Izquierda Unida ha propuesto a Sumar que posibilite la creación de una mesa de partidos afines que, por supuesto, incluiría en plano destacado a Podemos. Alberto Garzón, al fin, parece haberse salido de la estrategia milimétricamente calculada por Yolanda Díaz, que tenía intención de soslayar municipales y autonómicas para presentarse como salvadora del espacio de Unidas Podemos «sin tutelas ni tutías» del ‘pablismo’ liderado por Ione Belarra.
La negativa de Sumar a presentarse a la cita de mayo, clave para la formación con mayor implantación municipalista del espacio, Izquierda Unida, y la estrategia de Díaz de tomar un perfil bajo para la campaña unas elecciones municipales y autonómicas que se antojan complicadas han llevado a Garzón a tomar iniciativa.
El ministro de Consumo no olvida que la dureza negociadora de Pablo Iglesias lo llevó al Consejo de Ministros, que Yolanda Díaz le rompió el carnet de Izquierda Unida en la cara y que dos partidos que simpatizan con Sumar, Más Madrid y Compromís, han despreciado a su formación a la hora de posibles pactos ante las municipales y autonómicas.
Hasta voces que simpatizaban con el ‘yolandismo’ han comenzado a enfadarse por la decisión de la vicepresidenta de ningunear a Podemos, repitiendo esta la ventajista y personalista estrategia de Manuela Carmena que le llevó a perder Madrid.
Garzón, eso sí, deja claro que la protagonista del horizonte electoral del espacio es Díaz, afirmando que «no es el tiempo del protagonismo de determinados partidos». Pero añadiendo que «aquellas que tenemos más experiencia, tenemos que reunirnos y encontrarnos en una mesa de partidos» que no sería del gusto de Sumar, que quería integrar a miembros de otras fuerzas como cuotas sin fuerza negociadora.
El coordinador general de IU afirma que tienen «que volcar nuestro capital político, nuestra capacidad, nuestra legitimidad y desde luego, como se está demostrando en los últimos años, también nuestra capacidad de hacer buenos diagnósticos y contar con herramientas democráticas que permitan participar a la ciudadanía»
Aun así, Garzón apuesta fuerte porque Sumar lleve el timón: «Creemos que es fundamental para dar legitimidad democrática y para que el proceso que se está construyendo pueda contar con todos. Tenemos que ser capaces de comprender el momento político que significa hacer una apuesta clara, generosa, por un instrumento, como es Sumar, desde el que nosotros podemos apoyar y reforzar». En 2023, apunta, se juega «el rediseño de las fuerzas políticas en los parlamentos y los ayuntamientos para ver dónde va el rumbo de nuestro país».
IU, CLAVE EN EL ESPACIO POLÍTICO DE UNIDAS PODEMOS
Garzón reivindica el papel de su organización: «Somos una organización política con más de 35 años de vida, que tiene en su seno a fuerzas políticas con más de 100 años de vida. Tenemos una gran implantación social y una enorme capilaridad territorial, con cerca de 2.000 concejales en todo el país y con un bagaje que nos sirve de utilidad para interpretar la realidad y saber hacia dónde tenemos que ir”.
Es por ello que apunta que si son «hábiles e inteligentes, si acertamos en estas decisiones anteponiendo los intereses de país y de las clases trabajadoras a los específicos, particulares y legítimos de nuestras fuerzas políticas, seremos capaces de neutralizar la amenaza de que la derecha radical y la extrema derecha puedan gobernar este país».
En su opinión, «el proceso político de Sumar tiene que ser reforzado y nuestra propuesta es muy clara. Damos un apoyo explícito a Sumar, un apoyo claro de que hay que anteponer los intereses de país a los intereses específicos, particulares y legítimos de las fuerzas políticas como la nuestra».
Cabe recordar que Izquierda Unida y Podemos parecen haber dejado atrás las fricciones que complicaron la confección de Por Andalucía y de cara a mayo podrían presentarse juntos a todas las autonómicas con la excepción de dos regiones en las que el partido de Garzón tiene un peso específico: Asturias y Aragón.