El electoralismo de Sánchez compromete los futuros acuerdos con sus actuales socios

La política está en clave electoralista a nivel municipal, autonómico y estatal. Un ejemplo de esta situación es la reciente dimisión como primer teniente de alcaldía de Barcelona del socialista Jaume Collboni, que quiere tener las manos libres para criticar a Ada Colau en precampaña con el ánimo de que el PSC mantenga la fuerza previa al regreso al tablero barcelonés del exalcalde Xavier Trias.

Colau ha mostrado su enfado por la postura de su socio: «Esta forma de anunciarlo, precipitada, es poco seria e incluso contradictoria. No me había comentado nada después de cuatro años gobernando juntos».

La alcaldesa cree que el PSOE se mueve «a golpe de encuestas». «Me consta que hay gente sorprendida de su partido, miembros muy cercanos. Podría ser fruto del nerviosismo más que una apuesta de futuro», añade.

El enfado de Colau, estrella municipal de Unidas Podemos, también es extensible en el mismo espacio político respecto a las posturas socialistas respecto a Ucrania o las élites, véase el presidente de Mercadona, Juan Roig.

Los morados no tienen la misma opinión sobre el magnate de la distribución alimentaria, tal y como dejan claro en sus perfiles de las redes sociales: «Juan Roig, presidente de Mercadona, dice que tenemos que repartir la riqueza. Y tiene toda la razón Concretamente, eso pasa por que gente como él y su empresa paguen más impuestos o por que productos básicos como los que vende Mercadona tengan un precio máximo. Cuando queráis».

ENFADO DEL PNV Y ERC CONTRA SÁNCHEZ

Los incumplimientos socialistas respecto a acuerdos firmados con el PNV soliviantan a la formación nacionalista, que ha mostrado su enfado a través de su portavoz parlamentario en el Congreso, Aitor Esteban.

«Nosotros seguiremos intentando colaborar y que las cosas fluyan, pero no vamos a permanecer impávidos ante intentos de invasiones competenciales. Otro de los asuntos que no se está cumpliendo en la mayoría de casos es avisar con antelación de los proyectos. Si esto va a seguir así, no sé cómo va a ser la próxima legislatura. No sé si habrá un acuerdo o colaboraciones puntuales, o cómo será el asunto», asegura el diputado.

En ERC también andan inquietos con el PSOE porque Salvador Illa no les quiere facilitar la aprobación de los presupuestos de la Generalitat de Catalunya, por desgastar a los republicanos según denuncia Gabriel Rufián.

El diputado asegura que Sánchez no perderá La Moncloa «por un exceso de valentía en lo nacional», sino «un exceso de prudencia en lo social» ante «lo dura que se está poniendo la vida de la gente».

SÁNCHEZ SE PRESENTA, OTRA VEZ, COMO ALTERNATIVA A VOX

Pedro Sánchez no braza los bazos, tal y como hizo José Luis Rodríguez Zapatero cuando comenzó a bajar en las encuestas, y quiere luchar por mantenerse en La Moncloa más allá de diciembre del presente año.

El presidente del Gobierno asegura que «hay dos alternativas el 28M: o gobiernos de la gente en cada ayuntamiento del país o gobiernos que sirven a los intereses minoritarios y que a la mayoría social, cuando vienen mal dadas, lo único que ofrecen es el sálvese quien pueda de la crisis financiera».

Sánchez, añade: «Los socialistas nos comprometemos con la gente y vamos a poner los recursos necesarios al servicio de la mayoría social de este país. Quien quiera saber qué haría un hipotético gobierno de Feijóo con Abascal, no tiene nada más que ver qué está haciendo Mañueco y Vox».