El teléfono móvil de Pedro Sánchez condicionará las próximas elecciones generales

En el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) están preocupados. El contenido del teléfono móvil del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está lo suficientemente comprometido como para que tanto el Gobierno como los propios servicios de Inteligencia estén centrados en controlar las posibles fugas. La novedad con la que trabaja el CNI es que el software empleado para acceder al contenido del móvil de Sánchez no es Pegasus, sino que se trata de otro sistema más avanzado desarrollado en Israel. Hay algunos asuntos concretos dentro del contenido del teléfono que salpicarán la gestión del líder socialista que condicionarán con toda seguridad las elecciones generales de diciembre de este año. Fue Marruecos, como barajaba el CNI, pero el software vino de una empresa privada de Israel, no tratándose de NSO Group, empresa con sede en Tel Aviv y creadora de Pegasus y es un software desconocido hasta la fecha.

El escandalo de Pegasus, no era con Pegasus. Esta es la gran novedad con la que lleva tiempo trabajando el CNI en referencia a cómo hackearon el teléfono móvil del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Tanto es así, que Esperanza Casteleiro, flamante directora del Centro Nacional de Inteligencia (quien sustituyó a Paz Esteban tras caer en desgracia por precisamente este escándalo relacionado con el espionaje), está dedicando a día de hoy casi todos sus recursos no ya tanto a identificar este misterioso software de origen israelí sino a que no trasciendan al gran público datos privados de ese términal. En un principio, las trazas analizadas tras descubrir que el teléfono móvil del presidente había sido infectado por un software espía hizo pensar a los expertos de Inteligencia que se habría hecho con ese conocido spyware. Sin embargo, con el paso del tiempo, en el propio CNI se dieron cuenta de que el software, efectivamente, era de origen israelí, pero no se conocía y era mucho más avanzado que Pegasus o bien una evolución del mismo.

Lo más grave para los intereses del Gobierno, y muy especialmente del Partido socialista, es lo que hay dentro de este móvil de Pedro Sánchez. Hay partes del contenido del teléfono que en caso de hacerse públicas, condicionarían con toda seguridad las elecciones generales. Tal y como ha podido comprobar este medio, los archivos y las conversaciones dentro del dispositivo han suscitado el suficiente interés de un cliente final que se ha hecho con un contenido sensible para el presidente del Gobierno y sus intereses relacionados con las próximas elecciones generales. En Moncloa están preocupados. Y desde el CNI ponen el foco en intentar detectar si la información circula y evitar que trascienda. Lo que suele suceder en estas actuaciones es que no sólo el responsable, en este caso un estado, sino también el proveedor, en este caso una empresa privada, estarían en posesión de la información lo que hace que la filtración sea un riesgo posible. El contenido parcial del móvil del presidente del Gobierno está completamente comprometido, y de conocerse públicamente algunos extractos causarían un auténtico revuelo político que afectaría directamente a las próximas elecciones generales.

EL ESCÁNDALO DE PEGASUS Y PEDRO SÁNCHEZ

El escándalo de Pegasus ocupó muchos titulares y se llevó gran protagonismo no solo por comprometer el contenido del teléfono móvil del presidente del Gobierno, también el de ministras como Margarita Robles, titular de Defensa. Se desconoce en estos momentos si el teléfono de Margarita Robles fue infectado con este mismo software o en ese caso si se trató de Pegasus. En aquel momento rodaron cabezas políticas, se dirimieron relativas responsabilidades y el CNI se mantuvo en completo silencio pese a que los análisis iniciales no fueron precisamente certeros a la hora de identificar el software.

Paz Esteban cayó como directora del Centro Nacional de Inteligencia precisamente por el escándalo relacionado con Pegasus. El que no fuera este software concreto, sino uno mucho más avanzado que opera bajo radar que desde el Centro Nacional de Inteligencia no tienen identificado fue algo que no se quiso hacer público. La rama política del CNI, dirigida por Casteleiro, quien sustituyó a Paz Esteban como jefa de los servicios de Inteligencia, dedica ahora todo su tiempo a contener una información sorprendente que condicionará con seguridad las próximas elecciones. Es un auténtico problema y una verdadera «fuga» que el Gobierno no se puede permitir en un momento en el que Alberto Núñez Feijoo aprieta fuerte en los sondeos.