La Armada española vuelve tener dos submarinos en la mar

Tras más de 3 años, la Armada española tiene estos días sus dos veteranos submarinos del tipo S-70 en la mar, tras ser sometido el cabeza de la clase el “Galerna” a su quinta gran carena, que ha durado en torno a cinco años.

El pasado 16 de enero el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) informaba que el submarino “Tramontana” (S-74), cuarto de dicha clase, había zarpado rumbo al Mediterráneo para integrarse, bajo el control operativo del Mando de Operaciones (MOPS), en la operación permanente de la OTAN, Sea Guardian.       Es la séptima vez que este submarino participa en esta dispositivo, principalmente destinada al control de dicho mar para evitar el tránsito por él de los terroristas  islámicos, desde que comenzó hace ya seis años, aunque la estrecha participación de la Armada española en el esfuerzo de la Alianza se remonta a la operación previa Active Endeavour, puesta en marcha tras los atentados del 11S de 2001.

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Detalle de la vela del S-74 durante una escala en Italia. (Foto EMAD)

El submarino, que tiene su base en el Arsenal de Cartagena (Murcia), lleva al servicio de España desde enero de 1986, tras ser construido por parte de la entonces Empresa Nacional Bazán de Construcciones Navales Militares (hoy Navantia), bajo licencia de la empresa francesa DCN (hoy Naval Group), que los denomino como clase Agosta. Según resalta el EMAD para esta misión el “Tramontana” está operando con una dotación de 68 hombres y mujeres, con vocación de servicio, inapelable motivación y el espíritu de sacrificio necesario para vivir más de un mes bajo la superficie velando por la tranquilidad y seguridad de sus compatriotas.

Gracias a la discreción y el sigilo que caracteriza a los submarinos, estos son capaces de realizar tareas de vigilancia sin perturbar el patrón de vida de la actividad marítima de la región, pudiendo así localizar e identificar actividades ilícitas dentro de las aguas del Mediterráneo.

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El «Tramontana» navegando frente al Etna (Sicilia-Italia)

Paralelamente el otro de los cuatro submarinos del tipo 70 construidos, el “Galerna” (S-71) navegó hasta el puerto de Almería, donde el pasado fin de semana ha podido ser visitado por los vecinos y visitantes de la ciudad andaluza.

Actualmente tras la baja, del “Siroco” en 2012 y el “Mistral” 2020, hacía mucho tiempo que la denominada Flotilla de Submarinos (FLOSUB) de la Armada española no contaba con dos unidades en la mar. Además, la FLOSUB está actualmente a la espera de la incorporación, presumiblemente este mismo año, del “Isaac Peral”, que es el primero del nuevo tipo S-80. Precisamente el largo retraso en la puesta en marcha de los S-80, que deberían de haber relevado a los S-70 hace una década, motivo la ampliación de la vida operativa de éstos. Así, a finales de 2017 se puso en marcha una nueva gran carena (una revisión total en la que se desmonta el submarino) por parte de Navantia del “Galerna”, extraordinaria dado que era la quinta y no prevista en la vida operativa del submarino cuando se entregó a la Armada en 1982, dado que lo planeado hubiera sido darle de baja en 2018. En estos trabajos ha colaborado la empresa francesa Naval Group, sucesora de DCN, que fue la que diseño el navío en la década de los setenta del pasado siglo. Tal mantenimiento extraordinario  obligó a un minucioso y largo trabajo, dada en parte a la supervisión de los técnicos franceses, que se ha prolongado cinco largos años y que ha supuesto una inversión por parte del Ministerio de Defensa de España de más de 43 millones de euros.

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Los submarinos requieren de larfos trabajos de mantenimiento en aras de su seguridad y operatividad. (Foto Julio G. Gutierrez)

El resultado final es que la FLOSUB podrá disponer ahora de un submarino totalmente renovado, actualizado, que extenderá su ya larga vida operativa durante los próximos cinco años, lo que dará tiempo a la llegada de los del tipo S-80. 

Durante la quinta gran carena, los operarios de Navantia han desmontado, revisado y vuelto montar los más de 15.000 elementos que tiene el “Galerna”. También se ha efectuado una minuciosa inspección del casco resistente, casco exterior y otros elementos estructurales no desmontables. Tras su laborioso montaje, en los últimos meses se han llevado a cabo las pruebas de arranque de los motores diésel, planta hidráulica y de generación y suministro de energía eléctrica, que entre otras funciones impulsa los motores eléctricos que se usan en inmersión.

La fase final de la gran carena ha consistido en una larga serie de pruebas de mar, que tras darse por validas, han pasado a un periodo de cualificación operativa de la nave y su dotación, que está actualmente en su última fase, en la que se realizan navegaciones como la efectuada hasta Almería.

La importancia de contar con submarinos en España se pone de manifiesto en la actualidad con el dato de que cerca del 90% del volumen total de mercancías que llegan y salen de la nación se mueven por mar, y el Mediterráneo no es una excepción. Sólo en términos de energía, alrededor del 65% del petróleo y el gas natural que se consume en Europa occidental pasa por el Mediterráneo cada año.