez con Rabat, los morados no parecen dispuestos a ofrecer el Sáhara Occidental a Marruecos.

Delicada posición del Gobierno que hace que el departamento de José Manuel Albares se vea cada vez más inclinado a favorecer cualquier gesto de cooperación entre los principales gobiernos al sur de España. Una posición que parece haber llevado al ministerio a aceptar un acuerdo de cooperación en el terreno educativo con un país que, internacionalmente, ha sido señalado por su aparente violación de los derechos humanos, pero que parece tener mucho que enseñar a la LOGSE española en vigor.