Hasta en España celebran los 24 años de la llegada al poder del difunto dictador Hugo Chávez

El chavismo en España amaneció de fiesta para conmemorar los 24 años de la llegada al poder del difunto dictador Hugo Chávez, quien fue electo como presidente en las elecciones que se celebraron en Venezuela en diciembre de 1998 y cuya juramentación se hizo el 2 de febrero de 1999. Desde primeras horas de la mañana la embajadora Coromoto Godoy se hizo eco del recordatorio que hizo la Cancillería de Venezuela en Twitter.

La funcionaria chavista volvió a tirar de la cursilería típica para pedirle a Bolívar y a Chávez que guíen sus pasos y para asegurar que renuevan su compromiso con la «diplomacia bolivariana de paz» que lidera el dictador Nicolás Maduro, que está en el poder desde 2013, tras la muerte de Hugo Chávez.

Chávez llegó al poder debido al descontento que había en el país suramericano, a consecuencia de la crisis económica y las desigualdades sociales, tras haber intentado dar un golpe de estado en 1992, cuando era militar del Ejército venezolano. Estuvo preso durante dos años y fue indultado por el presidente de entonces, Rafael Caldera, que lo dejó en libertad en 1994, donde comenzó a hacer campaña con el apoyo de muchos sectores políticos y económicos del país.

Nada más llegar a la presidencia, Hugo Chávez convocó a una Asamblea Constituyente, para diseñarse una constitución hecha a medida, que, entre otras cosas, incluyó la reelección indefinida, lo que le permitió reelegirse en dos oportunidades más, hasta que finalmente en 2013 falleció, producto de un cáncer. Durante el tiempo que permaneció en el poder, provocó una crisis económica sin precedentes en el país caribeño, implantó un control de cambio para impedir el acceso a las divisas a las empresas privadas, quebró el aparato productivo cerró medios de comunicación, estatizó las principales empresas de servicios, aisló comercialmente a Venezuela, destruyó las instituciones del Estado y tomó el control de ellas, militarizó el país, despilfarró todo el ingreso petrolero, comprando .

Tras la muerte de Hugo Chávez, en 2013, después de 15 años en el poder, quedó Nicolás Maduro a cargo de la presidencia y que solo radicalizó la política y agudizó la crisis política y económica, y provocó la migración masiva de por lo menos 7.1 millones de venezolanos tuviesen que huir de su país.

Ahora, después de 24 años con el control absoluto del poder, por parte del chavismo, Nicolás Maduro intenta resurgir en la palestra internacional, mediante las relaciones diplomáticas que está gestionando el canciller Yván Gil, quien hasta noviembre del año pasado fue el encargado de negocios de Venezuela en España y que le dejó el testigo a Coromoto Godoy, quien el pasado 28 de diciembre se convirtió en la embajadora de Venezuela ante el Reino de España.

Desde que esta funcionaria chavista arribó al país, aún sin que se hubiese concretado el restablecimiento de las relaciones entre la dictadura venezolana ya se promocionaba en España como la embajadora, pues vino designada directamente por el dictador venezolano, Nicolás Maduro, con quien tiene una muy cercana amistad, y le encomendó, como labor principal la gestión para que el Gobierno de Pedro Sánchez lo reconociera y a partir de allí, la promoción directa de toda la ideología socialista que durante los últimos 24 años se han encargado de vender en Venezuela para mantener a la población sometida.

Nada más llegar a España, Godoy se fue hasta la estatua de Simón Bolívar que está ubicada en el Parque del Oeste, para entregar una ofrenda floral y en el mensaje que compartió en su cuenta de Twitter decía: «Llegué a Madrid y vine a verte, Padre Bolívar, como nos enseñó Chávez, para renovar las fuerzas, para jurarte lealtad. Vine a verte como una hija a un padre. Enséñame el camino, dame la mano y guía mis pasos en esta nueva etapa».

La flamante embajadora de Nicolás Maduro llegó para tratar de enmendar el desastre diplomático que ha originado el dictador venezolano, para tratar de emular lo que en un momento llegó a hacer Hugo Chávez, que por lo menos con los gobiernos socialistas del mundo procuró mantener relaciones cordiales, a través de «favores», lo que le permitió destacar dentro del liderazgo mundial, a pesar de los múltiples atropellos cometidos dentro del país suramericano.

Tanto Godoy, como el resto de funcionarios de la dictadura chavista que están destacados en España están encargados de promover la doctrina de Hugo Chávez, como modelo político, alentando a grupos de la izquierda.