Emiliano García-Page se quiere apropiar de la reforma de la ley del solo sí es sí de Irene Montero

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, tiene unos aires de grandeza que empiezan a llamar poderosamente la atención a más de uno en el PSOE de la región. No solo porque se mueva con sus escoltas como si del presidente del Gobiernos se tratara, sino porque intenta apropiarse de ciertos méritos políticos que en Ferraz no entienden muy bien. Ahora, García-Page considera que el que el PSOE haya reculado con la idea de reformar la ley del solo sí es sí es mérito de su presión. El problema es que no sabe muy bien cómo venderlo al mundo.

La consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha asegurado este jueves que se alegra «profundamente» de que «la parte socialista del Gobierno, directamente el presidente del Gobierno, le haya torcido el brazo a Podemos» porque, a su juicio, eso es lo que ha ocurrido al decidir rectificar la ley del ‘sólo sí es sí’.

Tras la firma de un convenio con la Diputación de Toledo, a preguntas de los medios por la rebaja de hasta 19 condenas en Castilla-La Mancha en aplicación de la mencionada ley, Fernández ha constatado que estamos «asistiendo a la crónica de rebajas de penas anunciadas» y aunque se le advirtió a la ministra de Igualdad, Irene Montero, «es muy lamentable que tengamos que asistir a aquello que se nos decía que no iba pasar nunca jamás».

«Ahora el Gobierno va a rectificar y me alegro profundamente de que la parte socialista del Gobierno le haya torcido el brazo a Podemos» y no porque esto sea «una batalla política, que no debe serlo en absoluto» sino porque rebajando las penas o excarcelando a condenados se vuelve a revictimizar a las mujeres víctimas de agresiones sexuales «y esto no se puede consentir».

De ahí que Fernández haya valorado «positivamente» el anuncio del Ejecutivo central para rectificar la norma en el sentido de modificar las penas para subir las mínimas y evitar lo que está suciendo, algo que ha acogido con «satisfacción», aunque le hubiera gustado tener esa noticia «mucho antes» y, como Gobierno, «que no se hubiera producido».

No obstante, ha subrayado que «la ley es una buena ley» en términos generales, aunque ha lamentado que, siendo una buena ley, «da la sensación de que es un desastre» y que al final ese sea el argumento que se ha «puesto en manos de la derecha». «La ley del ‘sólo sí es sí’ no es una chapuza, la parte de la rebaja de las penas sí lo es», ha concretado.

La consejera de Igualdad ha admitido que «se tenía que haber reaccionado antes» porque los cambios que ahora se produzcan no tienen «carácter retroactivo», incidiendo en que está es «una batalla que ha ganado directamente Pedro Sánchez a Irene Montero».

EL PSOE QUIERE QUE PAGE PIERDA LAS ELECCIONES

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha convertido en el barón más odiado del reino. En el PSOE han experimentado un nuevo nivel de hartazgo con este socialista que no hace más que criticar al Gobierno por cada paso que da. De hecho, fuentes del PSOE aseguran que miran con “entusiasmo” las encuestas internas que maneja el PP porque ven serias posibilidades a Paco Núñez, el candidato del Partido Popular para Castilla-La Mancha. De momento, los socialistas están aguantando el tirón y las críticas de Emiliano García-Page a los Presupuestos Generales del Estado, pero lo que aseguran con contundencia es que hay una seria intención de sacar al candidato socialista de la carrera política tan pronto como les den una excusa. Y el resultado de las elecciones pueden ser una baza.

Nunca antes se había visto al PSOE celebrar las encuestas internas de otro partido porque favorecieran a los intereses de su rival, pero Paco Núñez lo ha conseguido. El PSOE, entendiendo por el Partido Socialista al equipo personal de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, prefiere que Emiliano García-Page pierda las elecciones y les dé un motivo para sacarlo de la política antes de que siga ejerciendo como un barón díscolo en todos los asuntos. Ahora le ha tocado a la reforma del delito de malversación, que también la ha puesto ERC encima de la mesa en plena negociación de los PGE. Pero lo cierto es que la sensación en Ferraz es que Emiliano García-Page es uno más de la oposición, solo que hace mucho más daño porque mueve a ese ala moderada del PSOE que no está precisamente remando en la misma dirección que Sánchez.