La relación entre España y Marruecos parece estar recuperándose lentamente gracias a los esfuerzos de Pedro Sánchez y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, después de que la acogida por parte de España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en pleno contexto de pandemia del Covid-19, dinamitara las relaciones entre ambos países. Una situación que no gusta en el entorno de Unidas Podemos. Tampoco dentro de Izquierda Unida, donde representantes de la formación liderada por Alberto Garzón no han dudado en reunirse con el líder del Frente Polisario y criticar la posición de Pedro Sánchez a favor de la soberanía marroquí en el territorio del Sáhara Occidental.
Poco a poco, parece que el Gobierno de España, liderado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de José Manuel Albares, está consiguiendo solucionar la grave crisis diplomática que, desde hace años, y con especial relevancia, tras la llegada de la pandemia del coronavirus, separan a España de su país vecino Marruecos.
Fricciones entre ambos países que el país de Mohamed VI no se molestaba en disimular, especialmente tras la acogida por parte de España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que era tratado de Covid-19 en territorio español. Un enfado del Gobierno marroquí con el Ejecutivo de Pedro Sánchez que se traducía, entre otros, con una entrada masiva de jóvenes magrebíes en Ceuta en mayo de 2021. Una crisis diplomática que recibía José Manuel Albares que, a su llegada al Ministerio de Asuntos Exteriores, se enfrentaba a la ardua tarea de conseguir calmar las aguas de conflicto entre ambos países.
Una tarea que parece haber conseguido el ministro socialista; al menos, de forma tenue y temporal. Así pues, el Gobierno de Pedro Sánchez se reunirá con Marruecos en la esperada Reunión de Alto Nivel (RAN) los próximos 1 y 2 de febrero. Un encuentro en el que no asistirán los ministros de Unidas Podemos, y que demuestra la «soledad» aparente del equipo del presidente socialista ante sus acercamientos al gobierno de Rabat de los últimos meses.
IZQUIERDA UNIDA SE «ENFRENTA» A MARRUECOS
«Soledad» del PSOE de Pedro Sánchez para enfrentarse a su delicada relación con Marruecos que viene dada, especialmente, por la decisión unilateral del presidente socialista de «reconocer», en la pasada primavera» la soberanía de Rabat sobre el Sáhara Occidental. Una decisión que, sin duda, solventaba gran parte de las fricciones entre el Gobierno marroquí y el español, pero que pronto sembraba la polémica dentro del territorio nacional, debido a que, con este gesto, Sánchez abandonaba la tradicional neutralidad española en el conflicto. Una neutralidad, para muchos, estaba más inclinada a favorecer los intereses saharauis frente a Rabat.
Polémica que, sin embargo, parece no haber olvidado la formación de Alberto Garzón, Izquierda Unida, que no ha dudado en mostrar una vez más su frontal rechazo a la gestión de Pedro Sánchez en el entorno del Sáhara Occidental. Eso sí, esta vez no sólo a través de palabras, sino también con imágenes: en concreto, la de integrantes de Izquierda Unida reunidos con el líder del Frente Polisario.
«Emocionante encuentro con el presidente de la RASD, Brahim Ghali» ha comentado Jon Rodríguez Forrest, responsable de relaciones internacionales de Izquierda Unida, a través de las redes sociales. Lugar desde donde la formación del ministro de Consumo no ha dudado, una vez más, en mostrar su apoyo a la causa de Ghali. «Hemos trasladado todo el apoyo de Izquierda Unida a la lucha del pueblo saharaui por su autodeterminación».
Unas palabras en las que los de Alberto Garzón tampoco han dudado en dejar claro su rechazo a la estrategia de Pedro Sánchez de aliarse al gobierno de Rabat en esta cuestión. «Mostramos nuestra oposición a la decisión unilateral de Sánchez de apoyar las ambiciones coloniales marroquíes» han señalado desde Izquierda Unida.
NI IZQUIERDA UNIDA NI PODEMOS ESTARÁN CON SÁNCHEZ
Rechazo frontal de la formación de Alberto Garzón ante los intereses marroquíes con el Sáhara Occidental que podría acabar hundiendo los esfuerzos de José Manuel Albares por reconstruir los débiles lazos de alianza que unen a Marruecos y a España. Y es que la clara oposición de los partidos de izquierda a esta colaboración entre países podría ser determinante en el próximo encuentro entre Marruecos y el Gobierno de España, que lleva retrasándose, debido al enfado de Rabat, desde hace más de dos años.
Una realidad ante la que la parte socialista del Gobierno socialista viajará en solitario a Rabat el próximo mes de febrero, dejando «en tierra» a la parte «podemita» del Ejecutivo nacional. Ni Ione Belarra, ni Irene Montero ni Alberto Garzón acudirán a este encuentro, según han informado sus respectivos departamento. Ninguno de estos políticos viajará a Rabat para asistir a esta reunión.
Quien tampoco integrará la delegación española que acompañará a Pedro Sánchez en este viaje será la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Ausencias que dejarán a los socialistas más solos que nunca en sus relaciones con Marruecos, que podrían verse de nuevo truncadas ante el claro rechazo de gran parte de la izquierda española a las pretensiones de Rabat, demostradas por la Izquierda Unida bajo las órdenes de Alberto Garzón.